IRZA
– El ex gobernador asegura que “estoy en paz y con mi conciencia tranquila. La verdad, tarde o temprano, saldrá adelante”
Chilpancingo, Gro.- (IRZA).- El ex gobernador Ángel Aguirre Rivero afirmó que nunca tuvo conocimiento de los videos que supuestamente se destruyeron por órdenes de quien en septiembre del 2014 fungía como presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Lambertina Galeana Marín, quien el miércoles de esta semana fue detenida por agentes de la Fiscalía General de la República (FGR), en Chilpancingo.
Esas videograbaciones de cámaras de vigilancia, que estaban colocadas en puntos estratégicos de la Ciudad Judicial de Iguala, contendrían imágenes de cómo fueron levantados o detenidos varios de los 43 normalistas de Ayotzinapa durante la noche del 26 de septiembre de 2014 y en la madrugada del día siguiente.
La ex magistrada Galeana Marín fue detenida por los delitos de desaparición forzada de personas y delitos cometidos contra la administración de la justicia, vinculados a la desaparición de los 43 normalistas en Iguala en septiembre del 2014.
De acuerdo con lo que ya se ha informado profusamente, la mayoría de los 43 normalistas desaparecidos viajaban a bordo de un autobús de la Estrella de Oro, que fue interceptado cerca de Palacio de Justicia en el bulevar de Iguala hacia Chilpancingo.
Ángel Aguirre Rivero, quien era el gobernador de Guerrero cuando ocurrieron aquellas desapariciones, difundió un pronunciamiento luego de la detención de la magistrada en retiro, Lambertina Galeana Marín: “deseo dejar clara mi postura al respecto: nunca tuve conocimiento de los videos que se dice destruyó la entonces presidenta del Tribunal Superior de Justicia”.
Aguirre Rivero aseveró que en “consecuencia, jamás di alguna instrucción sobre el manejo de dicho material probatorio. Confío en que la magistrada habrá de aclarar a cabalidad los hechos que se le imputan y desmentir los señalamientos dolosos que se han vertido en torno a mi persona”.
También se refirió a una columna publicada este jueves por el periodista Salvador García Soto en el periódico El Universal, “quien insinúa que el día en que acontecieron los lamentables hechos de Iguala, el suscrito se encontraba en las oficinas de Protur (Promotora Turística) del puerto de Acapulco, nada más alejado de la realidad”.
Y solicitó a la Fiscalía General de la República (FGR) “se recaben las sábanas de llamadas (geolocalización) de mi equipo de telefonía celular, a efecto de establecer fehaciente e indubitablemente dónde me encontraba. Asimismo, me reservo el derecho de ejercer las acciones legales que correspondan ante las autoridades competentes por daño moral”.
El ex gobernador reiteró su disposición de colaborar con la Unidad Especial de Investigación y Litigio para el Caso Ayotzinapa (UEILCA) y la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia (COVAJ) “en todo aquello que esté a mi alcance. Estoy en paz y con mi conciencia tranquila. La verdad, tarde o temprano, saldrá adelante”.