Jaime Ojendiz Realeño
El cronista de la ciudad Rodrigo Campos Aburto y el artista
plástico Leonel Maciel presentaron sus recientes libros en el puerto. El
primero un diccionario de regionalismos, el otro, una compilación de su
trayectoria.
El evento se desarrolló durante el ocaso del pasado martes
en el Museo Arqueológico de la Costa Grande. El presentador Carlos Maciel
Sánchez consideró el libro de regionalismos “Así Hablamos los
zancas”, de Campos Aburto, como la representación de los pueblos
costeños, sus rasgos y sentido de pertenencia.
La obra revela las rutinas que definen la personalidad de
los costeños, y como se distinguen de otras poblaciones, la identidad se
muestra en su vestimenta gastronomía, relaciones productivas y culturales.
Las palabras que componen la obra, “son expresiones y
vocablos que unen el habla con la cultura, son la peculiaridad del léxico
costeño para marcar las diferencias con otros pueblos del país” y sostuvo
que el trabajo del cronista contribuye a la preservación y enriquecimiento de
la memoria colectiva.
La obra de Leonel Maciel, “El buscador
impenitente” recopila sus obras pictóricas, contiene su biografía, y la
trayectoria artística a nivel nacional e internacional, del originario de La
Soledad de Maciel, del municipio de Petatlán.
En su intervención, Maciel relató como el cronista lo invitó
a ilustrar el diccionario de regionalismos un día en que ambos estaban poseídos
por los Centzon Totochtin; “estábamos tomando unas copas y resulta que
alumbrado por el alcohol me dice: oye te voy a leer algo, primero dije de que
chingados me está hablando porque no entendía nada. Cada quien se fue a sus
casas y al siguiente día nos vimos y nadie se acordaba de lo que hablamos hasta
que alguien nos los recordó”.
La obra, es un vocabulario de la región de la Costa Grande,
“con dibujos que van para todos ustedes, tal ves no leen el texto pero se
van a divertir con los monitos”.
En su mensaje, Rodrigo Campos Aburto, citó que el
regionalismo más difundido es zanca, una palabra de uso común pero que visitantes
no entienden, “se usa para saludar o por empatía, o en diminutivo, yo lo
escribo con letra z porque me gusta, la podemos escribir como se nos de la gana
porque no hay una regla”.
Al final, el cronista pidió a los jóvenes a seguir usando
esas palabras que son parte de la identidad de los zihuatanejenses.