(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
Pues bien, ya se tienen los nombramientos de quienes coordinarán las actividades de la Guardia Nacional. Son tres hombres y una mujer los anunciados ayer como coordinadores por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador: dos de la Sedena, un marino y una policía federal.
De los cuatro, la dirección recaerá en el General en proceso de retiro Luis Rodríguez Bucio. Y como miembros del Estado Mayor, se designó al general de brigada Xicoténcatl de Azolohua Núñez Márquez, como representante de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); también al contraalmirante Gabriel García Chávez, como representante de la Secretaría de Marina (Semar) y la doctora Patricia Rosalinda Trujillo, como representante de la Policía Federal (PF).
Todos sin excepción, traen las huellas de la lucha contra el narcotráfico de los últimos 13 años, pero también todos tienen perfiles envidiables. Por ejemplo, la doctora Patricia Rosalinda Trujillo cuenta con doce doctorados en diversas materias y disciplinas, y ha sido considerada por la revista Forbes como una de las mujeres más influyentes del continente.
Antes de esta nominación, la doctora Trujillo ocupaba la titularidad de la División Científica de la Policía Federal.
El resto de los miembros de la coordinación, tanto militares como el representante de la Marina, son gente experimentada en trabajo de campo y de planificación de estrategias, y no cabe duda que se hizo una selección muy acuciosa.
Pero hay un pero para los dos militares, tanto para Luis Rodríguez Bucio, como para el general de brigada Xicoténcatl de Azolohua Núñez Márquez, pues ambos son militares en proceso de retiro; pidieron su baja apenas en diciembre pasado, cuando seguramente ya se les tenía en la mira para ocupar estos cargos, y será hasta el verano cuando se liberen totalmente del servicio militar.
Esto definitivamente generará discusiones en el pleno del Senado de la República, que apenas ayer recibió los proyectos de leyes secundarias de la Guardia Nacional.
De entrada, la Junta de Coordinación Política del Senado ya avaló los perfiles del cuerpo que coordinará los trabajos de la Guardia Nacional, pero desde fuera del Congreso de la Unión hay voces que afirman que se está violando el artículo 21 Constitucional, que dice que se tendrá una fuerza policial de carácter civil.
No sólo la oposición se pronunció ayer contra Rodríguez Bucio y Núñez Márquez, sino también la Comisión Nacional de los Derechos Humanos señaló que estos nombramientos son de entrada inconstitucionales.
Pero nadie puede negar que por primera vez se tiene un cuerpo de seguridad dirigido por verdaderas lumbreras en materia de seguridad, cerebros que antes estaban bajo el mando de sus jefes, pero que hoy se encargarán directamente de combatir la inseguridad que priva en el país.
Aunque hay muchos rasgándose las vestiduras en este momento, porque se designó como director de la coordinación de la Guardia Nacional a un militar “en proceso” de retiro, el diputado federal por Guerrero, el ex gobernador René Juárez Cisneros, fue muy ecuánime al señalar que más allá de quién ocupe la coordinación, lo que importa es el trabajo que desempeñen.
“La Guardia Nacional debe tener capacitación y adiestramiento donde se privilegie el respeto total y absoluto a los derechos humanos, que más allá de la buena voluntad debe quedar plasmado en las leyes secundarias, será el trabajo que viene y debe tenerse cuidado de que así sea”, dijo.
Y por supuesto tiene razón René Juárez. Lo que importa es el trabajo que realicen, y esto será en torno a sus perfiles, pues son idóneos, no fueron elegidos por preferencias políticas ni por escalafón en la milicia, donde también opera el favoritismo de los generales, que se van heredando el poder en cada sexenio.
Aplausos por estos perfiles.