SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

En Puebla, Morena repite en la nueva elección con el ex senador Miguel Barbosa, el mismo personaje que compitió el año pasado con la gobernadora panista Martha Ericka Alonso, quien murió en la navidad pasada en un accidente de helicóptero, junto con su esposo.

Pero en el proceso interno Barbosa tuvo que competir en una encuesta contra Alejandro Armenta, el candidato del senador Ricardo Monreal, y finalmente este lunes se supo que se impuso el candidato de la dirigente de Morena, Yeidckol Plevsnky, de nuevo.

¿Pero cuál es la noticia aquí? Pues que de acuerdo con las encuestas, Puebla está completamente inclinado por el candidato de Morena, cualquiera que sea. Con Barbosa, incluso, la preferencia sube algunos puntos sobre cualquier opositor, sea del PRI, del PRD o del PAN.

Esto demuestra que en la elección pasada hubo un espectacular fraude de parte de los panistas, pero sobre todo de parte del ex gobernador Rafael Moreno Valle, quien maniobró hasta donde pudo para que ganara su mujer, Martha Ericka Alonso.

Ya sin ellos, la cancha queda despejada. Pero no sólo para Morena, sino para el mismo PAN, que por fin recupera al partido de las garras de los ex priístas, encarnados en el Morenovallismo.

Y es que recordemos que Rafael Moreno Valle era priísta, uno de los cuatro ex senadores que en 2010 se salió del PRI para competir como candidato a gobernador, amparado en una alianza opositora PRD-PAN. Esto se repitió en Guerrero, con Ángel Aguirre Rivero; en Sinaloa con Mario López Valdez; y en Oaxaca, con Gabino Cué Monteagudo.

En todos estas entidades, salvo en Guerrero, donde el partido fuerte era el PRD, el PAN predominó en las alianzas y, por lo tanto, su membresía pasó a ser dominada por el gobernador en turno, con resultados devastadores.

Dice la historia que Moreno Valle desfondó al PAN en Puebla. Traicionó a los que lo apoyaron en su postulación, entre ellos a la que fue directora nacional del DIF, e hizo su propio grupo político, para avasallar a todos los grupos orgánicos del PAN, sin olvidar que Puebla es la sede del Yunque, uno de los grupos de ultraderecha.

Pero en su recomposición, el PAN no eligió a ninguno de las viejos panistas, sino al ex rector de la Universidad estatal, Enrique Cárdenas, tratando de meter nuevos aires y oxigenar al partido. Pero, sobre todo, tratando de rescatarlo del Morenovallismo, que definitivamente quedará enterrado en la elección de julio próximo.

Los candidatos de la alianza PAN, PRD y MC, Enrique Cárdenas, y el del PRI, Alberto Jiménez Merino, saben que a cualquier morenista que enfrenten, la elección será muy, pero muy, cuesta arriba.

Y como el elegido fue Barbosa, quien ayer se registró, entonces la tendrán más difícil, pues el ex senador ya conoce la entidad, no comenzará de cero, como ellos, y lo hará sin la sombra de los Moreno Valle-Alonso.

Para los morenistas, la elección de Puebla será un mero trámite para que la entidad pase a ser gobernada por el partido lópezobradorista, y esta es la antesala de las siguientes elecciones estatales, así como las legislativas intermedias de 2021, cuando AMLO someterá su gobierno a consulta pública.

Si nadie detiene la decisión de la Cámara de Diputados en el Senado, en 2021, por primera vez en la historia de este país, los mexicanos ensayaremos un ejercicio democrático que ya existe en otros países, pero que a nosotros se nos había negado. Los artífices de la mocha democracia mexicana, todavía suponen que somos menores de edad, y que no merecemos ni las consultas, ni los plebiscitos o referéndums. Tampoco merecemos tener la revocación de mandato como herramienta para deshacernos de los malos gobiernos. Qué tan útil hubiera sido esto en la docena trágica panista, y en el último sexenio priísta, cuando la corrupción alcanzó niveles nunca antes vistos.

About Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil