Ruth Tamayo Hernández
Senado, cuna de lobos
Varios políticos comienzan
cruzadas
“La
naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la
prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad”: Nicolás Maquiavelo.
Bien
pronto, mis estimados, el senador Martí Batres y Ricardo Monreal, mostraron el
cobre y de qué están hechos ambos legisladores. En ninguno de los dos hubo
cordura; ni uno ni otro pudieron con el poder que ostentan en el Senado, y
rompieron peinetas los senadores.
Bastó
el cambio de la Mesa Directiva del Senado, para que ambos legisladores
enseñaran el cobre; incluso, hasta a la ofensa llegaron, ya que Batres señaló a
Ricardo Monreal de ser un factor de división en Morena y de haberle clavado un
puñal por la espalda. ¿Qué tal?
El
senador Martí Batres olvidó que la ropa sucia se lava en casa, y que por más
razón que tenga no debió despotricar sandeces que pueden ser usadas en su
contra. Por eso cuando una persona está enojada, es mejor callarse, pues Batres
dio a conocer su ambición por el poder con todo lo que dijo, ya que sin medir
palabras le dio un buen puntapié al senador Monreal.
Bien
dice el dicho popular, que para que la acuña apriete, tiene que ser del mismo
palo.
El
senador Batres abrió la cortina del Senado para que los ciudadanos veamos cómo
se cocinan las iniciativas en ese recinto dividido en grupos. A unos los
excluyen por ser del barrio pobre, jojojo; y otros, por ser amigos de los ricos
son aceptados. Qué maravillas nos enseñan los de la Cuarta Trasformación.
El
grupo que comanda Monreal dio el primer golpe certero a Batres, y con eso le
dejó en claro dé qué cuero sale más correa.
Los
senadores del Grupo Monreal no le permitieron la reelección a Batres en la Mesa
Directiva del Senado. Le dijeron no. Y como niño berrinchudo, Martí desconoció
a la senadora Mónica Fernández, quien fue electa por la mayoría de senadores
para presidir el órgano de gobierno del Senado.
Qué
mal se vio Batres aferrado a la Mesa Directiva. Dijo que no respetaba el
resultado de esa elección, porque habían dejado votar al grupo parlamentario
del Partido Encuentro Social (PES), aliado del grupo mayoritario, e insistía
que si permitieron al PES votar, también debían dejar vota al grupo parlamentario
del Partido del Trabajo (PT), pues ese grupo pertenece al senador Batres.
Sin
embargo, a pesar de los jaloneos y dimes y diretes, no permitieron los
senadores que el grupo parlamentario del PT votara, y esa negativa enloqueció a
Batres y se fue a sacar su ¡fuaaa! a la red de Twitter, y ahí arrojó toda la
mugre contra Monreal, exhibiendo al zacatecano como un político faccioso
incapaz de encabezar un amplio movimiento.
“El
riesgo es que regresemos a las épocas del cacicazgo y el poder de un solo individuo”.
Escribió Martí Batres. ¡Ira pues! ¡No se mordería la lengua el senador? ¿Cómo
le llama a su reelección a la Mesa Directiva de la Cámara Alta? No la chifle,
senador, porque es encantada.
Qué
bueno que se le apareció Juan diego, y no lo dejaron reelegirse, porque de por
sí los morenos andan ensoberbecidos, no pueden con el poder, ni ellos se tragan.
Lo
bueno que la senadora Mónica Fernández, se puso en su papel y no hizo caso de los
berrinches de Martí Batres. Ni siquiera lo volteó a ver, no hizo caso de nada,
lo ignoró por completo. Dijo que ella había ganado por unanimidad en la bancada
de Morena, para presidir el Senado el próximo año. Recalcó que no hubo
necesidad de un proceso de elección para que una mujer presidiera el Senado,
pues las cuatro aspirantes al cargo, tres de ellas en la reunión, declinaron a su
favor. Les hablo de las senadoras Imelda Castro, Ana Lilia Rivera y Maribel
Villegas, “fui electa por unanimidad”, dijo Mónica Fernández.
“Si
Batres está enojado que se dirija a las instancias correspondientes, aquí
estuvieron los integrantes de la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena y
un notario público”, recalcó. Lo demás me vale sombrero. Jojojo. Esto es de mi
cosecha, pues ya me cayó bien la senadora tabasqueña, quien se puso firme y no
le tuvo miedo a Batres. Es tabasqueña, pues, por eso el carácter fuerte. Es ahijada
del jefe. Jejeje.
Así
las cosas, en el Senado, mis estimados. Y también en San Lázaro, bien pronto va
a explotar la bomba. Tal vez sea menos el destello en la Cámara Baja, porque el
diputado Porfió Muñoz Ledo ya dijo que se va, al menos que lo reelijan se
queda, pero no está aferrado al cargo, como otros.
De
plano el diputado Muñoz Ledo ya no puede, está muy mayor, porque el legislador
sí tiene uvas moradas y verdes para repartir, él si es buen político, lástima
que le ganó el tiempo, porque de lo contrario otro gallo le cantaría a México
en el ámbito político. El escenario partidista se percibiría diferente, porque
los verdaderos políticos ya no tienen fuerza para continuar en estos jales. Además,
quedan muy pocos, y los políticos jóvenes sienten que el mundo no los merece.
Todos
sabemos que los diputados y senadores que hoy están en las Cámara Alta y Baja,
provienen del PRD en su mayoría, y ninguno de ellos aportó dinero ni movió un
dedo para lograr que Morena alcanzara los votos que alcanzó. Y no señores, no
se miren por encima del hombro unos a otros, todos son iguales de arribistas y
fifís. Están donde están, por el efecto Obrador. Ya el tiempo los pondrá en su
lugar, todo lo que sube baja.
Es
que en serio los morenos perdieron la cabeza y sienten que ellos son perfectos
y la demás gente está mal porque milita en otro partido que no es Morena, y que
para que sean buenos tienen que irse a Morena; y el que no acepta lo ofenden diciendo
que es fifí, neoliberal perverso y ladrón. ¡Caray!
Los
guerrerenses estamos en medio de una guerra feroz de violencia por el crimen, y
todavía tenemos valor de pelear entre nosotros mismos por los partidos
políticos, y por un personaje en especial. Por nada vale la pena pelearse,
menos por un político, porque la familia es la familia, aunque pensemos
diferente.
Mis
estimados, si aman tanto al presidente AMLO, eso no les da derecho a ofender a
otros políticos que no tienen la capacidad del mandatario federal. ¡Qué manera
de ofenderse en las redes!
Si
un político aspira a gobernar Guerrero, tienen que ser de Morena para que sea
buen gobernante; perdón, pero no eso no garantiza que ese personaje sea buen
gobernante.
Es
cierto que hay hijos de políticos a los que no les costó llegar a gobernar
estados y municipios, porque sus padres los encumbraron; sin embargo, esos
políticos jóvenes también son buenos gobernantes, pero eso nunca lo van a
reconocer las personas obsesionadas por otros.
Por
cierto, ya circulan encuestas de personajes que aspiran a la gubernatura en el
estado de Guerrero. Son varios los nombres que conforman la lista, aunque con
muy bajos porcentajes de aceptación por parte de la gente. A eso agréguele que
son perfiles que no tienen mucha credibilidad ni seguidores, pero de todos
modos hacen ruido, y calientan la cabeza de los personajes que ahí mencionan.
Esas
estrategias de pagar encuestas para resaltar el nombre de un candidato, siempre
han existido. Ustedes saben que una empresa encuestadora autorizada cobra mucho
dinero; además, es muy pronto para ese tipo de búsquedas.
La
recomendación es que no suden calenturas por ahora, ni se peleen antes de
tiempo, menos denigren a la persona que busca un cargo de elección popular,
pues todos tienen derecho a hacerlo y para eso no necesitan maestrías ni
posgrados.
Nomás
volteen a ver al Senador Félix Macedonio, quien ha ocupado diferentes cargos
sin mucho esfuerzo, y para que remache el cuadro viene del PRD. Es válido si un
político aspira a un cargo, y si tiene dinero para medirse en el municipio o
estado que desee competir para gobernar, pues que busque una empresa encuestadora
y que se mida, es lo mejor ¿qué no?
Lo
que no es aceptable es que denigren a personajes que buscan un cargo del PRD o
PRI, llamándoles fifís, ladrones y corruptos. Porque dice un refrán que la
política es el arte de tragar mierda sin hacer gestos. Entonces, todo el que se
involucra en este negocio se mancha; y como reza otro viejo refrán: El que con
lobos anda a aullar se enseña. Así dice el dicho.