(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
De nueva cuenta, las organizaciones campesinas que se aglutinaron en un frente estatal, encabezadas por la CNC, CODUC, UNTA, Antorcha y otras (en total unas 30, según un comunicado oficial), salieron a manifestarse con la toma de las oficinas de la SADER en el estado, para exigir que se flexibilicen las reglas de operación del programa de Fertilizante, sobre todo lo que concierne al registro de las tierras laborables.
Eso motivó otra reunión con el gobernador Héctor Astudillo Flores, el delegado del gobierno federal para programas sociales, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, y el coordinador del programa de fertilizante, Jorge Gage Francois, quien como ya hemos dicho, aunque ha sido parte de la plana mayor de la CNC, ignora todo lo relacionado con este programa que en realidad no manejaban las organizaciones campesinas ni mucho menos, sino los gobiernos municipales y el gobierno del estado.
Ayer, mientras los campesinos en pueblos y regiones se movilizaban en todo el estado, los líderes presionaban para flexibilizar las reglas de operación, argumentando que muchos campesinos se quedarían fuera.
Lo cierto es que sus intenciones van más allá de esto. Antier, por ejemplo, en conferencia de prensa en Chilpancingo, el ex diputado Sebastián de la Rosa Peláez, líder de la CODUC, y el priísta Edel Chona Morales, dirigente de la CNC, pidieron que se usara por este año el mismo padrón de fertilizante que se usó el año pasado, y que fue construido por cada gobierno municipal, y que sólo hasta 2020 se haga un nuevo listado, dejándole a los comisariados ejidales la última palabra en la depuración.
Pero, como se dijo en su momento, el registro individual de los beneficiarios del programa, y el cumplimiento de una serie de requisitos, es por sí mismo un filtro, y resulta que no todos pueden comprobar que tienen tierras para sembrar, pero que sí reciben el fertilizante.
Los líderes dijeron que se trata de gente que renta tierras para cultivar, lo cual no es creíble, al menos no en la proporción que dicen, pues hablan de que más de la mitad del padrón de beneficiarios quedaría fuera del padrón por razón de que no pueden presentar evidencias de la posesión de la tierra.
La verdad todos la sabemos: el programa de fertilizante en Guerrero, desde que se concibió, era nidal de falsos campesinos, que recibían el insumo para revenderlo, o simplemente dejarlo perder. También servía para alimentar amplias parcelas políticas del PRI y del PRD –y en general de todos los partidos. Pero lo más grave era el manoseo de dinero desde los ayuntamientos, que eran en los que recaía el mayor gasto de los 1,200 millones de pesos anuales que costaba sostener este programa, del cual nunca hubo una evaluación real, pues habría sido suficiente confrontar cifras de inversión con las cifras de producción para saber si funcionaba o si se estaba metiendo dinero bueno al malo.
Si alguien sabe de esto es precisamente el gobernador Héctor Astudillo, quien de plano ya no siente lo duro, sino lo tupido, y gestionó ante el presidente de la República que retomara el programa. AMLO, con toda la buena voluntad del mundo, lo retomó y no sólo para Guerrero, sino para aplicarlo en otras entidades. De ahí la importancia de que se haga algo bien este año en la entidad, porque aquí se hará el primer ensayo, para luego importarlo a los estados vecinos.
Las organizaciones sociales, en lugar de estar en los CADER registrando a la gente, o bien orientando a los campesinos para que se registren y obtengan los documentos que requieren, están en la calle cansando a la gente y desgastándola.
El argumento que esgrimieron ayer es falso, y más bien llevaba otra intención, porque desde la semana anterior se acordó que el aval de la renta o posesión de tierras la hicieran los síndicos o los secretarios generales de los ayuntamientos. Pero en lugar de informar a su gente, los dirigentes persistieron en su demanda de que se modifiquen las reglas.
Ayer, finalmente, los acuerdos son los mismos, con algunas variantes. Por ejemplo, el registro de los solicitantes vía internet va, porque la Federación requiere de ello para programar las compras del insumo y los paquetes que entregará (de los cuales armará 3 diferentes). Sólo se amplía el plazo y el número de ventanillas para la recepción de solicitudes, a fin de agilizar la entrega del insumo.
Es importante saber que ninguna organización civil intervendrá en la distribución y entrega del fertilizante. Se les está pidiendo a los ayuntamientos algún apoyo en esta etapa, pero nada más.
Para corroborar si están registrados en el padrón, los campesinos sólo se necesitan la CURP. Ya estando en el padrón, para recibir el fertilizante, solamente con su credencial de elector será suficiente, pero deben tener su documentación a la mano, por cualquier duda o aclaración.
Más sencillo no puede ser. La Fecha estimada de entrega no pasará del mes de mayo.