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SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El presidente Andrés Manuel López Obrador estará este martes en la Costa Grande, concretamente al municipio de La Unión, donde mañana revisará un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Hace meses que el presidente se propuso recorrer personalmente todas las clínicas rurales del IMSS, para cerciorarse de las condiciones de la infraestructura, pero sobre todo del servicio.

A partir de estas visitas, aparentemente intrascendentes, el presidente ha ido moldeando sus políticas de salud. Por ejemplo, ordenó que los médicos que trabajen en el medio rural, reciban mejores sueldos y compensaciones que aquellos que no quieren salir de las ciudades.

También se dio cuenta que hay un severo déficit de médicos y sobre todo de especialistas, pese al presupuesto que se otorga a las universidades públicas, por lo cual lanzó un ultimátum a éstas para que reactiven la preparación de médicos o el gobierno federal se verá obligado a crear una escuela superior de medicina, para ir generando los recursos humanos que demanda el sector.

Y esto es cierto. Si algún problema tiene la Secretaría de Salud en el estado –e indudablemente el esquema se repite en otras entidades-, es la falta de médicos especialistas. Son las regiones, sobre todo, las que sufren de este déficit, al grado de que se tienen hospitales básicos comunitarios sin ginecólogos, sobre todo en la Costa Chica y la Montaña, provocando con ello que por muchos años Guerrero fuera primer lugar en muertes maternas.

Fue hasta que el médico Lázaro Mazón Alonso, en su paso por la Secretaría de Salud, que ideó rescatar el modelo de parteras tradicionales, para capacitarlas en conocimientos básicos de asepsia, y evitar con ello la mortandad materno-infantil, que era una vergüenza para Guerrero.

Mazón incluso impulsó la creación de la Escuela de Parteras, la única en el país como tal, de donde se han graduado ya varias generaciones de parteras profesionales, para atender sobre todo a las mujeres indígenas que todavía dan a luz con los métodos tradicionales.

Por otra parte, el presidente de la República llega a Guerrero en un momento muy importante, pues quedaron fuera del Fonden muchos municipios, incluso varios de los más afectados como Ometepec, en la Costa Chica; y otros de la Montaña alta.

El gobernador dijo ayer que está solicitando la declaratoria de desastre para 16 municipios más; pero en caso de que no sea posible lograr ese apoyo, entonces será el gobierno estatal el que se haga cargo de los apoyos para damnificados, lo cual no es nada justo, porque para eso se creó el Fondo Nacional de Desastres, para atender este tipo de emergencias.

La presión mayor la tienen los alcaldes de los municipios no incluidos en la declaratoria, porque incluso tampoco han recibido el apoyo estatal, y están atendiendo la emergencia con sus escasos recursos, pues recordemos que los ayuntamientos no manejan recursos etiquetados para estas emergencias y con seguridad están tomando dinero de obras o de seguridad pública para salir del paso.

Ojalá que el presidente de la República, por la sensibilidad que lo caracteriza, tenga a bien revisar el caso de Guerrero, e integre a los municipios excluidos en la declaratoria.

De paso, ojalá que reaccione y quiera autorizar la Zona Económica Especial de Puerto Unión, que abarca territorios de Guerrero y Michoacán, con lo cual esta franja dejaría de ser tierra de nadie.

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