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SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Los policías federales que se fueron al paro laboral, en contra de su integración a la Guardia Nacional, quieren en su mayoría ser indemnizados. No quieren ser liquidados, lo cual los echaría a la calle como cualquier hizo de vecino, sino permanecer en el servicio policial nacional, para emplearse en corporaciones estatales o municipales. Lo que quieren es retirarse de manera digna, con recursos y, sobre todo, con la libertad de emplearse por su cuenta en otros niveles de gobierno.

Indican que al acceder a una indemnización y tener sus papeles en regla, les permitirá continuar laborando en otras instituciones de seguridad. Al contrario, si se quedan en la Guardia Nacional o alguna otra dependencia del gobierno federal, perderán sus beneficios laborales.

Sin embargo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aprieta la tuerca. En el marco de las negociaciones -que este lunes serán reanudadas-, las autoridades señalan que en caso de que algún policía federal opte por retirarse, sólo les toca un finiquito conforme a la ley, pues “nadie los está corriendo”, se están corriendo solos.

Y es que los policías federales habían optado por su liquidación, pero las autoridades no les presentaron los tabuladores al plazo límite que habían dado, el sábado a las 10:00 de la noche. Entonces ahora exigen una indemnización, asesorados por su abogado.

Sin embargo, el gobierno alega que no los está corriendo; al contrario, ha dicho que los necesita en otras áreas y les propone su traslado, respetándoles sueldos, prestaciones y antigüedad. Vamos, ni siquiera los está obligando a que entren a la Guardia Nacional, sino que libremente elegirán dónde quieren trabajar. Ellos, en cambio, tienen otros planes.

La Policía Federal será desmantelada en un plazo de 18 meses. Eso es inevitable, pues no se pueden mantener dos corporaciones de seguridad pública. Y por lo mismo, los agentes federales deben optar por incrustarse en la Guardia Nacional o en cualquier otro sistema de seguridad del país, como Aduanas, Migración y el Servicio de Protección Federal.

Pero por el rigor de los nuevos requisitos, y porque algunos ya están llegando o superando la edad de 50 años, los policías en paro no quieren continuar en el servicio público federal, ya que alegan que quedarán en desventaja.

Sobre todo recalcan que no quieren pertenecer a un esquema militarizado, ni depender de militares en su desempeño, mucho menos ser evaluados por ellos.

Están emplazando a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que les presenten y firmen los tabuladores, a fin de que puedan ser indemnizados.

En parte, los policías federales tienen razón, pues los exámenes de control para pertenecer a la Guardia Nacional son muy rigurosos. Por ejemplo, hay muchos que califican, pero por la edad ya no pueden ser aceptados. Otros que están obesos y aunque pasaron los exámenes de control, los mantendrán bajo régimen dietético por mucho tiempo.

Pero quizá lo que más les afecta es que ya no dependerán de un mando civil, sino militar. Y eso los someterá a un constante escrutinio y sobre todo terminarán los beneficios de que gozaban al ser comisionados a lugares fuera de su lugar de adscripción, como el pago de hoteles y comidas, pues los militares tienen un modo de vida mucho más riguroso.

La gente ya comienza a preocuparse, y señala que quedarán en el desempleo miles de policías federales, acusando al presidente Andrés Manuel López Obrador de estarlos empujando a la criminalidad.

Pero remato, como lo que al respecto escribió ayer un internauta: “La mayor pendejada del mundo, ya están como el imbécil de Lozano que argumentaba que si no les pagaban más entonces podían volverse corruptos. Y ahí tienes a Lozoya que ganaba una millonada estando en Pemex y es corrupto hasta el tuétano. Entiendan una cosa, si es corrupto o es un criminal, no los vas a corregir ni dándoles más dinero ni manteniéndoles el trabajo. Igualmente será corrupto, igualmente se volverá un criminal. ¿Cuántos policías no pertenecían a bandas de secuestradores y se aprovechaban de información privilegiada al interior de dichas instituciones?”

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