(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
En Guerrero se junto el hambre con las ganas de comer. Tenemos un gobierno en quiebra, heredero de un déficit de más de 3 mil millones de pesos que se requieren tan sólo para cerrar el año, así como adeudos por más de 22 mil millones (ISSSTE, ISR y Autopista del Sol), que tendrá que ir pagando en “abonos chiquitos” a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Del otro lado, tenemos ayuntamientos también en quiebra, herederos de laudos masivos, adeudos con la CFE, SAT, Conagua y otras instancias, si bien las fue, porque también los hay que llegaron a encontrar obras inconclusas, así como los servicios básicos colapsados, entre estos agua potable, alcantarillado, alumbrado público y seguridad.
Lamentablemente, nadie paga por semejantes horrores administrativos. Sí, horrores, porque no podemos llamarlos “errores”. Aunque se nos dice que soplan vientos de cambio en México y en Guerrero, no es así. Continuamos con los viejos esquemas de proteccionismo a favor de los gobiernos abusivos y mani-rotos, que al cambio de gobierno exhibieron su troglodismo amparados en la pandemia de Covid-19, alegando que gastaron en atender esta emergencia.
Posiblemente hicieron eso en 2020, cuando se pusieron a cerrar carreteras y a cercar pueblos pese a que ni siquiera se tenían casos de la infección por ese coronavirus, pensando en que así lo detendrían.
Pero ¿qué hicieron en esa estrategia? Supuestas revisiones a tontas y locas, cuando todavía ni sabían cómo se propagaba y detectaba la enfermedad.
El caso es que para este 2021, los gobiernos municipales ya no hicieron prácticamente nada, sobre todo en la tercera oleada, que fue también la más agresiva. Pocos fueron los que mantuvieron la estrategia de uso obligatorio del cubrebocas, pero en su mayoría los presidentes y el propio gobierno estatal ya estaban cerrando y estaban más interesados en el “año de Hidalgo”, que en atender a los enfermos.
Nada de esto justifica los adeudos que heredaron, el saqueo en el sector salud (en este momento los hospitales están en cueros, la gente tiene que comprar hasta la anestesia si quieren que operen a sus familiares), el desvío masivo de cuotas del ISSSTE, la suspensión de pagos del Impuesto Sobre la Renta al Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Peor cuando se trata de los adeudos ante la CFE, dependencia que por cierto tiene la costumbre de permitir que los presidentes que se van incurran en mora de pagos por meses, pero cuando llegue el nuevo presidente se presentan ya con las pinzas en mano para cortar el suministro, exigiendo los pagos que el otro les quedó a deber.
¿Cuándo van a parar estos abusos? Cuando las deudas de un gobierno dejen de ser “institucionales” y pasen a ser particulares. Quien se comió el platillo, que lo pague.
Por todo lo anterior, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda dijo el martes que no hay recursos para prestarles a los alcaldes para que cierren el año y cumplan con el pago de aguinaldos a los trabajadores.
De su parte, anunció que los trabajadores del estado no deben preocupase por sus sueldos y prestaciones, porque están seguros. Esto a pesar de que el titular de Finanzas dijo que necesitan 3 mil millones de pesos y que no se tiene aún el recurso para el pago de aguinaldos y sueldos por fin de año, por lo que planteó 3 posibilidades, una de ellas que la Federación adelante partidas presupuestales del siguiente año, o bien que favorezca a Guerrero con un rescate financiero. Y finalmente, como tercer alternativa, queda el endeudamiento con la banca privada.
Así de grave está el asunto. Hay alcaldes que están informando que las obras programadas para sus municipios por parte del gobierno estatal, están siendo canceladas por “reasignación” de obras.
Eso se entiende porque el titular de Finanzas habló precisamente de que todo dinero que llega al estado es insuficiente para cumplir los compromisos heredados, porque son demasiados.
Por lo tanto, señores alcaldes, hay cuentas mochas y no hay para prestarles, a menos que las camionetas blindadas se vendan, como anunció la gobernadora, para que de esos recursos extras les puedan apoyar,
De lo contrario, vayan viendo de dónde sacan el dinero para cerrar el año y cumplir con el pago de aguinaldos, sueldos y prestaciones.