Kosmos impuso condiciones

ALDO VALDEZ SEGURA

La escuadra de Kosmos tuvo prisa por terminar su compromiso de la fecha 19 de la liga municipal de volibol en su categoría de tercera, así que en dos set derrotaron al Deportivo Flores, encuentro que tuvo como escenario la cancha 3 del pabellón de la unidad deportiva.

Desde el saque inicial, fue el equipo de Kosmos quienes enviaron los mejores remates que dieron en terreno rival, la defensiva del Deportivo Flores fue muy complaciente, no pudieron hacer nada para evitar que el balón cayera en su terreno, Kosmos tomo ventaja 25/16.

Para el segundo set, Deportivo Flores puso el pie en el acelerador, enviaron bombazos que dieron en el blanco, querían empatar a como diera lugar pero Kosmos no se los permitió, aquí terminaron con todo, 25/23, con este resultado escalan posiciones en el torneo.

Azul Ixtapa cayó ante Grúas Ápside

ALDO VALDEZ SEGURA

Grúas Ápside se llevó a casa los puntos que dejó la última jornada del torneo regular de la liga Premier de futbol en su categoría libre al derrotar por goleada de 4-2 al Azul Ixtapa, escuadra que le puso intensidad, tanto que fueron expulsados tres jugadores.

Dicho cotejo se desarrolló en el campo 1 de Blanco. Una primera mitad muy movida, en donde los dos equipos se fueron con todo al ataque en busca de los goles, la intensidad nunca bajo, pero las más claras las tuvieron los delanteros de Grúas Ápside quienes dispararon a puerta en repetidas ocasiones.

La defensiva de Azul Ixtapa se defendió hasta con los dientes, pero nada pudieron hacer ante la calidad individual de los jugadores de Grúas, quienes tuvieron sus oportunidades y no las desaprovecharon, José Torrealba, Usiel Flores, Rolando Campos y Cesar Coria, fueron los anotadores, mientras que por los hoteleros marcaron; Francisco Galeana y Alejandro Baños.

Se desarrolló la jornada nueve en la liga Ejidal del Coacoyul

ALDO VALDEZ SEGURA

Duelos de alto voltaje y de poder a poder fue lo que se registraron en la jornada número nueve de la liga Ejidal del Coacoyul, los equipos se enfrascaron en una batalla en busca de la supremacía y sumar puntos para escalar posiciones, ya que la liguilla se encuentra muy cerca.

Deportivo Onelios no tuvo piedad alguna, sus delanteros salieron en su tarde y terminaron goleando 7-1 a un Deportivo Laguna que fue un blanco fácil, Taquería la Vicente no pudo contener el poderío que mostro al ataque la escuadra del Deportivo Tlahua, quienes se impusieron 3-1.

Nada fácil le resulto al Deportivo el 20 derrotar 2-1 al Coacoyul, Copreros y Zarco no se hicieron daño, igualaron a cero goles, así que no tuvieron de otra más que repartirse los puntos, Autoclima Gómez goleó 6-0 a Contramar, Deportivo Charly dio la sorpresa al imponerse 2-1 a Miguelito, mientras que Secret doblegó 3-2 a los Combinados.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

 “El viernes ocurrió algo muy importante”

Raymundo Riva Palacio

Una semana de ira creciente por las declaraciones de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, al acusar de “provocación” actos violentos violencia desatados por la frustración de que los feminicidios crezcan tanto como la impunidad, tuvo un primer colofón el viernes, con una marcha vespertina que se salió del control de las propias organizadoras, reflejada en los medios de manera crítica el sábado, y de abundante reflexión este lunes donde la prensa se llenó de explicaciones sobre el por qué había razones objetivas en el sedimento de la explosión.

El debate se abrió en diversas tribunas. Un pensamiento que invita a decodificar y entender el momento, apareció en la página en Facebook de Conversa Mujeres Mx, un proyecto colectivo de mujeres para dialogar y reflexionar:

“El viernes vivimos emociones muy fuertes. Nos miramos entre nosotras y nos descubrimos las unas a las otras… enojadas, rabiosas, desesperadas, unidas.

Tanto que juntas perdimos el miedo. Aunque fuera por unos instantes. Es interesante pensar sobre esto. Por unas cuantas horas, de verdad, no sentimos miedo estando en la calle. ¿Cuántos momentos al día pueden estar fuera de sus casas sin tener la alerta puesta? ¿Cuándo pueden estar en la calle sin estar pendientes del potencial peligro en algún lugar de su inconsciente?

“El viernes, por unos breves momentos, la calle fue nuestra. Descubrimos que juntas somos muy fuertes. Descubrimos en la otra la rabia de una, y eso nos hizo sentir menos solas. Vimos en los ojos de desconocidas sentimientos que conocemos perfectamente. Sentimientos que nos acompañan allá donde vamos.

“Me pregunto, hermanas, quiénes se creen que somos aquellos que comentan con tanto odio hacia nosotras. De dónde creen que salimos, qué creen que buscamos para que discursen así. Quizá no sepan que somos mujeres normales, de su día a día. Somos su vecina, su prima, su amiga, su alumna, o su maestra, somos la becaria, la panadera, la trabajadora de la limpieza, la que trabaja en su propia casa, la que abrió un negocio, la que despidieron ayer que te caía tan bien, la que te atiende en el hospital cuando te enfermas, la que te vende boletos en la taquilla del cine, la que hace las películas que ves en el cine, la que trabaja en recursos humanos de tu empresa, la que te lleva en uber…

“No, no somos alienígenas buscando joderles la ciudad, ni tampoco terroristas, no somos un grupo de mujeres despechadas, no somos un grupo de mujeres vengativas, no somos un grupo de mujeres incoherentes (somos muchas, eso debería darte una pista), no somos un grupo de narcos ni mujeres que quieren hacer dinero vendiendo cuerpos de hombres, ni tampoco un grupo de locas. Somos las mujeres de sus vidas. Aunque no lo soporten.

“Ojalá miraran a su alrededor, en sus escuelas, sus trabajos, sus familias, en sus redes sociales… a sus amigas y les dieran, al menos, el beneficio de la duda. Ojalá se preguntaran: ¿Qué será tan grave como para que un grupo inmenso de mujeres desconocidas entre sí, se organicen para vandalizar mi ciudad? ¿Qué nos quieren decir con tanta rabia que han llegado a ese nivel? ¿Qué les molesta tanto que se han expuesto así? ¿Cuánto tiempo llevaban intentando hacerse escuchar? ¿Cuàntas marchas pacifistas, cuántas peticiones al Gobierno, cuàntas organizaciones, cuántos comunicados?

“Me pregunto si podrán hacerse una idea de la valentía que supone enfrentarse a todos para luchar por nuestras vidas. Porque 10 feminicidios al día suponen, literalmente, un genocidio silencioso. Me pregunto, compañeras, si se han percatado que este también es un problema de clase. Porque, claro, David, el estudiante de Comunicación de la Ibero no empatiza con este problema, porque sus amigas no han desaparcido; incluso Daniela, tu compañera de trabajo que dice que ni machismo ni feminismo, no ha entendido que este problema también le afecta a ella, porque no tiene amigas que se fueran un día a la escuela y no regresaran. Porque son 10 mujeres al día menos pero en la prensa hacen eco como 2 al mes. Quizá es que ninguno de ellos se da cuenta de que esa cifra no es solo una cifra. Son 10 vidas menos, pero de cuerpos que tienen menos valor que los suyos. Tan poco valor que nadie està haciendo nada. Tan poco valor que les prece escandaloso vandalizar una ciudad o quemar una comisaría por exigir que se detenga la masacre.

“Quizá ellos no tengan miedo y ellas achaquen su miedo a cosas individuales. Pero el viernes, hermanas, ocurrió algo muy importante que no debemos dejar que nos arrebaten. El viernes nos descubirmos las unas a las otras, poderosas. Y si perdemos ese sentimiento, si nos olvidamos de lo que vivimos el viernes, vamos a volver atrás. Y no podemos permitirlo. El viernes descubirmos que hay mujeres que están dispuestas a llegar a donde haga falta por nosotras. ¿Y qué hay màs hermoso que eso?. El viernes hubo tanto pinche amor que nos descubrimos y ahora no podemos volver a cubrirnos.

“Spread the word. Ahora más que nunca. Júntense. Hagan colectivos, organícense. En sus escuelas, en sus barrios, en sus casas. No nos van a porteger ellos, no nos van a cuidar, no nos van a salvar. Nos tenemos que salvar nosotras y el viernes entendimos que sí podemos hacerlo. Si la guerra es por la vida, estamos dispuestas a hacerla. Porque sin guerra las que morimos somos nosotras. La paz solo es paz para algunos privilegiados que se enfurecen porque una vez al año sintieron la rabia que sentimos nosotras a diario. Y eso, que lo tocamos fue un monumento”.

Pensemos. Aprendamos. Entendamos.

rrivaalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

Editorial

Rosario Robles, la apuesta de la fiscalía

El caso contra Rosario Robles, lance legal que por primera vez en la historia política moderna colocó a una exsecretaria de Estado en la cárcel, así sea de manera preventiva, deja aún la sensación de eventual impunidad, una opinión más o menos generalizada de que, como ocurrió con casos como el de Elba Esther Gordillo, se resolverá en libertad, bajo la idea de que la Fiscalía General de la República (FGR) no logre acreditar más delitos de aquel por el que la tiene en prisión o incurra en errores que violen garantías de la exfuncionaria.

La apuesta de la fiscalía –que, aun siendo autónoma, inevitablemente es asociada con el rumbo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador centrado discursivamente en erradicar la corrupción— es a la ampliación de imputaciones, una suerte de, digamos, caso buscador que surtió efectos tempranos.

La extitular de las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), testificó en su defensa lo que se esperaba tardaría: el conocimiento del expresidente Enrique Peña Nieto de un esquema de desvío de recursos por más de 5 mil millones, así como de José Antonio Meade, quien la relevó en la dependencia y candidato del PRI a la presidencia en 2018.

Para esto, la elite del peñanietismo ya afrontaba otros casos: los generales Sócrates Herrera y León Trawitz, por robo de combustible, este último cercanísimo al expresidente pues tuvo a su cargo su seguridad personal entre 2005 y la campaña presidencial; el de Fertimex, que persigue al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya y, aparentemente el del abogado Juan Collado.

Pero ninguno de esos asuntos implicaba directamente a alguien del gabinete legal y, aun con las muchas sospechas, ninguno por lo pronto, al expresidente.

Por esa dimensión, el caso pasó por las manos del fiscal General, Alejandro Gertz Manero, antes de que la petición de audiencia se gestionara al juez el 25 de julio. La indagación había iniciado con sigilo la tercera semana de enero, cuando la FGR solicitó a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que remitiera los informes en que fundaron la denuncia, pues las carpetas de investigación heredadas de la gestión de Alberto Elías Beltrán, estaban en absoluto desorden y, prácticamente, congeladas.

El equipo de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos y Contra la Administración de Justicia, debía superar las taras de la especialización del esquema de desvío, perpetrado durante la titularidad de Robles en la Sedesol y la Sedatu. Fue entonces cuando un equipo de la ASF, como denunciante, se sumó a la integración de la carpeta de investigación.

Una segunda barrera se imponía por las cuentas concentradoras a partir de las cuales era difícil establecer las rutas del dinero. Así fue como la Unidad de Inteligencia Financiera de la secretaría de Hacienda se involucró en el asunto, aunque la fiscalía cuidó que su titular, Santiago Nieto Castillo, evitara saber los tiempos y estrategias, por temor a que, como ocurrió con el caso de Emilio Lozoya, se anticipara en medios a la audiencia de imputación.

Con los datos ya integrados y autorizada la audiencia, comenzó la encerrona el 1 de agosto: el equipo de la FGR y otros diez empleados de la ASF, repasaron todas las estrategias posibles de la defensa de Rosario –que estimaban integraría a dos despachos y una veintena de abogados– a fin de llegar preparados a la audiencia de imputación. De algún modo la defensa lo supo, por lo que el miércoles 7, previo a la diligencia, la defensa de Rosario intentó mediante un amparo, sacar a la ASF del caso de tal suerte que parecía, “traían preparado el sketch para dejarla en prisión”, como afirmo el defensor Julio Hernández Barros.

La estrategia de la FGR funcionó y, en lugar de imputarle el desvío de más de 5 mil millones de pesos, optó -como se comentó en este espacio el pasado lunes- por el delito de ejercicio indebido del servicio público en la modalidad de no informar a su superior jerárquico que, como anticipaba el semanario Proceso, apuntaba a la implicación de Peña Nieto.

Santiago Nieto no resistió la tentación de anunciar que estaba ya integrando una denuncia. Tan proclive a los reflectores, había quedado sin protagonismo en el caso de más alto impacto hasta ahora para el peñanietismo y del primero que coloca al expresidente ante la eventualidad de ser citado.

Si Rosario ya quedó interna en Santa Martha Acatitla, el mensaje es a los implicados de menor nivel jerárquico para que acepten declarar a cambio de beneficios, e inclusive, reducción de sentencias.

La FGR, se juega en este caso –estimado para dos años de acciones– su prestigio, que depende de evitar la impunidad y los errores procedimentales a los que la instancia, históricamente, nos tiene acostumbrados.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Por si nadie ahí arriba en las altas esferas del gobierno se ha dado cuenta, a nivel internacional ya se anuncia que México vive una pandemia de feminicidios. Detrás de este fenómeno se esconde algo más que el machismo (que siempre lo hemos padecido, claro), y se antoja que hay una red de secuestro, trata, muerte y tráfico de órganos en

A nivel nacional el panorama es desalentador, ya que actualmente 56% del territorio cuenta con la Alerta de Violencia de Género. Pese a ello, los resultados son nulos.

Los gobiernos estatales y los municipios, así como el gobierno federal, se han visto incapaces de atajar este nuevo flagelo, a diferencia de lo que sucedió con el secuestro, por el que se diseñó una estrategia que a la postre resultó efectiva.

La marcha de mujeres indignadas por la violación de una joven a manos de policías de la Ciudad de México, que derivó en destrozos en una estación del metro, y pintas en monumentos históricos como El Ángel de la Independencia, trae a colación este problema en el que los organismos defensores de los derechos humanos –y no sólo las feministas-, han estado haciendo hicapié, pero sin muchos resultados.

A diferencia de  lo que sucedió con el secuestro, la matanza de mujeres en el país no ha levantado de sus asientos a los funcionarios públicos, de todos los niveles. Al contrario, por muchos años los gobiernos estatales se resistieron a adoptar la alerta de género, argumentando que eso sería contraproducente para sus economías.

Las confesiones de asesinos seriales de mujeres son aterradoras. El secuestro de chicas que luego son halladas muertas, no han sacado de la indiferencia al pueblo mexicano, tampoco a los analistas políticos y menos a los miembros de los partidos.

Si acaso hay una reacción igualmente violenta en redes sociales contra los feminicidas, pero hasta ahí. Se observa, incluso, que las noticias que hablan de muerte de mujeres, han trivializado el asunto aún más, pues la gente se desfoga mentando madres en la sección de comentarios de las redes, pero eso no impacta por ningún lado. Sirve todo eso solamente como un desfogue, pero también –paradógicamente-, para ir aleccionando a la sociedad acerca de esta nueva realidad, al punto de hacerla indiferente.

Los estudiosos del fenómeno de violencia comienzan apenas a poner sus ojos en este terrible delito, y pretenden esclarecer y atacar las causas más profundas, además de las obvias, como la cultura machista y la impunidad.

En esto del feminicidio, ocurre lo mismo que con los cadáveres de las infortunadas mujeres: son sólo cifras que se enfrían demasiado rápido.

Psicológicamente hablando, reconozco lo que asume una socióloga que fue entrevistada por un medio nacional: Que “una sociedad que se acostumbra a vivir con los niveles de violencia que se registran en México, es forzosamente una sociedad enferma”.

Y así es. Tanto, que las mujeres cuya indignación llegó al tope en la capital del país, fueron azotadas doblemente en redes sociales y en medios formales, acusándolas de violentas. Y así se perdió la meta de denunciar un abuso policial, para poner en primer lugar las pintas, los gritos y destrozos de las mujeres que se solidarizaron con la agraviada.

Las protestas no están moviendo al gobierno. Los colectivos están haciendo su parte, incluso están incurriendo en desesperación y vandalismo, como sucedió el pasado viernes.

Al contrario, nos sorprende que no haya habido más protestas de este tipo por el feminicidio, siendo éste un delito tan atroz y tan de alto impacto social y político.

¿Qué sucede? Pues que las que mueren no son de los que tienen voz. Son mujeres jóvenes con niveles bajos de educación. Mujeres de barrios bajos.

Es distinto a cuando asesinan al hijo de algún potentado o intelectual, o político.

Recordemos que en el tema de los secuestros fue distinto: en la administración pasada hubo una estrategia nacional antisecuestro, con algún grado de éxito. Y es porque el secuestro le pegó a la gente de dinero y tenían la capacidad de movilizar a las autoridades.

Sólo en México se cometieron 671 feminicidios durante ese año. Pero en 2018, fueron asesinadas 3,663 mujeres (¡10 cada día!)

Pese a estas escandalosas cifras impunidad que rodea este tipo de casos es indignante: sólo el 10% de los feminicidios han recibido una sentencia condenatoria.

Y la tendencia es la misma a lo largo de los años: mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, muertas a golpes, por asfixia o con arma blanca.

Pero, ahora los feminicidios están saltando a los espacios públicos, y las muertes se dan con armas de fuego.

El asunto empeora y, sin embargo, los gobiernos no se inmutan.

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