César Antonio Aguirre Noyola
“Un maravilloso rinconcito del Pacífico guerrerense”
CAPÍTULO PRIMERO
LA TOPONIMIA
El náhuatl fue la lengua nacional del territorio que hoy es México y que desborda hasta América Central, a pesar de que los pobladores regionales de aquí y de allá hablaron idiomas diferentes. Después de la invasión europea del continente, el español fue suplantando a la lengua materna hasta que, despojado paulatinamente de su propiedad de vehículo social, llegó a ser considerado lengua muerta.
Los conquistadores se dedicaron a destruir los monumentos escritos de los pueblos vencidos, desterraban su idioma e imponían el uso del español (quien se resistía era severamente castigado); no obstante lo anterior, discretamente seguían comunicándose en náhuatl, y gracias a ello, pasando de una época a otra, la lengua aún pervive en diversos grupos diseminados en algunos estados de la República Mexicana: México, Tlaxcala, Guerrero, Puebla, Jalisco, Sinaloa, Chihuahua, San Luís Potosí, Colima, en parte de Durango, en la zona costera de Michoacán, así como en diversas localidades de Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Tabasco; además, se prolonga más allá de la frontera sur de nuestro país, específicamente a territorios de Guatemala, Nicaragua y San Salvador.
Cuando se descorre el velo de la historia prehispánica de la nación, queda expuesto que el nombre atribuido a un lugar se determinaba principalmente obedeciendo a la forma de ser socialmente de sus pobladores, o sea, además de utilizarlo como símbolo del sitio, intentaron que describiera sus características o cuando menos que conservara alguna idea asociada a él (fisiografía, productos naturales, etcétera). En este sentido, los elementos predominantes en la configuración de aquellas denominaciones dentro de la lengua nahuatl, son atl, agua; apan, río; tepetl, cerro; tlan, locativo colectivo; tetl, piedra; teo, dios; entre otras.
La influencia del náhuatl en nuestro país se confirma al indagar sobre el origen de los nombres construidos para algunos estados federados, tales como Coahuila de Zaragoza, Colima, Chiapas, Jalisco, México, Oaxaca, Tlaxcala y Zacatecas.
En Guerrero más de las tres cuartas partes del total de sus municipios llevan implícita en la conformación de su nombre legalmente reconocido —plena o parcialmente— la impronta del náhuatl, algunos ejemplos de ello son Acapulco de Juárez, Acatepec, Ahuacuotzingo, Ajuchitlán del Progreso, Alcozauca de Guerrero, Alpoyeca, Apaxtla de Castrejón, Atenango del Río, Atlamajalcingo del Monte, Atlixtac, Atoyac de Álvarez, Ayutla de los Libres, Coahuayutla de José María Izazaga, Cochoapa el Grande, Cocula, Copala, Copalillo, Copanatoyac, Cuajinicuilapa, Cualac, Cuautepec, Cutzamala de Pinzón, Chilapa de Álvarez, Chilpancingo de los Bravo, Huamuxtitlán, Huitzuco de los Figueroa, Iguala de la Independencia, Igualapa, Iliatenco, Ixcateopan de Cuauhtémoc, Juchitán, Malinaltepec, Mártir de Cuilapan, Metlatónoc, Mochitlán, Olinalá, Ometepec, Petatlán, Pilcaya, Quechultenango, San Luís Acatlán, San Miguel Totolapan, Taxco de Alarcón, Tecoanapa, Técpan de Galeana, Teloloapan, Tepecoacuilco de Trujano, Tetipac, Tixtla de Guerrero, Tlacoachistlahuaca, Tlacoapa, Tlalchapa, Tlalixtaquilla de Maldonado, Tlapa de Comonfort, Tlapehuala, Xalpatláhuac, Xochihuehuetlán, Xochistlahuaca, Zapotitlán Tablas, Zitlala, y por supuesto Zihuatanejo de Azueta.
En la Costa Grande del Estado, aunque existen algunos lugares designados con semántica tarasca, la fonética del náhuatl es avasalladora en la denominación oficial de diversas comunidades, colonias y unidades habitacionales (algunos estudiosos les llaman aztequismos) y como muestra están las siguientes: Tepetixtla, Colonia Cuauhtémoc, Zacualpan, Cacalutla, Almolonga, Alcholoa, Acapulquito, Ahuindo, Ixtla, Laguna de Mitla, Mexcaltepec, Cuitlatecapan, Arroyo del Chachalaco, Cucuyachi, Zintapala, Tetehuetla, Apozahualco, , Tenexpa, río Cihuatlán, Petacalco, Zacatula.
La Unión de Isidoro Montes de Oca (Barranca de la Surmutera o del Tepetate, Cajinicuil, colonia Fraccionamiento Hacienda de Camutla, Coyuquilla, Chutla, El Aguacate, El Capulín, El Chilcahuite, El Huaricho, El Pochote, El Zapote, Huitzila, Lomas de Huaricho, Petacalco, Rincón de Cucharatepec, Zacatula y Zoyamiche).
Zihuatenejo de Azueta (Camotal, Coahuayán, colonia Ampliación Paraíso Amate, colonia Ampliación Progreso o Tlapanecos, colonia Amuzgos, colonia Azteca, colonia Cuauhtémoc, Cruz de Otate, Cuahulotito, El Aguacatillal, El Encinal, El Nanchal, El Telte, El Zapote, El Zarco, El Zopilote, Escobillal, Espinalillo, Fraccionamiento Ayocuán, Fraccionamiento Los Capire, Guayabal, Huicumo, Huipililla, Ixtapa, La Camelina, La Ciénega, La Cuaislera, La Parota, Mesa del Chilcahuite, Mesas del Timbirichal, Unidad Habitacional La Palapa, Las Pipinas, Los Achotes, Pantla, Pozquelite, Sumatlán, Varillos, Zacualoya y Zapotillo)…
Sabia virtud de conocer el tiempo.
César Antonio Aguirre Noyola
Investigador en materias política y electoral.