Víctor M. Alvarado
Este sábado se reabre el “Refugio de Potosí”; están listos para recibir a los turistas y locales solo los fines de semana; ahí se encuentra el esqueleto de ballena más grande del mundo y ahora, iniciaron un proyecto para repoblar a la zona, de ser posible, con crías de guacamayas.
Al respecto, el biólogo Pablo Mendizabal presidente de la asociación “Biotrópicos” dio a conocer que estará abierto unos 4 meses, solo sábados y domingos de 9 a 13 horas, porque no se trata de un zoológico, es un refugio en el que se atienden a las especies de la vida silvestre que de alguna manera padecen de enfermedades o lesiones que les dificulte integrarse de momento a su hábitat y a los que definitivamente ya no pueden regresar.
Resaltó que se acaba de terminar la instalación de lo que pudiera ser el aviario más grande del estado de Guerrero, con unas dimensiones de 30 por 12 metros aproximadamente, en el que están sueltas las guacamayas y sus crías; porque se están reproduciendo.
En algún momento, quizá se pueda implementar un programa para repoblar las zonas en las que antes había estas especias, pero para ello se debe de instrumentar un proyecto.
Aclaró que hay un costo a manera de cooperación, dinero con el que se compran alimentos, medicamentos y otros implementos para el cuidado de las especies que se tienen en el refugio, esto porque no hay un subsidio por parte de otra organización o gobierno; los gasto los absorbe directamente la fundadora de este espacio.
Los nacionales pagan 50 pesos, los locales con credencial cooperan 20 y los extranjeros aportan 100 pesos, aunque en ocasiones estos últimos se suman al proyecto y ponen un poco más.
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