Lilia Arellano
Presupuesto optimista y…
¿fallido?
PPEF 2020 es “optimista,
precario y ortodoxo”
Barbas remojando:
Osorio, Ochoa, Neme, Joaquín
Un optimismo desbordante y fallas evidentes y garrafales se
exhibieron en la propuesta de paquete económico para 2020, entregado el domingo
por el secretario de Hacienda, Arturo Herrera a la Cámara de Diputados: prevé
que el año próximo el Producto Interno Bruto (PIB) crezca más de 2 por ciento,
por arriba del sobreestimado 0.9% que aún mantienen para 2019, cuando el Banco
de México lo sitúa entre 0.2 y 0.7%. En los criterios de política económica,
estima también una inflación de 3%; un tipo de cambio de 20 pesos por dólar; un
precio del petróleo de 49 dólares por barril; y una plataforma de producción de
crudo total de mil 951 millones de barriles diarios. No son metas realistas
vista la importante desaceleración de la economía de este año, a lo cual se le suma
una inflación subyacente “persistentemente alta”, presiones del tipo de cambio
y un aumento en la percepción del riesgo-país. Además del adverso entorno
internacional y los errores en el manejo interno de la administración federal.
El sector financiero y empresarial del país, al igual que
otras esferas productivas, ven con desconfianza el paquete económico presentado
por Herrera, y esperan los diputados federales puedan hacer los ajustes
requeridos, claro, si los deja la apabullante mayoría de Morena y sus aliados
en San Lázaro. El presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio
Exterior (Comce), Valentín Díez Morodo, ya adelantó: se debe “ser optimista,
tener calma y mucha fe” y buscar el año próximo el crecimiento del 2 por
ciento. Más vale ser realista, dijo ante las estimaciones de la SHCP de que
este año se crecerá entre 0.6 y 1.2% y para el 2020 entre 1.5 y 2.5%. Se
reservó dar más opiniones en una entrevista en la Secretaría de Economía, donde
informó los ejecutivos del Comce analizarán el paquete económico.
También la Confederación Patronal de la República Mexicana
(Coparmex) consideró como preocupante el Proyecto de Presupuesto de Egresos de
la Federación, al calificarlo de demasiado optimista, con un equilibrio
precario y una visión bastante ortodoxa. Gustavo de Hoyos, líder del organismo,
sostuvo en entrevista televisiva: presenta un “equilibrio precario, parte de la
premisa de que todo va a salir bien, de que en el ámbito internacional no va a
haber ningún sobresalto, de que se puede mantener un crecimiento importante en
la producción petrolera, en que se logre contener la inflación y que haya un
crecimiento por encima del que han previsto los analistas”. También subrayó la
parte más importante del presupuesto se está yendo a programas sociales, que
aunque importantes son paliativos, son aspirinas para las condiciones de
pobreza que tenemos en el país.
Alcanzar el éxito es crucial no sólo para el gobierno de
Andrés Manuel López Obrador, sino para todos los mexicanos, pero sobre todo
para el futuro de su proyecto político. Estancamiento económico, inseguridad
pública a grados superlativos no vistos en los últimos sexenios y fallas
garrafales en el otorgamiento del mentado bienestar social, son los retos a
enfrentar el presente y el próximo año para el gobierno de la Cuarta
Transformación y el partido Morena, y de los resultados alcanzados también en
el combate real a la corrupción y el despegue de la economía nacional pese a la
austeridad republicana, a finales de año dependerá puedan mantener el control
del Congreso de la Unión, y las gubernaturas en disputa en ese importante año
electoral: Colima, Guerrero, Michoacán, Querétaro, Sinaloa, San Luis Potosí,
Nayarit, Campeche, Sonora, Zacatecas, Baja California Sur, Chihuahua, Tlaxcala.
El Paquete olvida los riesgos inmediatos: que no se logre la
ratificación del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC); que las
calificadoras de crédito reduzcan la nota de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de
la deuda soberana; y una mayor debilidad de la inversión privada. Además,
persiste la incertidumbre, especialmente en relación con los factores internos,
y los especialistas del sector privado consultados por el Banco central esperan
una brecha de producción negativa para el resto de este año y el próximo. No se
observa a simple vista se corrijan los factores internos los cuales están
afectando el desempeño de la economía. No se ve la implementación de políticas
las cuales conduzcan a un aumento de la productividad, no se registra el
fomento de condiciones adecuadas para aumentar la inversión privada y, en
general, mejorar la confianza en las perspectivas de la economía y el marco
institucional.
Energía prioritaria,
pero preocupa Pemex
Pemex sigue siendo una fuente de preocupación para los
inversionistas y empresarios. El Plan de Negocios presentado en julio pasado
“no disipó la angustia por las perspectivas financieras de la empresa”. No se
ve factible se alcance la producción de petróleo y el remplazo de reservas con
que está manejándose el gobierno. Javier Guzmán Calafell, subgobernador del
Banco de México (BdeM), en una presentación a integrantes de la Cámara de
Comercio de México y Estados Unidos, destacó los mercados no descartan una
rebaja adicional a la nota crediticia de la empresa productiva del Estado y los
efectos que esta política tenga también en las finanzas públicas.
Ante estas inquietudes, Arturo Herrera destacó en la Cámara
de Diputados destinarán a Pemex 86 mil millones de pesos, con objeto de
continuar con la recuperación de la empresa. De ese monto, 46 mil millones
corresponderán a capitalización de la petrolera y el resto a la disminución del
derecho asociado a la extracción y exploración. Subrayó para este año se
anticipará la liberación de 100 mil millones de pesos de licitaciones asociadas,
en una medida que permita, con el presupuesto vigente, un impacto para frenar
la desaceleración económica.
Por cierto, Pemex desmintió al presidente al informar no se
ha abatido el huachicoleo en el porcentaje informado por el tabasqueño en su
clásica mañanera. Y si se checan los números fríamente, nada ha cambiado ni
cambiará hasta en tanto no se desconecte la manguera que a diario roba un
millón de barriles, misma operada por un romántico esbirro del intocable Carlos
Romero Deschamps. Camionetitas y tambitos no hacen los volúmenes de robo de
combustible reportados. Esta situación es similar a la de las drogas, mucho
escándalo pero a la hora de los números, nada de nada.
En cuanto a las reasignaciones, el menos uno por ciento al
que pertenecen los multimillonarios les toca mucho, alcanzando inclusive la
bendición presidencial anticipada a sus concesiones y con ello, utilidades
mayores; también hay más que suficientes recursos para darles ayuda a 65
millones de mexicanos en pobreza extrema. A la clase media al igual que a la
pequeña y mediana industria y comercio así como a la clase media le recetan una
persecución fiscal con amenaza de trato de delincuente, mafioso y lo que se
acumule dentro de las características de terrorismo, le brindan un catálogo con
aumento a los precios de cigarros, refrescos, bebidas con endulzantes,
etcétera, así como a los medicamentos, sobre todo aquellos desaparecidos en los
hospitales públicos. ¡Viva el cambio sin roqueseñal!