Atleta de triatlón espera el regreso a competencias

ATOYAC. Luis Ángel Chávez Salmerón, destacado deportista de triatlón, ha sido uno de los atoyaquenses que ha estado activo en toda su trayectoria deportiva, por lo que el atleta ha figurado en los diversos torneos regionales estatales y nacionales.

Actualmente, Chávez Salmerón espera la reanudación de las actividades deportivas en sus diversos torneos competitivos para continuar con la práctica de disciplinas deportivas como ciclismo, natación y atletismo.

Por último, detalló el también activista cultural enfatizó que luego de que las autoridades den oficialmente el banderazo de la realización de las actividades deportivas tendrán que entrar con toda la actitud en los trabajos deportivos.

Jorge Reynada Galeana.

EDITORIAL

No hay futuro en Futuro 21

Un conjunto de ciudadanos agrupados en Futuro 21 –nueva identidad que se asignó el antiguo PRD– convocó a un diálogo por la reconstrucción nacional. Lo realizará el próximo 23 de abril a través de medios digitales, dada la sana distancia que impera en el país. Parten de la premisa de que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la postulada Cuatroté son la expresión de un Gobierno fallido que la ciudadanía debe encarar.

Los partidos políticos, sin excepción, no pasan por su mejor momento y habrá a lo largo del año diversos intentos para presentarlos ante la sociedad y buscar un reacomodo que no se ha visto desde la propia construcción partidaria con proyectos, compromisos y realización que gocen de un amplio consenso entre los ciudadanos. El viejo PRD y algunos de los convocantes están pendientes de entregar una rendición de cuentas que los obliga para reeditarse en una nueva circunstancia. Mientras no lo hagan, ese proyecto carece de futuro.

Ahora el postulado inicial es que México no tiene un gobernante funcional, adolece de rumbo para sacar al país de la crisis de salud pública y económica. Es imperdible lo que se lee en la convocatoria: “el gobierno ha hundido al país en la recesión económica, la polarización social, destruyendo el entramado institucional y el equilibrio de poderes…”, y así sucesivamente. La pandemia como argumento. Pero en ningún lugar se advierte el más mínimo sentido de autocrítica que obliga a quienes malograron un proyecto que en su tiempo estuvo llamado a una meta superior. El PRD se convirtió en un proyecto más de poder y de negocios, al amparo del cual se recurrió a la distribución de prebendas de diverso tamaño que a la postre lo convirtió en una entidad impresentable ante la sociedad.

Es inocultable que detrás de todas esas palabras y de la convocatoria está un proyecto que se define más por lo que está en contra que por aquello que propone con perspectiva de superación de la república con un aliento progresivo. En ese marco no es extraño que se vea a la convocatoria embonando con otros pronunciamientos de la ultra derecha empresarial, ariete de los altos grupos financieros que buscan privilegiar sus intereses, al altísimo costo de abrir una etapa de grandes confrontaciones sociales para las cuales no se delinea una alternativa acorde con los intereses nacionales.

Un nuevo curso para la república se debe abrir, lo han de impulsar los que tengan una visión de democracia avanzada para el país, una izquierda que tenga muy claramente delimitados sus proyectos para terminar con los privilegios que hunden a México y que además, y esto es fundamental, no partir de la premisa de que un gobierno ha fallado, lo que sugiere su reemplazo, cuando está más que claro que quienes pueden hacer ese reemplazo en el corto o mediano plazo no son, precisamente, los que mejor representan al país, lo cual no es óbice para sustentar críticas, pertinentes, puntuales y merecidas a la forma que ha asumido Andrés Manuel López Obrador al frente de la Presidencia y que contribuye a que estos planteamientos caigan, hasta cierto punto, en tierra firme.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

Desorden o encubrimiento

Raymundo Riva Palacio

Una vez más, las cifras y las estadísticas se le empiezan a enredar al zar del coronavirus, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell. Hay que reconocer que ya escuchó las críticas de los expertos y de sus pares en el país. Sin embargo, no respondió a la altura esperada, sino modificando el manejo de la información, dejando de actualizar las bases de datos y echarse un clavado en la opacidad. Las críticas, por tanto, continuaron. La queja es cómo interpreta los datos de la Secretaría de Salud, donde expertos y académicos cuestionan su lectura, o mala lectura, de la información oficial. El vocero para la pandemia está tocado en su credibilidad, y la forma como quiere que se evaporen las dudas sobre su trabajo, parece, es huyendo hacia adelante.

En 2009, cuando estaba bajo las órdenes del subsecretario de Salud, Mauricio Hernández, tuvo un problema de confusión de datos, que provocó decisiones erráticas. No basta ser un buen epidemiólogo para contener una pandemia, para lo que se requiere un entrenamiento adicional que, como se empieza a ver otra vez, López-Gatell no tiene. En aquel año de la pandemia A1H1, Hernández fue sustituido por Pablo Kuri, reconocido en México y el mundo como el mejor para enfrentar pandemias, y a López-Gatell lo relegaron a tareas menores. El análisis y ordenamiento de la información se modificó, y la toma de decisiones mejoró. Hoy no hay quien, dentro del gobierno, lo refute.

Desde el domingo pasado se vio desorden en las bases de datos de la Secretaría de Salud, al no cargarse completos los registros, y donde llegaron a subir una versión que después tenían que corregir. Ricardo Cortés, director general de Promoción de Salud de la dependencia, dijo que los errores habían sido su culpa, liberando a sus jefes de toda culpa. Hay algunas muestras que no necesariamente todo fue responsabilidad de él. López-Gatell conversó el lunes con Denise Maerker, en el noticiero estelar de Televisa, donde al ir justificando las inconsistencias de los datos de la pandemia, y dijo que Tamaulipas no estaba capturando todos sus datos de casos positivos de Covid-19. 

Inmediatamente, la secretaria de Salud de Tamaulipas, Gloria Molina, lo desmintió en Twitter, al señalar que en realidad, era la plataforma de la Secretaría de la Salud la que no permitía capturar los casos analizados. El zar del coronavirus no respondió el desmentido, pero dentro del contexto de la Fase 3 de la emergencia sanitaria, modificaron el proceso. A partir del martes, los estados tienen que actualizar diariamente esos datos, así como reportar su ocupación, disponibilidad y atención hospitalaria.

Estos movimientos se dieron en el momento en que pareciera que la pandemia se les ha salido de control. Si es así, el subsecretario, que ha actuado con el aval del presidente Andrés Manuel López Obrador, será cuestionado por la forma como enfrentó el Covid-19 en su fase preventiva: sin realizar pruebas – México es uno de los países que menos pruebas realizan-, por lo que probablemente, no habría podido conocerse con tiempo suficiente, el número de contagios. Por ejemplo, hasta el lunes, una de cada 10 personas que fallecieron por el coronavirus, nunca ingresaron a un hospital. Si estas personas pasaron sin ser reportadas a la Secretaría de Salud – sin añadir los subregistros-, con las mismas estadísticas de la Secretaría de Salud se puede asumir que cada una de ellas transmitió el virus otras 30 personas y que estas, a su vez, lo hicieron con un número similar. Y así sucesivamente. Un dato adicional preocupante, es que hasta el lunes, 11 de las 78 personas fallecidas sin ingresar al hospital, tampoco se encontraban en ningún grupo de riesgo.

Todo esto se le escapó a López-Gatell, dado que el método que ha utilizado para contener la pandemia, no le permitió conocer en tiempo y espacio lo que estaba sucediendo, de no ser por expertos independientes y periodistas que analizaron la información de Salud, y observaron las inconsistencias y contradicciones entre los datos oficiales y las afirmaciones del subsecretario. Otra respuesta silenciosa a sus críticos, fue que dejaron de actualizarse los datos abiertos de casos positivos en las plataformas de la Secretaría, hasta que la presión pública los obligó a restaurarlos.

López-Gatell sigue cumpliendo las instrucciones de López Obrador, que le impide ajustar con prontitud el ataque a la pandemia. En varios gobiernos estatales esperaban que la declaratoria de la Fase 3 se hiciera el lunes de la semana pasada, pero la comparecencia pública en Palacio Nacional fue anticlimática, en términos de emergencia sanitaria. Se pensó que se haría el jueves, pero el presidente se fue hasta la siguiente semana. Incluso, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, dijo que la Fase 3 se declararía el último día de abril. 

El lunes pasado se reunió el Consejo de Salubridad General, que recomendó iniciar la Fase 3, pero López-Gatell no lo informó en su conferencia de prensa diaria, esperándose a que fuera en el gran marco de la mañanera el anuncio. Una vez más, el estruendo mediático en el que vive López Obrador, por encima de las acciones de salud. Al tardar 12 horas en anunciarse la Fase 3, también se perdieron horas para iniciar medidas preventivas más enérgicas que permitieran salvar más vidas. 

Como colofón, el mismo día que se declaró la Fase 3, ocho hospitales públicos en la Ciudad de México, estaban saturados con pacientes de Covid-19, y los 145 fallecimientos ese día, convirtieron el 21 de abril en el día que murieron más personas desde que se registró el primer paciente de coronavirus, el 28 de febrero.

Nota: En la columna anterior, se mencionó que el doctor Juan Ramón de la Fuente era rector de la UNAM cuando se dio la crisis A1H1. El rector era José Narro.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa 

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Con miles de casos más de Covid en puerta, algo que no dice quien esto escribe, sino que es una advertencia de la Organización Panamericana de la Salud, en función de la experiencia de otras naciones, México llega a este momento con un gobierno que opera en solitario, desvinculado de los principales sectores de la sociedad.

Porque si bien el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, está ocupándose de los más necesitados, de los que menos oportunidades tienen -lo cual es correcto- no está actuando a futuro, para salvaguardar los activos productivos, que son los que le dan vida a la nación.

En este momento no se comprende esta realidad. Lo que quiere la gente en general, es resolver lo inmediato, el paso de la pandemia, porque piensan que al pasar la Fase 3 del Covid 19 todo volverá a ser como antes.

Pero no es así. El retorno a la normalidad no será automático ni rápido, y habrá sectores que tarden varios años en recuperarse, uno de ellos es el turístico, que subsiste de la movilidad de personas en busca de placer y descanso.

Pero, es obvio que la pandemia pegó a todos los países, incluidos los países ricos, que son los que más turistas despliegan cada año hacia los centros de recreo de países como México. En Europa están anunciando la pérdida de cientos de miles de empleos, por el el cierre de miles de negocios.

En Estados Unidos, a pesar de la multimillonaria inversión que anunció el presidente Trump para reactivar la economía, tampoco habrá retorno a la normalidad inmediatamente. De hecho, esta semana Trump firmó un decreto en el que suspende tanto la migración legal como la ilegal, por 60 días. Es decir, que durante dos meses nadie podrá entrar a ese país, ni tampoco se atenderán las solicitudes de asilo político, porque primero atenderá a los ciudadanos de su país.

Estados Unidos es el principal proveedor de visitantes a México, y podemos asegurar que tardarán el resto del año en medio componer sus actividades, considerando también que o porque ya pasó lo fuerte de la pandemia se acabaron los contagios. Esto es lo que la gente no comprende, que la Organización Mundial de la Salud ha dicho que el virus estará rondando en la tierra durante mucho tiempo, hasta que se encuentre una vacuna y hasta que la mayoría de la población tenga inmunidad.

De cuando en cuando, el Covid nos dará sorpresas y habrá que estar en alerta.

En nuestro caso, lo peor está por venir. Nos queda un mes de una tremenda prueba, tanto como gobierno y como sociedad. Pero sobre todo como sociedad, porque el gobierno lo único que hace es dar recomendaciones, decir quédense en casa, no salgan. O incluso procede a imponer sanciones y hasta cárcel, para quienes violen la cuarentena, como sucede en Michoacán y en Jalisco.

Pero lo grave es que no están dando alternativas, salvo las muy limitada despensas que, además, se están entregando únicamente a lo que ellos llaman “zonas pobres”.

Olvidan que en este momento todos somos pobres, porque todos dejamos de percibir recursos. Eso lo saben las personas que se desempeñan en la economía informal, que no tienen un patrón, sino que son su propio patrón. Son gente autoempleada, que trabaja para sobrevivir por su cuenta, sin depender de un trabajo remunerado.

Conozco a muchos de ellos con buenas casas, coches, porque se desempeñan en la calle, no pagan impuestos, pagan el salario mínimo a sus empleados, y por lo tanto sus ganancias son buenas y pueden invertir.

En cambio, conozco también a gente que aparentemente tiene un negocio, pero que vive para pagar sueldos, impuestos al gobierno federal, al gobierno estatal, al municipio, luz, agua, teléfono, gasolinas y refacciones, etcétera.

Los retos para la economía formal son en este momento mucho más graves y de mayor tamaño que para la economía informal.

Por otra parte, hablando de la recuperación pos-pandemia, el país tampoco puede poner su mirada en las remesas de los migrantes, porque los economistas están advirtiendo que habrá una drástica caída de estos envíos de dinero a familias mexicanas, de hasta 20 por ciento.

Estamos hablando de miles de millones de pesos que las familias de este lado de la frontera sur ya no recibirán, pero que eran una importante inyección de recursos a la economía nacional.

Líderes empresariales de Guerrero, previendo la difícil situación, se reunieron para solicitar apoyos de los tres niveles de gobierno; por ejemplo, que se les permita no pagar los impuestos que se generen durante la pandemia, y que además se les permita tener acceso a créditos blandos. Incluso están dispuestos a que el gobierno les preste directamente, sin intervención del a banca privada, y pagar ellos el dinero con los correspondientes intereses, para acortar la ruta de acceso al dinero y para que el beneficio de los créditos quede en el estado, y para que sea una fuente de refinanciamiento para el gobierno.

Hasta ahora, sin embargo, nadie ha dado respuesta a este planteamiento.

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