(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
Ya abrimos. Los protocolos de seguridad e higiene serán muy estrictos, y sólo se espera que este jueves Guerrero logre pasar del semáforo rojo al naranja, para que a partir de mañana viernes cada quien haga lo que le corresponde.
Sin embargo, no todas son buenas noticias. En Acapulco habrá unos 500 negocios que no abrirán por que están quebrados. Son negocios que necesitan financiamiento; de lo contrario, ya no se levantarán y con ello se perderán los empleos que generaban.
No estamos hablando de poca cosa, porque de la recuperación de empleos dependerá, también, la recuperación del estado.
Este miércoles, el secretario de Trabajo y Previsión Social de Guerrero, Óscar Rangel Miravete, informó que de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) existen alrededor de 15 mil trabajadores que dejaron de percibir su seguro social durante esta contingencia sanitaria.
¡15 mil! ¿Cuántos de estos dependían del seguro para sufragar sus servicios médicos? Conozco personas que están ante el dilema de suspender el servicio de hemodiálisis a su familiar enfermo, porque dejaron de cotizar al IMSS. ¿Qué harán estas personas? Se dice fácil: esperar a conseguir otro empleo, que esté regularizado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social. Pero eso es un sueño guajiro, porque si de casualidad llegaran a crearse nuevos negocios, lo harán en la informalidad, porque no estamos en tiempos de bonanza.
Tampoco se puede aspirar a que los negocios que abran, den más empleo de los que ya estuvieron soportando a lo largo d estos meses de cuarentena. Y si a esto le agregamos que la apertura es parcial, de apenas 30 por ciento de la capacidad de los negocios, pues será en realidad como una aspirina para tan grande enfermedad.
Rangel Miravete dijo que se prevé “la reapertura de la actividad turísticas en un 80 por ciento”. Quedará un 20 por ciento cerrado, no por falta de ganas, sino por falta de ingresos. Sin embargo, el funcionario no dio alternativas para los rezagados. Al contrario, dijo, pese a lo que informaron los empresarios organizados, que hasta el momento ninguna empresa ha informado sobre el cierre total de su negocio.
Aunque, cabe decir, que sí hay negocios que decidieron esperar un tiempo más, dado que la pandemia por Covid-19 está en su apogeo, y no quieren arriesgarse ni arriesgar a sus familiares al contagio. Pero esto se está dando sobre todo en los municipios donde el turismo no es tan extensivo, como sucede en Acapulco y Zihuatanejo.
Entre tanto, el fantasma del Covid-19 no se ha ido. Es urgente que esto se divulgue y que la gente sepa a ciencia cierta a qué atenerse. Abrimos porque es necesario, porque ya hay mucha presión social de los empresarios, que no aguantan más el estar con gastos y sin ingresos. Abrimos porque es necesario mover la economía local, so riesgo de perder este nuevo periodo vacacional de verano, que arranca el 6 de julio y hasta mediados de agosto.
Abrimos, en resumen, porque no tenemos otra opción. Y también porque tarde o temprano tendríamos que hacerlo, no podemos continuar encerrados.
Pero la gente que está en riesgo de morir, debe cuidarse. Harto se ha dicho que 71 de cada 100 muertes en este país, no son por el virus propiamente, sino porque los pacientes están tan deteriorados, que no resisten.
Corren especial riesgo los pacientes con hipertensión, diabetes y obesidad, en ese orden, pero hay personas que tienen todo esto junto, o dos. Para estos, lamentamos decirles, sólo hay una opción: cuidarse.
También hay otros padecimientos que agravan el problema de contagios por Covid-19: tabaquismo, insuficiencia renal crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), algún padecimiento cardiovascular, inmunosupresión, asma o VIH.
Por ejemplo, de las 27,121 personas que han fallecido en este país, 19,341 tenían diagnóstico con alguna de estas enfermedades. Una gran mayoría.
desglosándolas, 42.02% tenían hipertensión, 36.87% diabetes y 25.03% obesidad, de acuerdo con los datos presentados en el informe diario sobre el coronavirus.
Luego entonces, los hipertensos deben evitar el contagio, y sobre todo mantener su presión arterial controlada.