Ruth Tamayo Hernández
Agrede maniático con
ácido a saxofonista mixteca
“Nunca
debes perder: tu forma de ser, tu esencia, la humildad de tu alma, la voz de tu
corazón, el respeto a ti mismo y el valor por la vida”: Leo Pavoni.
Mis
estimados, políticos de diferentes colores e ideologías partidistas, les
advertí en este espacio que estuvieran alertas a todo movimiento, pues el
horizonte para varios de ustedes se ve muy nublado, se divisa fuerte la
tormenta, porque el destino está alcanzando a muchos que pensaron que se irían
con las manos llenas, a disfrutar sus millones robados y obtenidos bajo
soborno, sin ser molestados.
Resulta
que el largo brazo de la justicia ya está sobre de ellos, y por lo menos ayer
fuimos sorprendidos gratamente con la detención en Texas, Estados Unidos, de
Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe
Calderón Hinojosa, y ex jefe de la Agencia Federal de Investigaciones durante
el gobierno de Vicente Fox Quesada.
Es
decir, que en García Luna se resume la corrupción policial que ensució a los
dos sexenios panistas, y es necesario que se profundice en ello para determinar
hasta qué grado, tanto Fox como Felipe Calderón son culpables de todas las
muertes y desapariciones que se registraron en su negro periodo y hasta la
fecha.
Se
comprueba con esto, también, lo que expuso la periodista Anabel Hernández, con
relación a la fuga de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo Guzmán”, de la cárcel de
Puente Grande, Jalisco, justo al comienzo del gobierno de Vicente Fox. El capo
diría al General Arturo Acosta Chaparro que pagó por su libertad 20 millones de
pesos al guanajuatense, y una vez en libertad El Chapo retomó su carrera
delictiva, enfrentándose a otros cárteles para retomar sus territorios y
conquistar otros.
Con
Felipe Calderón se simuló una guerra para controlar a los cárteles, pero en
realidad nunca se tuvo esa intención. Tan es así, que el jefe policiaco de Fox
pasó a ser el jefe de Seguridad de Calderón, y las denuncias de que agarraron
dinero por varios frentes están vigentes.
Así,
mientras Calderón agarraba dinero de Estados Unidos mediante la Iniciativa
Mérida, y se quejaba de que los gobernadores le boicotearon su plan de
seguridad, su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, recaudaba
millones de dólares de todos los cárteles, pero sobre todo el del Chapo y de
los hermanos Beltrán Leyva.
Pero
lo más sorprendente del deprimido cuadro, es la manera en que Felipe Calderón
Hinojosa se deslindó de él, al conocer la detención de su ex jefe de seguridad
pública. El ex presidente de inmediato se refugió en su rincón de las redes
sociales, y bien escondido como los abejones dijo unas palabras para desconocer
a su ex funcionario, indicando que es respetuoso de la ley.
Pero
aguas don Felipe Calderón, porque puede usted ser el siguiente detenido. Ya ven
lo que dice el refrán, que cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pongas
las tuyas a remojar.
Funcionarios
que tengan cola que les pisen, pórtense bien, porque los güeros desabridos los
están vigilando y se relamen los bigotes por venir por ustedes hasta este bello
país. No hagan cosas malas que parezcan buenas, ni buenas que parezcan malas, no
se confíen, sobre aviso no hay engaño, pues el mensaje de la detención de
García Luna, va para todos, franciscanos y azabaches, pues todos sabemos que no
hay nada oculto del cielo a la tierra, todo se sabe bien rápido y más con esas
canijas redes sociales.
Así
que el que piensa que la justicia tarda en llegar, no se preocupen, señores,
esa justicia nunca llega tarde.
Les
decía que en el caso García Luna, fue aun más asombrosa la actuación rápida de
la Fiscalía General de la República (FGR), pues en cuanto se enteraron los
funcionarios de la detención de García Luna, de inmediato comenzaron a preparar
la tarjeta de investigación que han integrado por la probable comisión de
diversos delitos, están incorporando las investigaciones y las pruebas que han
tramitado las autoridades estadunidenses, y una vez que tengan integrada la
carpeta de investigación, solicitarán al juez de control competente la orden de
aprehensión con fines de extradición en contra de Genaro García Luna, de
acuerdo con lo que anunció la FGR.
¡Cuánta
prontitud de la dependencia! Hasta nos dejan atónitos con la rapidez que
integraron la carpeta.
Ojalá
que actuara de esa misma forma la dependencia con otros delitos graves y otros
delincuentes, y también contra ex funcionarios corruptos mal nacidos que sólo
por tener poder político y económico se conducen por la vida con impunidad,
destruyendo vidas humanas, sin que ninguna autoridad les ponga un alto.
Y
hablando de malnacidos, les comento, mis estimados, que ayer martes diversos
medios revelaron el viacrucis que está viviendo una talentosa saxofonista
mixteca, de nombre María Elena Ríos Ortiz, quien fue atacada con ácido por un
sujeto, y responsabilizan de ello a un empresario y político vinculado al PRI,
de nombre Juan Vera Carrizal, por lo cual la joven fue amenazada de muerte.
En
su momento, Vera Carrizal, empresario local gasolinero y ex diputado local del
Partido Revolucionario Institucional, aceptó que conocía a María Elena pero que
él no tenía nada que ver en su ataque. “María Elena Ríos trabajó conmigo y
tenemos una amistad, pero eso no implica nada. Si tienes un estilo de vida sano,
así te va, pero si tienes un estilo de vida fuera de lo normal vas a tener
problemas. Yo siempre me he comportado de la mejor manera mirando a la gente a
los ojos. Que la Fiscalía investigue y que capturen a la persona que hizo el
atroz hecho”, aseguró.
Sin
embargo, cuenta la noticia que la chica tiene 26 años y se fracturó estando en
su casa en la ciudad de Huajuapan de León. En esas condiciones, cuando iba
llegando a su casa en compañía de su mamá, un hombre la roció con ácido en el
cuerpo. Según datos oficiales, éste es el primer ataque de este tipo
documentado en Oaxaca y el cuarto a nivel nacional.
El
11 de septiembre pasado, el mundo de María Elena se oscureció como la noche; la
chica se dedicaba a la música y hoy se debate entre la vida y la muerte, en el
hospital civil Aurelio Valdivieso, una clínica que se compadeció de los
familiares de la chica para darle atención, pues por órdenes del poderoso
funcionario y ex diputado local de ese estado, del que no revelaban su nombre
los familiares por el miedo que tienen que vaya y mate a su hija, pues según la
familia en el celular de María Elena Ríos hay amenazas de muerte por parte del
poderoso empresario y ex diputado.
Pero
eso no es lo peor, sino que todas las autoridades están sometidas por este infame
malnacido. Ministerios públicos, abogados, policías, a todos los tiene
comprados y se hace su ley. Es el mañoso del pueblo.
¡Qué
poderoso ha de ser ese méndigo cobarde! Lo cierto es que es una gallina culeca,
porque ni valor tuvo de cometer el delito, sino que mandó a sus testaferros a matar
a la chica, porque a él le faltaron bolas para hacerlo.
Lo
que cuenta la familia de la chica hierve la sangre de coraje. Como ella se
dedica a la música y además es muy bonita la muchacha y conocía a mucha gente de
la política de primer nivel -y no duden que también al gobernador ya lo había
deleitando con su música- pero ahora que ella necesitó de su ayuda, todos le
dieron la espalda a la familia, ninguno contestó el teléfono.
¿Cómo
fregados van a contestar, si el autor intelectual del delito es un ex diputado?
De tontos se ponen en su contra, ya ven que perro con perro no se muerde, se
cubren la vasca para después tragársela juntos.
En
la narración se entiende que María Elena Ríos fue pretendida por el tipo y lo
rechazó, y eso le dio coraje y la mandó bañar con ácido, porque aparte -según
testimonio de la familia- el tipo que ellos señalan como poderoso empresario,
se mueve en los más altos cirulos del poder, para que nadie le brinde atención
a la muchacha.
Incluso,
la titular de la Secretaría de la Mujer, Ana Vázquez Colmenares, buscada dar
celeridad a la investigación pero también la funcionaria le tiene miedo al
exdiputado, porque dicen que es poderoso y lo protegen las altas esferas del
poder.
Y
miren hasta dónde llega el caso y por ende el temor de la familia: ellas
cuentan que cuando visitó Huajuapan el presidente Andrés Manuel López Obrador,
fueron a verlo y a pedirle ayuda, el mandatario los escuchó, dejó una promesa y
turnó el asunto a una funcionaria del gobierno federal en la entidad, quien
hasta el momento no ha atendido la instrucción presidencial, argumentando que
se trata de un asunto que compete al gobierno local, a pesar de que la
violencia de género y su erradicación es un compromiso de la federación.
Y
la funcionaria solucionó el tema bloqueando de su celular a la familia de Ríos
Ortiz.
Seguro
el mandatario federal va a leer la nota porque es uno de esos presidentes que lee
los diarios, y que se dé cuenta como uno de sus funcionarios incumplió una
orden.
Esa
canija funcionaria olvidó que donde manda capitán no gobierna marinero.
Así
las cosas, mis estimados, la familia vive un viacrucis horrible porque además
son de bajos recursos y la atención que requiere la saxofonista es
especializada para tratar sus quemaduras, y no la hay en ese hospital. Por eso
ellos piden ayuda porque su familia no pueden sacarla de ese hospital porque no
tienen dinero para trasladarla a una clínica especializada para personas
quemadas, pues le tienen que injertar piel de su mismo cuerpo para
reconstruirle el rostro.
También
la familia pide que el caso de María Elena se turne a la Federación, para que
se atienda por perspectiva de género.
Así
mismo, reveló la familia de la chica que ellos tienen un retrato del agresor
material, cuya identidad también fue captada en cámaras de vigilancia: “Tememos
por nuestra seguridad y la de María Elena. Hemos recibido llamadas y sabemos
que estamos luchando contra alguien cuyo poder se mueve con el dinero. Por eso
pedimos ayuda, que no olviden el caso, que atiendan a nuestro llamando”,
suplican.
¡Uuuuufff!,
creí que esos sucesos sólo pasaban en películas de terror. Nada ha cambiado con
la violencia de género; a pesar de los discursos oficiales, la historia se
repite diariamente con acciones inhumanas contra las mujeres. Aquí tienen,
señores funcionarios, otra alerta roja, pongan atención al caso antes que este
malnacido mande matar a la chica al hospital, pues es un homicida, ya dio muestra
de ello y no esperen a que la mate para que luego digan que ya ustedes conocen
al autor material del caso, como andan haciendo con el homicida psicópata Juan
Carlos García, ex esposo y asesino material de Abril, la muchacha matada en
pleno 25 de noviembre en la Ciudad de México, y siguen dándole vueltas al
asunto para enviar la orden de aprehensión y mandar al asesino material de la
joven madre a la cárcel, y que ahí se pudra el desdichado ese.
Ojo,
señores funcionarios federales, acudan inmediatamente al llamando de la familia
de María Elena Ríos Ortiz, la chica está en peligro de muerte.