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SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El daño al sector turístico nacional por la pandemia de Covid-19 es irreversible. Lo que se pueda rescatar desde ahora hasta que logre controlarse el problema, será ganancia. Como decían los abuelos, de lo perdido, lo que aparezca.

Pero no será mucho de lo que antes conocíamos. Podremos ver inversiones nuevas, pero éstas no sustituirán a las que se agotaron, negocios que se forjaron durante varias generaciones en el sector y que hicieron historia entre las generaciones actuales. Podrán pasar de mano, en el mejor de los casos. En el peor, simplemente ya desaparecieron y no volverán a activarse.

Y no, no es tanto la culpa de la gente que no se cuida, ni de los gobiernos que no curan a los enfermos de Covid 19. Son las funestas consecuencias de una pandemia que, como su nombre lo indica, es “una enfermedad incontrolable”, y de propagación mundial.

Ningún país, por rico que sea, puede decir que pasó indemne esta pandemia. Algunos que incluso ya cantaban victoria pensando que vencieron la enfermedad, están volviendo a cerrar porque reiniciaron los brotes. Los contagios so masivos a escala mundial y las muertes no cesan, si bien disminuyen.

En medio de esta vorágine que se ha prolongado ya por casi 7 meses en este país, no podríamos estar dando cuentas alegres en ningún sector. Ni el gobierno, que es el que maneja nuestros recursos, puede considerar que la está librando holgadamente; al contrario, el primer impacto por la reducción en el pago de impuestos, se dará precisamente en las arcas federales. Eso a su vez impactará en las arcas estatales y municipales, y finalmente en todos los sectores que dependen de la inversión oficial, como la construcción, y otras muchas proveedurías.

Pero de todos, es el turismo el peor calificado. El titular de la Secretaría de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués, informó ayer que al menos 7 mil millones de dólares ha perdido el sector turístico del país, una cifra similar a los 145 mil 414 millones de pesos presupuestados para Salud en 2021, por la pandemia de Covid-19.

Es decir, que justamente lo que ha perdido el sector turístico, es lo que necesitará el sector salud para seguir combatiendo el Covid-19, sin considerar siquiera las otras muchas enfermedades que padece el pueblo mexicano, así como las necesidades en materia de sueldos, medicinas, insumos e infraestructura.

Por eso decimos que lo que se pierda en un sector, se necesitará en otro, forzosamente, y que a la larga lo que se respira en este país es pobreza, miseria, enfermedad y desánimo, condiciones que están aprovechando los detractores del gobierno para alimentar su movimiento opositor, que no por ser opositor a AMLO significa que sean buenos. Tan sólo hay que recordar sus saqueos y corrupción para entender de qué son capaces. Al contrario, si a alguien hay que responsabilizar de los estragos del Covid en México, es precisamente a los gobiernos anteriores, que desmantelaron sectores enteros sin escrúpulo alguno.

Y aunque dicen que el dinero no es la vida y no da la felicidad, tenerlo hubiera reducido los impactos de la pandemia, al menos en sectores que no han tenido el mínimo apoyo federal o estatal.

Por el Covid 19, pedimos el turismo extranjero. Alrededor de 23 millones de turistas este año no llegaron al país, de los 45.2 millones que nos visitaron en 2019.

Estamos básicamente a la mitad en cuanto a afluencia turística, y falta ver otros detalles, como gasto por visitante, tiempos de estancias, etcétera.

Torruco insiste, sin embargo, en ser optimista y augura que tendremos un buen fin de año. Como dijo Santo Tomás, “Ver para creer, señor secretario”.

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