(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
Es un hecho la descentralización de la Secretaría de Salud al puerto de Acapulco. El proceso arrancará este lunes, y las oficinas de la dependencia federal, la más grande del sector, ocuparán el “edificio inteligente”, cuya construcción comenzó durante el gobierno de Zeferino Torreblanca, pero que fue duramente criticada por sus adversarios y sucesores.
Finalmente, ahora se reconoce que el edificio, que fue diseñado para albergar a las dependencias del gobierno del estado del puerto en un solo espacio, no fue un gasto superfluo y, al contrario, gracias a él es que la Federación podrá concretar la descentralización de la Ssa a Guerrero, como fue la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esa es una excelente noticia para Guerrero y para el puerto de Acapulco, sobre todo, por el que acaba de pasar el tsunami de la pandemia del Covid-19, pero donde también había hecho sus reales la inseguridad, y donde además se acaba de sufrir un terremoto de magnitud 7.1 que dejó severos daños en viviendas y edificios.
No es casual, además, que esto ocurra a 12 días del traspaso del poder estatal a la primer gobernadora mujer en Guerrero, la morenista Evelyn Salgado Pineda. Podríamos incluso asegurar que se trata de una estrategia que viene a apuntalar su gobierno.
Ella estuvo con el gobernador Héctor Astudillo en el recorrido del edificio inteligente que hizo ayer el titular de Salud, Jorge Alcocer, quien confirmó que es un complejo multifuncional y sustentable con tecnología de punta y moderna infraestructura, y que está listo para ocuparse.
Y, lo más importante, es que el secretario de Salud, Jorge Alcocer, señaló que no sólo se trata de un cambio de sede, sino de una “transformación en el abordaje de la salud pública, con cambios determinantes sociales de educación, habitación, y condiciones sanitarias”.
Esto sucede, además, justo cuando en Guerrero se vive uno de los problemas más álgidos del sector, con el personal de la Secretaría de Salud en paro laboral y haciendo marchas, exigiendo el pago de el bono de ahorros anual denominado FEGAC.
Aunque el pasado viernes el titular de Finanzas del gobierno del estado, Tulio Pérez Calvo, señaló que sí están en la dinámica de pagar, y que no lo han hecho porque se trata de un desembolso de por lo menos 130 millones de pesos, mientras eso no ocurra, los trabajadores sindicalizados continuarán en protesta, algo que ya dura más de 2 semanas.
Por si fuera poco, el gobernador Héctor Astudillo aceptó que Guerrero adeuda 12 mil millones de pesos al ISSSTE, lo cual impacta severamente a todos los trabajadores del estado en sus prestaciones, pensiones y jubilaciones.
Esta deuda se ha acumulado a lo largo de más de 20 años, básicamente desde el primer gobierno de Ángel Aguirre Rivero. Y aunque él pudo abonarle 3 mil millones de pesos, no pudo abatirla, pues hacerlo pondría en riesgo la viabilidad misma del gobierno estatal, que recibe por año alrededor de 60 mil millones de pesos.
Estamos hablando de que se adeuda al ISSSTE casi una cuarta parte del presupuesto anual para Guerrero.
Para ello, el gobierno estatal ha pedido que se tipifique esa deuda a ese instituto de seguridad social como deuda pública, desde el Congreso local, para que pueda contratar algún crédito y liquidarla. O bien que la absorba el gobierno federal.
En este contexto será que el gobernador Héctor Astudillo Flores entregue el sector salud en Guerrero, y corresponderá a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda buscar alternativas, así como continuar con la regularización de los profesores No Fone y su inclusión en la nómina federal.
No sera fácil. Los trabajadores de salud piden a gritos que se centralice el sector salud, como sucedió con Educación. Pero se ha dicho que si en Educación había problemas con las plazas laborales fuera de presupuesto, en Salud en problema es mayor.
Consideramos, por lo tanto, que la llegada de las oficinas centrales de la Secretaría de Salud al puerto de Acapulco es muy oportuna, porque podría acelerarse ese proceso de centralización que los trabajadores están pidiendo.
Entre tanto, Evelyn Salgado se prepara para su asunción al poder, programada para el día 15 de octubre. Ayer presumió que con el cambio de sede de la Secretaría de Salud, se cumple el compromiso del presidente López Obrador, lo cual “sin duda es un beneficio absoluto para Guerrero”.