(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
¡Ya chole! El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, respondió así a las mujeres, en su mayoría artistas, periodistas y políticas, así como activistas del movimiento feminista, quien el miércoles le pidieron que “rompa el pacto” del patriarcado machista que, dicen, tiene con el candidato de Morena a gobernador, Félix Salgado Macedonio.
Pero dijo más el mandatario: Señaló que quienes emprendieron esta guerrita contra el candidato morenista y su partido en Guerrero, son en primer lugar los de dentro de este instituto político que quieren el mismo cargo que ahora tiene Félix Salgado Macedonio. Es decir, la candidatura y, por lógica, la gubernatura.
¿Sabe algo el presidente, o habla al tanteo? Bueno, él ha dicho que un presidente es el hombre mejor informado de la nación. Y si está hablando tan claro, es porque -como él también afirma-, tiene los pelos de la burra en la mano.
Luego, como consecuencia, la oposición -que también tiene sus huecos en este momento y que tal vez tampoco logre superarlos- se subió a este caballo ensillado para bajar de las preferencias electorales a Salgado Macedonio, o para ponerle un tope, de manera que el candidato aliancista pueda remontar y alcanzarlo.
La lógica es bastante clara y la mayoría de los guerrerenses así lo percibe. Si bien al inicio de este conflicto se tenían dudas, conforme ha ido pasando el tiempo, y mientras la Fiscalía sigue guardando silencio acerca de la única denuncia vigente contra Salgado Macedonio (la cual también tiene sus bemoles), se han ido develando algunos detalles que muestras que, en verdad, se trata de un complot político-electoral, al menos en el caso de Basilia Castañeda, su esposo e hijastras, cuya denuncia interpuesta ante la Fiscalía General de la República y que fue enviada a la Fiscalía de Guerrero ya fue desechada en esta instancia, por el tiempo transcurrido desde el delito presuntamente cometido, hasta ahora.
No conforme, Basilia pidió ante la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena un procedimiento sancionatorio contra Félix Salgado, argumentando que fue violada hace 22 años, cuando ella era menor de edad.
Lo malo para ella es, primero, que se le destapó la cloaca de que en 2005 fue detenida, al ser involucrada en un secuestro que cometieron dos de sus hermanos y un tío, y la señaló el hombre que fue plagiado, mientras su esposo -quien entonces era el líder del PRD en su municipio- la defendió precisando que el secuestro sí lo cometieron sus cuñados.
Segundo, que hay fotografías de ella, sus hijastras y su esposo, muy cerca del grupo de Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros y su testaferro en Guerrero, Luis Enrique Ríos Saucedo, un hombre de origen mexiquense que no sabemos cómo vino a dar acá. ¡Ah!, sí, bueno, lo trajo Pablo y lo hizo su suplente en la diputación local, así como también lo hizo presidente del Consejo Político de Morena, mientras él era el presidente del partido. Control absoluto de los órganos de dirección del partido lópezobradorista en Guerrero, de donde trabajaron desde 2015, por un proyecto de gobierno que, desafortunadamente para ellos, no les cuajó.
Tercero, que el dicho de Basilia no se sustenta del todo, aunque dé la cara, porque también hay fotografías de sus hijastras promoviendo la candidatura a senador de Félix Salgado Macedonio, apenas hace 3 años.
Luego entonces deviene la duda de si lo que denuncia realmente sucedió, pues de lo contrario como familia no habrían estado apuntalando la candidatura del “violador”. O, si como dice el presidente de la República, alguien les pagó por ello, incluyendo la amenaza de muerte contra Salgado Macedonio que emitió el esposo de Basilia en un acto político de Pablo Sandoval, hecho que es suficiente para instalar una denuncia en su contra, pues incluso hay videos que así lo prueban.
La amenaza del esposo de Basilia y el antecedente de secuestro de sus familiares, preocupa al entorno familiar de Salgado Macedonio, según ha trascendido.
Lo que es verdad es que hay muchas mentiras en torno a este asunto. Las feministas hablan de 5 denuncias contra Salgado Macedonio, pero en realidad solamente son 2: la de Basilia, que ya fue desechada por las autoridades, y la de una mujer que fue empleada de La Jornada Guerrero, de la cual también hay el antecedente de que demandó laboralmente a Salgado Macedonio por despido injustificado, solicitando su reinstalación.
Conviene preguntarse, como pide el presidente, si alguien que dice ha sido violada tres veces por su patrón, estaría en su sano juicio de pedir la reinstalación en su mismo empleo. Según el abogado laborista de La Jornada, la demanda por violación, presentada a principios de 2017, en realidad fue parte de la estrategia de la parte actora para presionar al propietario, porque luego de eso ya no promovieron nada al respecto, hasta que comenzó el proceso electoral actual, cuando el ex fiscal, Xavier Olea Peláez, filtró el caso al periódico Milenio. El error que se cometió fue dejar abierto ese expediente, una vez que se solucionó el problema laboral.
El presidente AMLO señaló que respeta a las mujeres, pero les pide que analicen el contexto y las circunstancias en que están sucediendo estos hechos, a los que se han sumado grupos de feministas, como ayer, que las llamadas “Las Revueltas”, protagonizaron una marcha en Chilpancingo, aderezada de actos de vandalismo y violencia. Ayer no vimos a las encapuchadas de negro defendiendo a las mujeres presuntamente violadas, sino enfocadas en Félix y su candidatura, gritando “un violador no será gobernador”.
Según los abogados de Félix, en ninguno de los dos casos hay una sola prueba de que se haya cometido la violación y sí, al contrario, hay evidencias de un complot político atribuible a Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, bajo la dirección del diputado Luis Enrique Ríos Saucedo, y de Luis Walton Aburto. Por eso dice el presidente “Ya chole”.