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SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La depuración de las policías municipales ya está en marcha. Y la buena noticia es que los policías “chocolates”, aquellos que nomás nunca pudieron pasar sus exámenes de control y confianza, tienen los días contados en las corporaciones, donde los toleran porque de plano no hay de dónde más completar el grupo.

Esa ha sido la triste realidad de las policías municipales. Dependen de las políticas de cada alcalde, y pocos son los que le dan importancia a la certificación y capacitación policial. Mientras menos gasten en policías, en pertrechos, en balas, en chalecos antibalas, en instalaciones, en vehículos, pues mejor. Si se trata de nadar de a muertito, los alcaldes se pintan solos.

Y no hablo de los que tienen un año en el poder. La verdad es que si algo quedó de manifiesto el día en que los diputados mandaron a comparecer a los alcaldes de por lo menos 5 ayuntamientos del estado, fue la queja de que sus antecesores poco o nada habían hecho en esta materia.

Como en todas las áreas, cada tres años se parte de cero. Los que se van, lo menos que quieren saber es de gastos. Y los que llegan, heredan tantos pendientes, que tampoco se ocupan de sus policías. Al fin y al cabo “Juan Pueblo” aguanta.

Pero no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla, dice un refrán. Y con la puesta en marcha de la Guardia Nacional, tarde o temprano el destino alcanzaría a las corporaciones policiales.

El proceso de purga y depuración comenzó en su fase piloto este lunes, en el estado de Sonora, donde 5 municipios están ya bajo escrutinio.

Se trata de que por cada policía no certificado, entre un marino a la corporación municipal. Y aquel que esté certificado, sea re-entrenado en sus tareas, hasta lograr un nivel de profesionalización óptimo.

¿Recuerdan que se había dicho que si los municipios o estados no certificaban a sus policías, serían desmanteladas sus corporaciones y la Guardia Nacionales e haría cargo de la seguridad?

Finalmente eso no se cumplió. Por ley, estos grupos permanecen, pero la parte que no hagan los alcaldes y los gobernadores, en materia de capacitación policial y certificación y control de confianza, lo hará el gobierno federal.

Ya no les van a rogar a los alcaldes que manden a su gente a certificar. Ya no les pedirán que despidan y liquiden a los policías que no cumplan con este requisito, como se hizo desde el gobierno de Felipe Calderón. Simplemente serán repuestos por elementos de la Marina, quienes vendrán a fortalecer la seguridad en estados y municipios.

El plan parece ambicioso, claro, y llevará su tiempo. No sabemos cuánto durará la fase piloto, pero no será mucho, pues al gobierno federal le urge crear la plataforma de seguridad que le permita abatir los índices de inseguridad a lo largo y ancho del país.

El presidente dijo ayer que se tiene un retraso en el despliegue de la Guardia Nacional. Que se tienen un déficit de agentes de alrededor de 40 por ciento, y que se trabaja a marchas forzadas.

Vamos, ni siquiera los Generales que se harán cargo de las coordinaciones regionales han podido completarse, porque se les aplican exámenes de mucho rigor.

El mandatario anunció que para 2020 se tendrá un significativo incremento al gasto de seguridad pública, para cumplir las metas en materia de seguridad, lo cual pasa por reemplazar a los policías que nomás no se les da la certificación.

No tarda y veremos a los marinos haciendo trabajos de prevención en estados y municipios, gracias a que desde 2008 se ha estado jugando con la exigencia de tener cuerpos policiales debidamente certificados.

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