(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
El sector salud de México tiene un déficit de 123 mil médicos, heredado por gobiernos anteriores, aseguró este sábado el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante decenios se suprimió la formación de médicos para el sector público, y más bien se privilegió la medicina privada.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, reveló esto en su visita al Hospital Rural de Villamar, en Michoacán, en el marco de su gira por el país, visitando clínicas y hospitales públicos, como ya lo hizo en Chiapas.
El presidente dijo: “Hay 270 mil 600 médicos generales en el país y debemos tener, de acuerdo con la norma internacional, 393 mil 600 médicos; es decir, nos faltan 123 mil médicos en el país”, dijo
Y es que de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un país debe tener tres médicos por cada mil habitantes, es decir, uno por cada 333 personas.
¿Qué sucedió para tener este déficit? Algo tenebroso se tramó desde las universidades públicas, que comenzaron a limitar el acceso a las aulas a los aspirantes a estudiar medicina.
Entonces el presidente hizo un anuncio alentador: Que se estimulará a las facultades de medicina, para la formación de médicos generales y de especialidades, a fin de cubrir la demanda del sector público.
Pero aclaró que el recurso ya no se les entregará a las universidades en paquete, sino que etiquetado específicamente para la carrera de Medicina, porque amparándose en la autonomía universitaria, los rectores y su cuerpo administrativo han hecho y deshecho al interior de las casas de estudio públicas.
Acusó de que hay cacicazgos muy poderosos dentro de las universidades que les impiden crecer, por lo cual estos centros de estudio han incumplido sus propias metas.
Reprochó que existan tan pocos médicos habiendo tantas universidades que se financian con recursos públicos.
El anuncio de López Obrador es alentador. En nuestro medio, sabemos que tener un lugar en la UAGro para estudiar medicina es casi imposible, a menos que se pague por ello jugosas cantidades. Es decir, que es vox populli que el ingreso está controlado y son para los recomendados.
Si alguien quiere estudiar esta carrera, entonces tiene que emigrar al estado de Puebla, de Michoacán, de Morelos, con todo lo que eso representa en gastos para las familias.
Es debido a la escasez de médicos que las clínicas y hospitales están operando con médicos con doble plaza, y que también se dan el lujo de atender sus despachos privados. Esto es, que tienen plaza en una o dos instituciones del sector público, y asimismo atienden la medicina privada, lo cual se refleja forzosamente en la calidad de la atención y en el tiempo disponible por los galenos.
Y conste que estamos hablando únicamente de los médicos generales, porque si revisamos el déficit de los médicos de especialidades, nos damos de topes.
El ex gobernador Zeferino Torreblanca siempre expuso este problema, y dijo que los hospitales generales de Guerrero estaban operando de una manera caótica, por falta de médicos especialistas. Se dieron apoyos para la formación de especialistas, pero estos una vez que obtuvieron su título, se movieron a la medicina privada, o se negaron a volver a las regiones y municipios, para quedarse en las ciudades.
Se sintió este déficit tremendamente en el caso de ginecólogos, por lo cual Guerrero llegó a ocupar el deshonroso primer lugar en el número de muertes materno-infantil.
Pero viene un cambio. El presidente dijo: “Vamos a hacer acuerdos con las universidades públicas y con las escuelas o facultades de medicina, pero no será de ‘a ver, te vamos a dar presupuesto a la universidad y tú ve cómo le aumentas la matrícula’. No (será así)”.
El presupuesto para la formación de médicos, dijo, será específico: “Lo que te vamos a dar va a ser para eso, o sea muy dirigido, porque si no, no avanzamos. Yo voy a ser respetuoso de la autonomía de las universidades, pero ya se acabó eso de ‘dame y dame y dame, y no rendir cuentas”.
Esperemos que AMLO visite los hospitales de Guerrero, donde las carencias de personal, medicinas y material de curación, están a la orden del día.