Cuauhtémoc Rea Salgado
Atoyac – Diez años después del azote de la plaga de la roya, que destruyó más del 90 por ciento de los cafetales en los municipios productores de Guerrero, Atoyac va en camino hacia la recuperación, basada en la calidad de su café, aunque aún distante de la producción que logró durante las décadas de los 70, 80 y 90, calificada por los especialistas como la época de oro del café en ese municipio.
En 2014 comenzaron a registrarse las primeras afectaciones causadas por la roya, que cumplieron los pronósticos hechos por los expertos cuatro años atrás. Los daños incluyeron el 90 por ciento de los cafetales en el estado, situación que derivó en una caída catastrófica de la producción durante los siguientes cinco años y la disminución del padrón de 13 mil cafeticultores en el municipio, además de las dificultades generadas por la contingencia sanitaria contra el Covid-19.
Una década después, el interés de los pocos productores atoyaquenses que se animaron a recuperar sus campos de cultivo (luego de que la gran mayoría optara por dedicarse a otras actividades agrícolas y agropecuarias), la siembra y la cosecha de los cafetos, sumado a las nuevas técnicas de cultivo, maquinaria con tecnología de punta, la aparición de las redes sociales y el apoyo gubernamental a través del programa Sembrando Vida, han dado como resultado el resurgimiento de la cafeticultura en la tierra del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos.
Abraham Bello Alarcón es un reconocido catador y barista, con una brillante trayectoria de más de 15 años, que lo sitúan dentro del top 10 en México. Actualmente participó con su Taller de Tostado de Café en el Pabellón del Café dentro de las actividades literarias y culturales de la Expo-Feria del Café 2024, organizada por el ayuntamiento, en coordinación con el Consejo Estatal del Café (Cecafé).
Consultado sobre el tema, el experto asegura que el café de Atoyac, a pesar de todas las adversidades que ha enfrentado en los últimos 10 años, mantiene una calidad excepcional que lo separa de los cafés de otros estados del país. Dijo que hoy en día, los cafeticultores de Atoyac están enfocados en privilegiar más la calidad que la cantidad de los granos que producen, lo que les ha permitido construir una ruta encaminada a lograr el resurgimiento de la cafeticultura en el municipio, aunque aún están alejados de los niveles que alcanzó el grano en las décadas posteriores a la guerrilla de Lucio Cabañas.
El especialista es Catador Q, tostador y barista certificado por SCA y CQI, y es propietario del Tostador/Cafetera Bello Café. Ha participado en tres competencias nacionales de tostado en las que quedó como finalista, y este año logró entrar en el top 10 en México. Ha tomado parte como juez en campeonatos regionales en Córdoba, Veracruz, la Taza de Excelencia México el año pasado y en el Campeonato de Baristas de Puebla en 2023.
También ha sido ponente sobre la calidad de los cafés naturales, así como catador en el Premio de Calidad de Café en Atoyac de Álvarez 2022; fue organizador de la competencia nacional de Aeropress 2021.
Por su parte, el cafeticultor Acasio Castro Serrano es uno de los que enfrentaron el embate de la roya y decidieron renovar y recuperar las cosechas de café, junto con productores de las comunidades ubicadas en la franja que se considera con las mejores condiciones climáticas para que florezca el aromático, como Pie de la Cuesta, Santo Domingo, El Edén, Nueva Delhi y Los Piloncillos, donde asegura que los productores están motivados y conscientes de que quedaron atrás las técnicas tradicionales de cultivo y hoy se deben aplicar las nuevas tecnologías para poder competir en los mercados nacionales e internacionales.