SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Trabajadores del sector salud en Guerrero radicalizaron este lunes sus protestas en toda la entidad, tal como lo habían anunciado, cerrando carreteras y avenidas, centros de salud y protagonizando marchas, en exigencia de que les sea pagado el FEGAC (Fondo del Estado de Guerrero Ahorro Capitalizable) y en apoyo a la iniciativa del gobernador Héctor Astudillo Flores enviada al Congreso local para institucionalizar la deuda de 16 mil millones que se le adeudan al ISSSTE.

Así es. La movilización promovida por la lideresa del sindicato, la ex diputada federal Beatriz Vélez Núñez, llevaba esa doble intención, y ella misma se reunió ayer con funcionarios del INSABI en la Ciudad de México, mientras “su” gente colapsaba la capital del estado de Guerrero, para obligar al gobierno federal a absorber el pago del FEGAC, sin dar cuentas de los ahorros de los trabajadores y muchos menos de las aportaciones del sindicato y del gobierno del estado.

Algo así como un “borrón y cuenta nueva”, y que siga la fiesta de la corrupción.

De paso, metió en el costal el mega-adeudo al ISSSTE, que supera los 13 mil millones de pesos (tan sólo del gobierno del estado y sus dependencias y sin contar lo que puedan adeudar los ayuntamientos),  para que literalmente el adeudo que provocaron funcionarios del sector público, que tienen nombre y apellido, pase a ser deuda del pueblo. “Deuda institucional”, dicen en su lenguaje, tratando de confundir al respetable público acerca de lo que eso significa.

Pues nada más y nada menos que hacer que el pueblo pague lo que ellos desviaron desde 1995 a la fecha, según cálculos oficiales, pero sin detallar qué porción de esa mega-deuda corresponde a cada ex gobernador o ex funcionario estatal y por qué no se pagó, qué se hizo con los descuentos de las cuotas de los trabajadores -que sí se cobraron pero no se entregaron al ISSSTE.

Recordar que hace un mes, los trabajadores de Salud solamente exigían el pago del FEGAC, pero ahora ya piden que la multimillonaria deuda ISSSTE pase a ser deuda del pueblo, pagadera a 15 años, en razón de mil millones de pesos por año.

¿Así o más descarados?

Este asunto debiera abrir un intenso debate, que incluya a todos los partidos políticos, sindicatos y otros sectores del pueblo, porque la decisión va a afectarnos a todos, sobre todo a los sectores productivos de la entidad, que están en espera precisamente del cambio de gobierno para que las reglas del juego cambien, y se reoriente el presupuesto a fin de que les llueva en su milpita, en palabras de la gente del campo.

Sagadegro, Turismo, Ganadería, Economía, son las dependencias que el gobierno debiera fortalecer más, porque son las que atienden a los sectores que producen y generan empleos -o debieran- pero que desafortunadamente son las más castigadas.

Economía, por ejemplo, no deja de ser un membrete en el organigrama estatal, que realmente sirve para 3 cosas: para nada, para nada y para puritita tiznada. Como también la de Agricultura, cuyo presupuesto se fortalecía un poco por la inversión en fertilizante (que en realidad era mínima porque la carga mayor la tenían los ayuntamientos), pero que una vez que le fue quitada esa obligación, pasó a la categoría de una mera dirección.

Y si en lugar de dejarle dinero a Evelyn Salgado Pineda le dejan una deuda descomunal, ¿como para cuándo estos sectores verán su suerte?

Evelyn debe saber que el asunto es grave, que no es “enchílame esta gorda”. Se trata de hipotecar el dinero de los próximos 3 sexenios con una deuda sin sentido, que se creó no sólo por robar las participaciones federales, sino hasta las cuotas de los trabajadores.

Ya no les bastó morder el 10 por ciento del presupuesto según fue pasando de mano en mano, en obras, provedurías y hasta gasto corriente, sino que incluso se robaron las cuotas de los trabajadores, colocando al ISSSPEG en franca banca-rota.

¿Alguien pagará por eso?

Ahora se entiende la jugada de los diputados del PRI y del PRD para ratificar al ex auditor, Alfonso Damián Peralta por otros 7 años. Y también se entiende la animadversión que desataron en contra del líder de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Alfonso Damián Peralta, porque les paró los tacos y convocó a la elección de un nuevo auditor.

Por otra parte, ¿dónde estaban los flamantes líderes sindicales a lo largo y ancho del estado, mientras todo este saqueo sucedía?

Afortunadamente, el sindicato de trabajadores de Salud, sección 36 -que es la que corresponde a Guerrero- está dividido, y este martes 12 de octubre está convocada una megamarcha en Chilpancingo para exigir, entre otras cosas, auditoría a Bety Vélez Núñez, rechazo a que el desfalco financiero del ISSSTE pase a ser deuda pública, alto a la represión laboral que está ejerciendo Bety Vélez en contra de los trabajadores que no le están siguiendo el juego, pago íntegro del FEGAC cuanto antes, y basificación federal de los trabajadores.

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