Iván Bello continúa la competitividad en el baloncesto

ATOYAC. El basquetbolista apasionado y promotor de dicho deporte, Iván Bello Galeana, ha sido uno de los que ha promovido el deporte ráfaga por muchos años.

Ha jugado en un gran número de equipos en la región de la costa grande y en el municipio de Atoyac de Álvarez.

Por ello, el señalado deportista logró formar el equipo denominado como “la Costa”, escuadra que continúa con la participación en las ligas, en los torneos cortos celebrados que son celebrados en los núcleos poblacionales aledaños a la cabecera municipal de Atoyac de Álvarez.

Mientras tanto, Bello Galeana recientemente jugó en la ciudad de Iguala en los juegos del sindicato único de trabajadores del estado de Guerrero (Suspeg) a si pues el basquetbolista continúa compitiendo con la pasión que se le caracteriza al Atoyaquense.

Jorge Reynada Galeana.

Crece competencia en categorías infantiles de futbol

ATOYAC. Luego de la aparición de las escuelitas de futbol en el municipio de Atoyac de Álvarez, han aumentado las competencias en las diversas categorías adheridas a las ligas establecidas en los numerosos sectores.

Asimismo, han empezado a surgir los jugadores infantiles después de largos periodos sin estar activos. Ahora se han agrupado en los equipos de futbol, mismos que están compitiendo en los torneos regulares de liga en cada uno de los centros de formación.

Por lo tanto, los centros deportivos tienen actividad los fines de semanas.

Cabe señalar que las escuelas de balompié local refieren a las siguientes: Juan Escutia dirigida por Daniel Zamora Fierro, Linces dirigida por Aldair Magaña Otero, Ticuí, representada por Irving Hernández González solo por señalar algunas que se mantienen en la operatividad por lo cual ha dado resultado para mantener los espacios ocupados por los deportistas.

Jorge Reynada Galeana.

EDITORIAL

¿De qué lado está el Poder Judicial?

Sin duda, en esta administración, se ha presentado un cambio en el poder Legislativo y en el Ejecutivo. No puede decirse lo mismo del Poder Judicial.

El amparo del sector empresarial, porque así debe describirse al amparo de CONCAMIN, contra la publicación del nuevo etiquetado, busca la suspensión de la publicación de las respuestas a los más de 5 mil comentarios que se presentaron en la consulta pública. La publicación de las respuestas a los comentarios es condición para publicar, en un periodo máximo de 15 días hábiles, la modificación a la norma 051 que contiene el nuevo etiquetado.

¿Por qué busca la industria suspender esta publicación? Sin duda, porque se expondría públicamente la evidencia científica que da sustento al nuevo etiquetado.

Por todos los medios, la industria buscará que ni estas respuestas, ni las actas de las sesiones del grupo de trabajo, firmadas por representantes de las empresas, en las que se da constancia  que se llegó a consensos en 175 numerales de 176, entre todos los sectores, sean hechas públicas.

El sector empresarial de las bebidas y alimentos ultraprocesados nunca enfrentó un proceso de normalización tan transparente y democrático. Acostumbrado a haber impuesto en 2014 un etiquetado a su gusto, sabiendo que no era entendible por la población; teniendo a su servicio, durante la administración de Peña Nieto, a la Secretaria de Salud, a Cofepris, a la Secretaria de Educación y, por supuesto, a la Secretaria de Economía, las grandes corporaciones desconocían ya lo que era un proceso democrático de normalización.

El proceso quedó registrado en actas firmadas por todos los sectores. Se avanzó en varios acuerdos, se formaron subgrupos para avanzar en temas de discusión que se presentaban al conjunto del grupo de trabajo. En varias ocasiones, los acuerdos fueron aplaudidos por todos los sectores.

Ante la referencia que se realizó en el pleno del grupo de trabajo a declaraciones de los líderes de las cámaras empresariales en el sentido que no eran escuchados durante estos trabajos, varios representantes de éstas cámaras empresariales tomaron la voz y reconocieron que no era así y que les había dado la participación requerida.

Es fundamental que la lista de asistencia a las sesiones del grupo de trabajo y las actas firmadas se hagan públicas. De existir grabaciones de estas sesiones, que al parecer si las hay, deben hacerse públicas.

Como puede verse, ante el amparo de CONCAMIN, qué busca la suspensión definitiva de la publicación del nuevo etiquetado, el Poder Judicial ha tenido todas las posibilidades de revisar los documentos que confirman que el procedimiento que se siguió para establecer el nuevo etiquetados fue totalmente transparente y democrático.

En la nueva norma de etiquetado han coincidido los organismos de Naciones Unidas, las principales instituciones académicas del país (UNAM, IPN, UAM), los institutos de salud, las entidades gubernamentales (SS, COFEPRIS, SE, PROFECO) y las redes de organizaciones civiles trabajando en salud (Alianza por la salud Alimentaria, Contrapeso). De hecho, los representantes de la industria llegaron a acuerdos con todos estos sectores. Quienes no llegaron a acuerdo fueron los líderes de las cámaras empresariales.

Las decisiones que no se tomaron en el pasado y las que no se tomen hoy, significarán más enfermedad y muerte, en un país que desde hace 4 años declaró emergencias epidemiológicas por obesidad y diabetes, en el que cada hora mueren alrededor de 22 personas por el deterioro de nuestra alimentación.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Se acerca el día en que las mujeres tomarán las calles de este país. Mejor dicho, serán dos días (8 y 9) en que las féminas mexicanas se harán notar, y sólo esperemos que no hagan como lo que suelen hacer en sus marchas, que se dan el quien vive destruyendo y pintarrajeando edificios históricos.

Y no es que no lo deban hacer, es que con eso nada van a conseguir, porque habría que recordarles que serán sus congéneres las que al día siguiente (ese día no, porque estarán de paro nacional), tendrán que limpiar el atascadero que resulte.

También habría que recordarles que destruyendo puertas y ventanas de negocios, no van a conseguir su propósito principal, que es poner en la agenda nacional el feminicidio, para que las autoridades se ven obligadas, ahora sí, a resolverlo.

Antes que todo, hay que decir que la matanza de mujeres no es de ahora, sino que en este país así ha sido siempre, aunque en proporciones menos escandalosas. Vaya, tenemos canciones que hablan del asesinato de mujeres que fueron todo un éxito, como el corrido de La Martina, aquel donde el marido, al llegar a su casa, encuentra un caballo y una pistola que no son de su propiedad, y la cuestiona: “¿De quién es ese caballo que en el corral relinchó? Ella le miente, avisándole que se lo mandó su padre, para que fuera a la boda de su hermana la menor.

Llega el punto en que la Martina no puede sostener más su mentira, y le dice: “Si me tienes desconfianza, no te separes de mí”.

Corroborado el engaño, el sujeto lleva a Martina con sus padres, la devuelve pues, como si fuera mercancía. Pero los padres no la reciben; le dicen: “Llévatela tú mi yerno, la iglesia te la entregó”…y entonces concluye ese famoso corrido mexicano: “Hincadita de rodillas, nomás 3 tiros le dio”. Y tan tan, la mató y con la anuencia de los suegros.

Hoy en día hay un corrido que se protagonizó en video, con la misma trama, con la diferencia de que el sujeto ahorca y encajuela a su esposa.

Basta encender la radio para escuchar canciones machistas de todo tipo, pues ya no hay género donde no se explote esta realidad. ¿Alguien recuerda a Maluma y a sus 4 babies?

Acaso también hemos oído de las presas del narco, las mujeres de los capos que viven presas y vigiladas. Pero no necesitamos irnos tan arriba para percibir el machismo por todos lados. Basta entrar a un hogar y ver cómo se desempeñan sus miembros, para saber que los hijos varones tienen plenas garantías de no hacer nada dentro de la casa, pero sí todo lo que puedan fuera de ellas. En el caso de las niñas es todo lo contrario; para ellas son el trabajo y las reglas y los horarios.

¿Cómo queremos entonces una sociedad que respete y quiera a las mujeres, si desde los hogares lo fomentamos?

Ese es el México en que hemos nacido y crecido. México es un país feminicida. Todos en nuestra infancia conocimos de casos de engaños, que fueron cobrados por el cornudo con la muerte.

Pero dirá usted, amable lector, lectora, ¿a qué viene todo este embrollo? ¡No!, ni se complique la vida, no es porque esté yo en contra de las mujeres que van a parar el próximo lunes, sino todo lo contrario. Si mi mujer y mis hijas quieren participar, tienen el día libre.

Sólo deseo que nos demos cuenta que la violencia contra la mujer, la peor de todas, está dentro de los hogares y las cifras oficiales lo demuestran: 99 por ciento de los casos de violencia contra la mujer, en todas sus variantes, incluida la violencia económica, se ejerce en el hogar. Y sólo 1 por ciento de los feminicidios, ocurre fuera del hogar.

Es un asunto cultural, es algo que hemos venido arrastrando por décadas, centurias, y debe ir cambiando. Esto tiene que ver con que el hombre en este país, considera a la mujer como de su propiedad. Incluso, desde el noviazgo comienza a controlarla, lo que hoy se conoce como “violencia en el noviazgo”.

Pero, ojo, las feministas se están apoderando de esta lucha que debiera ser de todas las mujeres, pero ellas mismas no escapan del rol de víctimas y victimarias. ¿Han oído eso de que una mujer gay es mucho más agresiva que un hombre? Tal vez no sea general el asunto, pero sí se cumple esta premisa en muchos casos. Este tipo de damas son controladoras, celosas y están dispuestas a todo por sus hembras. Conozco un caso de una de ellas, que tenía una taquería, quien se atrevió a matar a un jovencito que le dijo piropos a su mujer. Era un niño de unos 13 años, quien pensó que la despachadora era una mujer sola. La chica de la que hablo le permitió cenar, pagar la cuenta, y luego lo siguió con un arma entre sus ropas, y al darle alcance lo asesinó.

Así que, mujeres, que el paro del 9 no sea una llamarada de petate, sino el inicio de un cambio de paradigmas, un cambio real de conciencia, que, insisto, debe comenzar en los hogares.

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