SOS COSTA GRANDE

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Carlos Reyes Torres, líder de una de las tribus del PRD, y aspirante al gobierno del estado, considera difícil que su partido logre una alianza con Morena para la elección de 2021.

El costagrandeño, por cierto, ya está en plena precampaña electoral, visitando ciudades y municipios, como se demuestra en sus redes sociales mediante videos y noticias.

En el mismo sentido se mueve el ex alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, quien está incluso entregando apoyos a diversos grupos sociales, pese a que la legislación electoral es muy estricta en esta materia.

Ambos se autodestaparon como aspirantes al gobierno del estado de Guerrero, en junio pasado. Reyes Torres lanzó la estrategia “Guerrero Necesita un Plan”, arropado por los miembros de la tribu que dirige junto con el diputado local Celestino Cesáreo Guzmán, y otras al interior del PRD.

Esta estrategia se basa, precisamente, en recorridos intensivos por la geografía guerrerense, para que la gente exponga sus necesidades.

“He tomado la decisión de iniciar el camino para enfrentar el reto más grande de mi vida y así poder escuchar a todos los guerrerenses. Este, será un camino por Guerrero y los guerrerenses que se tratará, siempre, de la reconciliación de Guerrero y nunca de la confrontación o de lucha política sin sentido. El único enemigo que tiene este proyecto, son los problemas de los guerrerenses, los cuáles he analizado con detenimiento y he podido concluir, que el reto más grande que enfrenta”, dijo en su mensaje de aquel 3 de junio.

Tanto en el destape de Reyes Torres como en el destape de Evodio Velázquez, el gran ausente fue el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien en ese momento se movía por su parte, lo cual destanteó al ex mandatario, pues éste no esperaba una movilización tan temprana en el PRD, partido que más bien piensa entregar a una gran coalición con el PRI y otros partidos, para hace frente a Morena, en la elección para gobernador de 2021.

Reyes Torres, Evodio y otros líderes, están en total desacuerdo con esa intención, pero también reconocen que será difícil un acercamiento con Morena, luego de que en 2018 fue imposible conciliar posiciones. Incluso fue imposible que se concretara cualquier alianza, no sólo porque desde el nivel nacional así se determinó, sino porque en el nivel estatal la dirigencia de Morena puso una barrera impenetrable para contener el arribo de cientos de perredistas, y sólo aceptaron a los del grupo Pro-AMLO, que dirigió el ahora senador de la República, Félix Salgado Macedonio.

¿Qué impediría ahora una alianza PRD-Morena? La ambición de los que ya están posicionados en el partido lópezobradorista, y que no están dispuestos a compartir espacios con los del partido amarillo.

Y lamentamos advertir que de reeditarse la estrategia que impuso Pablo Amílcar Sandoval en 2018, ni siquiera una alianza con Movimiento Ciudadano será posible, aunque el líder en Guerrero, Luis Walton Aburto, esté ya trabajando en este sentido y cuente con el visto bueno del presidente de la República.

Para sanear Morena, de hecho, se tendrían que eliminar desde ahora las aspiraciones de los que ya ocupan cargos de elección popular, y partir de cero, considerando incluso a algún miembro de la sociedad civil.

Y es que, siendo sinceros, en Morena no hay aspirante que tenga piernas de jinete. La caballada está flaca de activos políticos, pero muy obesa en pretensiones.

Resultará muy lamentable si Morena se mete a su búnker de nuevo, mientras que sus posibles aliados se suman a fuerzas políticas contrarias.

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