A la quinta fue la vencida. Por fin estará el PSG en las semifinales de la Champions. Lo consigue tras 25 años de espera, después de una eliminatoria agónica que parece haber espantado los fantasmas de años anteriores. Se alinearon los astros, en forma de Neymar y Mbappé, para remontar un partido que en el minuto 90 tenía perdido.
Menos de media hora tardó la Atalanta en recordarle al PSG los fantasmas del pasado, en concreto 27. En ese momento, con mucho partido aun por delante, los parisinos confiaban en la remontada. Pero los minutos iban pasando y el gol seguía sin caer. Rondaba por la cabeza las eliminaciones de otras temporadas contra United, Chelsea o Barça: “Otra vez la historia de siempre”, “Otra vez en cuartos”, debían pensar los aficionados franceses que se veían reflejados en el gesto de Di María en la grada, que no podía mirar ya lo que ocurría en el césped con sus manos sobre el rostro. Pero esta vez sí hubo golpe de efecto. Esta vez la moneda cayó cara. Esta vez cambió la suerte del PSG en Europa.
Corría el minuto 90 de encuentro cuando el balón llegó en banda derecha a Choupo-Moting, que puso un centro al área que Neymar bajó con el pecho y cedió a Marquinhos para hacer el empate. Lo hizo con un disparo, que a pesar de tocar en un defensa italiano, entró. Ahí cambió la historia del PSG en Europa. Prueba de ello, el gol de Choupo-Moting tres minutos después, que supuso el pase a semifinales. 60 minutos habían estado los parisinos sin capacidad de empatar, y como por arte de magia en tres minutos hacen dos goles. Así es el fútbol.
Neymar a nivel Balón de Oro
Mención aparte tiene el partido de Neymar. El brasileño fue el mejor de largo. Se iba de cada defensor al que encaraba, bajaba a recibir al centro del campo para generar juego, asistía… solo le faltó la definición. Actuación digna del mejor jugador del mundo, y que salvo Leo Messi, no hay jugador capacitado para hacer. Buenísimas noticias para el PSG, que con Ney a este nivel es capaz de romper cualquier defensa, incluso la del Atlético del Cholo.
Adiós a las malditas lesiones
Pero no terminaron ahí las buenas noticias para Tuchel. Contra la Atalanta también volvió Mbappé. Algo que parecía imposible hace tres semanas, cuando Perrin lo lesionara en la final de la Copa de Francia. De hecho, en Francia volvían a saltar las alarmas. Igual que pasara las temporadas anteriores en las eliminatorias frente a United y Madrid, en las que no estuvo Neymar, el PSG volvía a afrontar otra eliminatoria de Champions sin un de sus máximas estrellas. Pero Mbappé se recuperó, jugó y asistió. Otro golpe de efecto favorable al PSG.
La suerte parece haber cambiado en París. Y cuidado que, con el viento a su favor y sin presión una vez alcanzada la semifinal, a ver quien frena a este PSG. Europa, por si aun no lo conocías, ‘Ici c’est Paris’.
