(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
Como se había anunciado, este martes 6 de agosto quedó cerrado el programa de fertilizante gratuito, que ahora es federal. Sin embargo, de acuerdo con cifras del gobierno estatal, quedaron fuera del beneficio unos 70 mil productores, y desde ahora se está convocando al fantasma de la crisis alimentaria en Guerrero, porque además habría muchos otros productores que ante los problemas que se generaron en el reparto, dejaron de insistir y optaron por no sembrar.
¿Qué tanto hay de cierto en esto? No lo sabremos hasta que la Secretaría de Agricultura, cuyo titular es Víctor Villalobos Arámbula; y el coordinador del Programa, Jorge Gage Francois, informen a ciencia cierta qué fue lo que sucedió. De entrada, el gobierno del estado tiene sus propios números y los logros son muy inferiores a los que se alcanzaron, por ejemplo, en 2018; y eso ya es mucho decir, porque se esperaba que al federalizarse el programa, se eliminaran las rapacerías entre proveedores, compradores y beneficiaros, porque esa era la meta, de hacer más con menos.
Al parecer, todo resultó un fiasco, por no decir un fraude, partiendo de que una de las empresas que surtió el insumo fue Agrogen, cuyo propietario es el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, y su hijo, Rubencito Figueroa Smutny, cuyos negocios de fertilizante los maneja otro político y empresario de apellido Bahena.
Recordemos que se dijo que el padrón creció tanto a partir de que la Sader abrió sus ventanillas y eliminó requisitos básicos, que se inscribieron 72 mil productores extras a los que ya se tenían en el estado; por lo tanto, lo que procedía era una depuración de los listados, porque se tienen datos de que con la ayuda de los servidores de la nación se registraron “Chino y Mano Larga”, familias enteras incluso, viejitos de la tercera edad, y gente que en realidad no siembra, pues los criterios que se siguieron fueron eminentemente políticos.
Para colmo, al desatárseles los problemas en las bodegas de Segalmex, los servidores de la nación abrieron mesas para recibir solicitudes adicionales, y ahí fue donde la puerca torció el rabo y los marranitos el rabito (Ruth Tamayo dixit), porque si de por sí eran muchos los ya registrados y parió la abuela.
Me gustaría obviar el “Se los dije”, pero se los dije. Cuando desbancaron a Héctor Manuel Popoca Bone y metieron a este Gage Francois, un ex cenecista de cepa, les dije en este espacio que habría problemas. Y como fue. La profecía se cumplió. Lo que se tiene hoy es una entidad convulsionada, mucho rumor y una gran inconformidad que recaerá en la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Falta que ellos hablen, claro. De momento sólo conocemos lo que el lunes anunció el diputado federal Rubén Cayetano García, en el sentido de que a partir de este martes no se dará “ni un bulto más” a los campesinos, y que sólo se distribuirá el insumo que ya está en bodegas, sin importar si aún hay productores en espera.
Queremos pensar que en bodegas están las dotaciones que faltan de entregar, y eso es algo que le corresponde informar a los coordinadores del programa, así como al delegado federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros.
Ayer por la mañana, el gobernador Héctor Astudillo se pronunció en conferencia de prensa acerca de este asunto, y dijo que aunque la fecha límite del programa es el 6 de agosto, aún hay productores en espera, a causa de los retrasos persistentes. Por lo cual, el mandatario estatal pide que la Federación haga un esfuerzo y dé fertilizante hasta el último empadronado.
No dejó el mandatario de señalar el rosario de errores y problemas que se cometieron desde comienzos del año, imputables a los funcionarios federales, a saber: “Se partió de un padrón estuvo muy inflado, con más de 400 mil solicitantes. No se conoce el padrón de beneficiario, en ningún momento lo dieron a conocer. Sistemáticamente se estuvo descalificando a los que acudieron a la convocatoria. Se anunció la dotación de vales canjeables por abono, lo que complicó más la operación. Se generó gran incertidumbre entre los productores. Se deterioró la comunicación interinstitucional con la unidad responsable del programa federal. Un listado se integró con padrones del Proagro productivo, Pimaf y Bienestar Social, significando un desapego más a lo establecido en los lineamientos de operación y la convocatoria.
“La indefinición del padrón se prestó a diversos problemas, entre ellas la manipulación política de los denominados servidores de la nación, que han sido señalados por presidentes municipales y campesinos, de actuar con fines políticos y partidistas. Sin capacitación previa y al margen de autoridades municipales y del gobierno del estado, los servidores operaron el programa, generando otro desacato a los lineamientos. Se generaron roces con productores y funcionarios. Segalmex y los responsables del programa han operado desde la Ciudad de México. El 8 de mayo desde iguala, el titular de la Sader anunció desde Iguala como zonas prioritarias Tierra Caliente, Centro y la Montaña, pero no se acató esta medida. La inconformidad de los productores por el retraso ha generado más de 130 protestas presentadas en las zonas montaña, Costa Chica y Centro. Se estima que más de 70 mil productores no han sido abastecidos con fertilizante gratuito Un número importante de campesinos optaron por comprar por su parte o por ya no sembrar”. ¿Qué tal?