Cuauhtémoc Rea Salgado
ATOYAC. Mientras las descargas de aguas negras continúan en el río Atoyac, la planta tratadora de aguas residuales ubicada en los márgenes del bulevar Juan Álvarez al sur de la ciudad, continúa siendo un elefante blanco y sigue en el abandono, ante la falta de inversión de recursos para su rehabilitación, por parte de las administraciones municipales que no le han dado importancia para rescatar lo que aún queda de esta infraestructura.
A más de 25 años de haber sido construida e iniciada en la administración pública 2013-2016 de la ex alcaldesa María de la Luz Núñez, la planta de tratamiento ha sido desmantelada, ocasionando importantes pérdidas económicas y retroceso en el municipio, ya que algunas piezas y materiales que servían para su funcionamiento desaparecieron y con el tiempo se ha deteriorado esta costosa infraestructura y actualmente los terrenos son utilizados como tierras de cultivo, además hay basureros en el camino.
Cabe recordar que en el año 2009, el ex alcalde Carlos Armando Bello Gómez, dio a conocer a los medios informativos en su momento que la planta de tratamiento la operaba el municipio y no el gobierno del estado.
Además, señaló que el municipio erogaba 100 mil pesos mensuales para su mantenimiento, así mismo, el ex edil anunciaba en ese entonces que elementos de la policia municipal serían comisionados para vigilar las instalaciones las 24 horas del día, ya que el velador que se habia asignado incumplió sus funciones.
Por su parte la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (Cndh), emitió apenas en el mes de septiembre de este año una recomendación al gobierno estatal y federal, así como al municipio de Atoyac, para que impulsen proyectos e inviertan recursos en el manejo y encauzamiento adecuado de las aguas residuales, por que los desechos contaminantes son un riesgo para la salud de la población, no obstante, la actual administración Perredista, no ha dado a conocer avances en el tema.
“La CNDH exhorta a los Ayuntamientos involucrados a que asuman
sus responsabilidades y regularicen sus permisos de descarga; elaborar también
un proyecto ejecutivo y
presupuesto necesario para el diseño, construcción, rehabilitación, operación y
mantenimiento de los sistemas de alcantarillado, drenaje y saneamiento de aguas
residuales necesarios, para las localidades urbanas y rurales, y para la debida
gestión de los residuos”.
Recomienda “a la CONAGUA ejecutar un programa específico de visitas de inspección, para vigilar y evaluar el cumplimiento de las disposiciones jurídicas en temas de descargas de aguas residuales en el Río Atoyac; realizar un análisis de la calidad del agua y mantener actualizado un inventario de la totalidad de los puntos de descarga en dicho cuerpo de agua”.
Por su parte “la SEMARNAT deberá instruir a la PROFEPA a que lleve a cabo inspecciones u operativos en la región para verificar el cumplimiento de la normatividad ambiental vigente y aplicable en materia de cambio de uso de suelo, e iniciar, en su caso, los procedimientos administrativos sancionadores correspondientes y/o hacer de conocimiento a la autoridad competente, dando seguimiento oportuno hasta su conclusión”. Indica la misiva de la Cndh.