SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

¿Comenzaron las campañas políticas? ¿Se estancaron? Realmente nunca ha dejado de menearse la clase política; lo que sí cambiaron fueron los métodos y las formas, pero el objetivo es el mismo: la conquista del poder.

Lamentablemente, antes de tiempo, cuando no se lo esperaban, los políticos fueron repegados a la pared, y se vieron a sí mismos en una situación de emergencia, en la que los ciudadanos ya no sólo quieren palabras y salivazos, ni caras y manos limpias, sino apoyos para solventar la crisis, la falta de empleo, el cierre de negocios.

En tiempos de vacas gordas, todo suena bonito. Pero en tiempos de vacas flacas, no hay promesas que alcancen a cubrir alguna expectativa del electorado.

En este momento, se observan algunos enroques en la entidad, que nos muestran que la clase política no ha claudicado; al contrario, se preparan en todos los partidos políticos para la madre de todas las batallas, que será en 2021, y ahora en medio de una terrible pandemia, que si bien se nos dice que va a pasar, lo cierto es que aunque pase el ojo del huracán, mientras no se encuentre una vacuna o una cura para la infección por Covid-19, el peligro estará latente y podemos apostar a que este virus que dicen que saltó de los murciélagos al humano, en un remoto lugar llamado Wuhan, China, ya no es el mismo que anda por el mundo, porque las cepas mutan y se crean nuevas combinaciones de los agentes patógenos.

Eso, dicen los expertos, complicará la creación de una vacuna única para el Covid-19, y posiblemente tengan que hacerse múltiples intentos.

Por ahora, decíamos, la clase política en Guerrero y en el resto de las entidades que irán a elecciones en 2021, está en un dilema, porque tendrán que pelear palmo a palmo en un campo minado, y dependiendo de lo que el gobierno haga del manejo de la crisis.

Por ejemplo, en Guerrero, donde se decía que Morena tenía todas las de ganar en el caso de la elección para gobernador, habría que revisar los nuevos escenarios pasando la pandemia, pues el trabajo del gobierno estatal ha sido bueno, lo mismo que el trabajo en los municipios, -que aunque no manejan recursos extras para enfrentar este tipo de problemas, han estado respondiendo, cada cual de acuerdo con sus posibilidades-.

La apuesta es si pasada la pandemia, la gente en Guerrero seguirá siendo tan fiel a Morena como antes. En las encuestas divulgadas a inicios del año, cuando el Covid 19 todavía no pisaba tierras guerrerenses, el partido tenía una preferencia electoral de más de 60 por ciento, incluso por encima de la popularidad del presidente de la República.

Por ende, se decía que Morena estaba ya con medio cuerpo en Casa Guerrero, sin importar el candidato que pusieran, aunque claro que hay diferencias grandes entre todos los aspirantes.

Con el paso de la pandemia, la mortandad, el apagón económico y la pobreza que se resiente ya en todos los niveles, no sabemos realmente qué va a suceder.

Cierto que el presidente dio órdenes de adelantar becas, y dar créditos a micro-negocios, en un intento por contener y mitigar la falta de ingresos, pero en este tenor no está todo a salvo, porque hay un gran hermetismo en el manejo de estos programas, que siguen estando en el puño del delegado del gobierno federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros y su gente en las regiones.

Pero si acá se quisiera tener datos de a quién se le han dado microcréditos y los criterios que se siguieron para ello, simplemente nadie informa.

Por lo tanto, insistimos, sólo podremos tener un panorama general en una nueva medición.

Desafortunadamente para la oposición, tampoco ha estado a la altura. Vemos a gente como Manuel Añorve Baños haciendo el ridículo, ya cansado de hecho, y también a Mario Moreno, bastante quieto.

Los externos a Morena hacen su lucha por mantenerse vigentes a través de redes sociales, con algunas monerías, pero nada más.

En este momento, los únicos que andan a sus anchas son los que están manejando programas federales y recursos públicos, como Pablo Amílcar Sandoval y Adela Román Ocampo.

Félix Salgado Macedonio ya se despidió del Senado, obviamente en busca de tiempo para comenzar su precampaña, pero viene con las manos vacías.

Y así todos los demás, están callados porque simplemente no tienen ninguna alternativa entre manos. Entonces, todo está en veremos.

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