IRZA
Acapulco, Gro.-(IRZA).- Socorro Gil Guzmán, representante del colectivo Memoria Verdad y Justicia, rechazó tajantemente que madres buscadoras son financiadas por la delincuencia organizada.
Sostuvo que la versión del video del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), es una mentira. “No puede ser verdad, porque las familias que tienen desaparecidos a sus seres queridos no podrían estar con el mismo enemigo que se lleva a sus hijos”.
“Puedo jurar que el gobierno pagó para que ese video estuviera circulando”, dijo, y añadió que “no pueden tapar el sol con un dedo, debieron pagarle muy bien a estas personas para que hicieran este video, y están circulando y desacreditando a las familias que estamos buscando a nuestros hijos”.
Socorro Gil Guzmán retó a quienes afirman que las madres buscadoras son financiadas por el crimen organizado, a que se los comprueben, y señaló que “nosotros tenemos pruebas de que boteamos, de que conseguimos el recurso con las familias, con todas las personas que nos quieren apoyar, cuando vamos a hacer alguna búsqueda”.
A su vez, Julio Mata Montiel, ex integrante de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos (AFADEM), consideró que este caso “es una situación de descalificación, de intentar minimizar la lucha por la presentación de los desaparecidos”.
Tratan, agregó, de “minimizar las búsquedas, el trabajo que hacen las buscadoras en todo el país. Es un trabajo que debería de hacer el Estado y no lo hace, porque se han visto rebasados”. (www.agenciairza.com)
About Author
Tambien Te Puede Interesar...
-
Frente al condominio Las Torres Gemelas… Ataque armado en la Costera de Acapulco deja un turista muerto y otro herido
-
La marcha del 15 de Noviembre México pasó a la historia – Tinta Jurídica
-
No vamos a caer en la provocación: No a la violencia; a la transformación no la detiene nadie: presidenta Claudia Sheinbaum
-
Congreso de Guerrero analiza reforma para prevenir explotación infantil en destinos turísticos
-
Concluye encargo del padre Filiberto Velázquez en Mezcala tras el asesinato de Bertoldo Pantaleón
