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SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Estamos aplanando la curva, dice el gobierno federal. Ya en dos ocasiones, el subsecretario de Salud en el país, Hugo López Gatell, nos dice que la estrategia para contener la pandemia ha dado resultados, y que -aunque debiéramos tener ya en este momento cientos o miles de casos al día, no es así. A eso le llaman “aplanar la curva”.

Entonces afirman que le vamos ganando la carrera a la pandemia, que México saldrá bien librado de esta crisis.

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dijo lo mismo el fin de semana, en un mensaje a la nación desde Palacio Nacional. Vamos bien, dijo, “la pandemia fue domada”.

Parece que se refieren a que no se tienen los casos que se esperaban para esta fecha, pero eso no significa que la peste esté contenida, sino que va a avanzando. Informar lo contrario es una irresponsabilidad.

¿En verdad se puede afirmar que estamos domando a la pandemia, justo cuando estamos por entrar a la Fase 3 de la enfermedad? Parece que estamos cantando victoria antes de tiempo.

Y mientras el gobierno federal afirma que el Covid-19 está “domado”, y que vamos “aplanando la curva”, la jefa de Gobierno del Distrito Federal desmoviliza a la ciudad y anuncia que ya se tiene poca capacidad hospitalaria, por los cientos de casos que cada día se acumulan.

En provincia, la cosa no es distinta, pues de un día para otro el Covid 19 salta por todos lados, y se cuela por todos los medios hasta las zonas más apartadas, como la Alta Montaña, donde se anuncia que la pandemia está imparable en municipios pequeños y con indicadores de muy alta marginación.

En la Montaña alta, Xochihuehuetlán es lo fuerte del contagio, es donde más casos se han gestado, aunque fue Huamuxtitlán donde se registró la primera persona infectada.

De ahí la pandemia saltó a Tlapa, luego a Xalpatláhuac. Y en esa región solamente 5 de 20 municipios están libres de casos, y tampoco tienen cercanía con los que ya están dentro de las estadísticas rojas. Porque recordemos que los municipios que están colindantes con los que sí tienen, pasan a ser zonas libres para pasar a ser zonas de riesgo.

La estadística oficial señala que hay 11 casos en Xochihuehuetlán; 5 en Tlapa y 4 en Huamuxtitlán y 33 sospechosos, según datos del jefe de la Jurisdicción Sanitaria 04, publicados en el periódico El Sur de Acapulco.

Para municipios tan pequeños, eso es demasiado. Sólo Tlapa es una ciudad pequeña, ni siquiera tiene la categoría de ciudad media, pero el resto de los pueblos son pequeños, y donde el control debiera ser más fácil.

En la Costa Grande, además, sólo Tecpan está libre de casos, y aunque Petatlán estaba en azul, por su frontera con Zihuatanejo, donde también ya se reportó el tercer caso de Covid-19, el anuncio de la muerte de una persona proveniente de Tijuana en el hospital del municipio tecpaneco, cuyas pruebas están procesándose en el laboratorio estatal, le quitó la calma a ese municipio.

De confirmarse, automáticamente Tecpan pasa de verde a azul, porque es frontera con Petatlán. Y ya sólo quedaría Coahuayutla libre de contagios y de riesgo.

Por lo tanto, es prematuro decir que aplanamos la curva, o que le ganamos la carrera al Covid-19. El llamado debe ser a mantenernos alertas y a seguir las medidas de precaución, como lavado de manos, sana distancia y uso de mascarillas, que -aunque dicen que no sirven para nada-, de algo han de ayudar.

No olvidar también proteger los ojos. En esto ha sido muy puntual Hugo López Gatell, de que la mucosa de los ojos también está expuesta al contagio; y de hecho afirma que es más fácil esta modalidad que por boca y nariz, sobre todo cuando guardamos la sana distancia. Y es que al tocar nuestras manos superficies contaminadas, luego solemos tallarnos los ojos, con lo cual nos contagiamos nosotros mismos. Y dado que es difícil mantener siempre esta precaución, ya que es un acto reflejo, la pertinencia es usar googles, y ser escrupulosos con el lavado de manos.

Dice un dicho que un perdido a todas va; por lo tanto, todo lo que hagamos en medio de este desastre, es bueno, pero nunca será suficiente.

Lo que sí es que la gente debe guardar la calma y la paz interior. No actuar por temor, sino usando la conciencia. Sé que hay riesgo, entonces me protejo. Mientras más logremos este estado de calma y conciencia, mejor actuaremos.

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