(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
Félix Salgado Macedonio representa para los desencantados perredistas una oportunidad para ingresar a Morena, sin verles la cara a los líderes formales, quienes siguen con el cuento ese de que no aceptarán a ningún golondrino del partido amarillo, sino que sólo harán alianza con las bases.
Entre tanto se cierran puertas para los líderes más visibles, que ven cómo el PRD se les diluye como el agua entre los dedos (no sólo en los estados la gente huye, sino también a escala nacional los políticos están saltando el barco en pleno naufragio), el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero marca una ruta para pelear por el partido.
Parece que la tendencia será hacer de su grupo, la Izquierda Progresista Guerrerense (IPG), el muro de contención de las hordas perredistas, tanto hacia dentro como hacia fuera, en caso de que los grupos locales acepten jugar el juego sucio de Los Chuchos, y se monten en la nueva plataforma denominada Futuro 21.
De no conseguirlo, advirtió ayer, IPG se desmarcará del perredismo y el llamado a su grupo es intensificar la afiliación de más gente, con una meta de 200 mil guerrerenses.
Saben lo que se avecina: la nada. Esta semana renunciaron la ex presidenta nacional del partido, Alejandra Barrales. La mismita que el año pasado se hizo un solo bulto con su homólogo panista para lanzar como candidato de alianza al panista Ricardo Anaya. También se fue Juan Zepeda, el ex candidato a gobernador en el Estado de México, que dicen intentó declinar por la maestra Delfina en una alianza con Morena, pero a quien Los Chuchos le amarraron la mano. Y el resultado fue el triunfo de Alfredito Del Mazo, primo del expresidente Enrique Peña Nieto.
Recordemos que las elecciones en el Edomex fueron previas a la elección presidencial de 2018, y eso pudo sentar un precedente para una gran alianza de izquierda que en este momento estaría gobernando el país, el PRD incluido.
Pero Jesús Ortega y Jesús Zambrano tenían otros planes, y fue casar al partido con el PAN, para hacerle un favor al PRI. No lo lograron, fallaron en su estrategia, y hoy están intentando mantener un bloque antiAMLO, pero poniendo al Sol Azteca como raída alfombra.
En su llamado a la iozquierda, precisamente durante las elecciones en el Edomex, Andrés Manuel López Obrador dijo: “La alianza es ahora, no después”. Y así sucedió. Ya no hizo tratos con los líderes, sino con las bases. Aunque los jefes de las tribus lo buscaron, tanto en lo nacional como en lo estatal, no hubo acuerdos. El PRD no tuvo más remedio que lanzarse a los brazos del PAN, en tratando de conservar su registro, que por un punto estuvo a punto de perder a nivel nacional. Y presumiblemente ahora con la creación de Futuro 21, lo que se busca es precisamente mantener el registro; de lo contrario, lo más seguro es que en la elección de 2021 el perredismo quede sepultado por ley, pues se dice que se incrementará el porcentaje de votos obligatorios para mantenerse vigentes.
Ante la desbandada actual de perredistas, y luego del anuncio de que se crea la plataforma Futuro 21, Morena se cierra. El líder del partido en el estado, Marcial Rodríguez Saldaña, dijo lo mismo de siempre: que no aceptarán a los migrantes del partido amarillo, sino que su alianza será con las bases. No han cambiado los morenistas.
Por lo tanto, decíamos que los que logren incrustarse, lo harán por el grupo del senador Félix Salgado Macedonio, líder de ProAMLO, y quien aspira a la gubernatura del estado.
El mensaje es para los líderes del PRD que quieran migrar a
Morena. No toquen la puerta equivocada, váyanse por la puerta de Salgado
Macedonio, porque por la estructura formal del partido nada podrán hacer.
La otra opción –un tanto más arriesgada-, es la ruta del ex gobernador Ángel
Aguirre Rivero, quien insiste en mantener al PRD, para una alianza con el PRI,
rumbo a 2021.