(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
En medio de la continencia por la epidemia de coronavirus, y mientras el país se debate entre el pánico al Covid-19 y el temor a una recesión económica, con el dólar por las nubes, y con la mayoría de la gente en la pobreza, los diputados federales votaron ayer ala malagueña y por la vía fast-track (sin análisis ni discusión), una reforma constitucional para que tanto diputados como senadores puedan reelegirse.
¡Ah!, de paso también aprobaron por la vía fast-track un fondo de contingencias por 180 mil millones de pesos, para que el gobierno federal disponga de esos recursos en caso de necesitarse por la emergencia sanitaria.
¿De dónde agarraron tanto dinero? ¡No!, no hay. Sólo aprobaron el fondo, y aprobaron que se saque dinero hasta por debajo de las piedras, usando incluso los subejercicios de los partidos políticos.
El pleno camaral avaló una iniciativa, que ni siquiera pasó por comisiones, sino que se le dispensaron todos los trámites, con la que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, y de la Ley General de Partidos Políticos, en materia de elección continua de legisladores federales.
¿Qué tal? ¿Así o más bragados? Bien dice el dicho: a río revuelto, ganancia de pescadores…de cargos públicos.
Todo esto sucedió en ausencia de las bancadas del PRI, PAN y PRD, quienes se pusieron dignos porque no se ha cerrado el Congreso de la Unión por el Covid-19 y entonces les comieron el mandado los morenos y sus aliados, quienes se hicieron un traje a la medida, pues cualquiera que desee repetir en el cargo que ostenta, podrá hacerlo sin siquiera pedir licencia al cargo que en este momento ya tiene.
Lo sentimos por los querreques de todos los partidos políticos, incluidos los de Morena, que están esperando la elección de 2021, para aunque sea ser candidatos a diputados federales, pues no contaban con la astucia de los que ya están en sus poltronas en San Lázaro. Y como ni siquiera tendrán la obligación de pedir licencia al cargo, significa que andarán chiflando y tragando pinole, sin dejar que los suplentes coman aunque sea un poquito.
“Las y los legisladores federales que pretendan ser electos para el mismo cargo por un periodo consecutivo, pueden participar en el proceso electoral sin separarse del cargo, para lo cual deberán observar estrictamente las disposiciones legales y normativas dirigidas a preservar la equidad en las contiendas políticas, así como el uso eficiente, eficaz, honrado, transparente e imparcial de los recursos públicos”, establece la propuesta.
Pero espere y le cuento algo más: los legisladores federales podrán reelegirse por la coalición que los haya postulado, aunque su partido haya perdido el registro e incluso por un partido distinto y por el mismo distrito.
¿Así o más bonito este traje?
Y con ello, obviamente, están premiando a aquellos que fueron postulados por el Partido Encuentro Social, que fue uno de los aliados de Morena en la elección pasada, pero que perdió el registro, está fuera de cancha, y se anda registrando ahora con otro nombre, pero con las mismas intenciones.
Los morenistas, orondos, anunciaron su chulada de reforma, como si fuera algo de lo cual pudieran sentirse orgullosos. No entienden que eso los pone de cuerpo entero como viles ambiciosos, frente a un electorado al que le mintieron con aquello de no robar, no mentir y no traicionar. Sepan, pues, que de este slogan sólo queda lo del robo, y eso porque les concedemos el beneficio de la duda, porque la mentira y la traición ya están hechas.
Cualquier cosa parecida con la realidad de lo que sucedió en Baja California es mera coincidencia.
¡Ah!, la reforma incluye a los senadores, quienes podrán repetir sexenio en 2024 y hasta 2030.
Esto significa que los diputados actuales pueden irse de corrido todo el sexenio de AMLO, y los senadores podrán reelegirse para el siguiente sexenio, sumando 12 años en la Cámara Alta.
Quizás ahora sí el viejito Porfirio Muñoz Ledo, se infarte o de plano renuncie a Morena.