(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
Guerrero continúa siendo la entidad más lópezobradorista de
México, según la reciente encuesta de Enkoll, que aunque es sencilla, pues no
fue un sondeo exhaustivo, sí arroja resultados sumamente interesantes.
Veamos uno de ellos: Que la gestión del presidente Andrés
Manuel López Obrador es aprobado por 86 por ciento de los guerrerenses. Y
solamente 7 por ciento lo desaprueba.
¡Wow! Con razón los morenistas andan tan alborotados, y con
razón Luis Walton Aburto dejó su partido, el Movimiento Ciudadano, y está
peleando la candidatura de Morena como externo –aunque con pocas posibilidades,
claro. Lo mismo que Beatriz Mojica Morga dejó el PRD, después de desgraciarlo,
porque ella y Alejandra Barrales idearon el maridaje con el PAN, para votar en
contra de López Obrador en la elección pasada.
Aunque ahora, tanto Walton como Beatriz traten de
justificarse, su posición de líderes de sus partidos, ella a nivel nacional, y
él a nivel estatal, su propia historia los condena.
Sólo falta que cumplan su palabra de que aunque cuando no
sean los candidatos, apoyarán al partido lópezobradorista, o si se van al
Partido del Trabajo, como lo han estado anunciando diversos opinadores.
Volviendo al tema, la encuesta de Enkoll nos demuestra que
el Efecto Peje sí persiste en Guerrero, y que eso se decantará en la elección
del 2021, quieran o no los partidos de oposición, que le apostaron al desgate
político del presidente y, por ende, el de su partido.
Podemos afirmar, de hecho, que la popularidad de Morena en
Guerrero se debe al presidente y no a ninguno de los morenistas locales, porque
a los nuevos no los conoce la gente, y a los viejos les conoce las mañas.
Luego entonces, para los morenistas la elección de Guerrero está
cantada y será un mero trámite. Por supuesto, tendrán que elegir al candidato
idóneo y respaldarlo, porque lo que se olfatea en Morena es la traición.
Hay un grupo que representa un peligro, y ellos lo saben.
Son los mismos que se apoderaron del partido, y que en caso de no ser ellos los
que sean favorecidos, entonces trabajarán en contra, porque ya lo han hecho,
así se movieron en la elección pasado.
Así pues, el enemigo de quien resulte candidato de Morena en
Guerrero está dentro del mismo partido, no fuera.
Por otra parte, hay que aclarar que según la encuestadora,
el objetivo del sondeo era revisar algunos problemas del país y del estado de
Guerrero, cuestionando también a la gente con qué partido se identifican, por
qué partido votarían y por cuál partido nunca votarían.
Los encuestados también respondieron acerca de qué personaje
político conocían, lo cual nos permite medir la popularidad de los actores
políticos de la entidad y del país, considerando únicamente al presidente de la
República, en lo nacional, y al
gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, junto con otros aspirantes a
sucederlo, en cuanto a lo estatal.
Los más conocidos con el presidente AMLO, con 99 por ciento
de respuestas; el gobernador Astudillo, con 92 por ciento; el senador priísta
Manuel Añorve, con 76 por ciento; el senador morenista, Félix Salgado
Macedonio, con 72 por ciento; el ex alcalde de Acapulco, el perredista Evodio
Velázquez, con 60 por ciento.
A partir de ahí, todos los demás aspirantes están por debajo
del 50 por ciento en cuanto al conocimiento que de ellos tiene la población.
Por ejemplo, a Luis Walton dijeron conocerlo 54 por ciento
de los encuestados. A Adela Román, alcaldesa de Acapulco, 52 por ciento. Y al
delegado del gobierno federal para los programas sociales, Pablo Amílcar
Sandoval Ballesteros, únicamente 35 por ciento.
Esta variante es importante, pues eso implica que los que
estén por debajo de los 50 puntos, pero que tengan aspiraciones firmes al
gobierno del estado, deben comenzar a menearse por la entidad ya, para que
reposicionen su nombre.
Otro aspecto es el de la opinión que la gente tiene de las figuras políticas. Es
decir, que no basta que te conozcan, sino qué se dice de cada quien.
Y en este punto el presidente se mantiene con una opinión
“muy buena” por parte de los encuestados, seguido de Pablo Amílcar Sandoval,
con 32 por ciento de buena opinión; 16 por ciento regular, y 16 por ciento muy
mala, más 32 por ciento que no sabe (aquí aparece nuevamente el desconocimiento
de su figura). Su calificación global fue de más 16.
A Pablo, lo ubica menos gente que a Félix Salgado Macedonio
o a Manuel Añorve Baños, pero tienen mejor opinión de él.
En cambio, a Félix fue calificado con 30 puntos como muy
bueno; 23 puntos como regular; y 33 puntos como muy malo. El resultado es un
menos 3.
Añorve, por su parte, tiene 28 puntos como muy bueno; 21
como regular, y 40 como muy malo. Su resultado global es un menos 12.
Así las cosas en Morena, y en Guerrero.