Ruth Tamayo Hernández
PRI- PRD, ambos bailan la cuerda floja
“Entre un gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consciente, hay una cierta complicidad vergonzosa”: Víctor Hugo.
Mis estimados, aunque otra vez se van a enfadar los dirigentes de partidos políticos por lo que voy a contar en este espacio, les aclaro que es una opinión muy personal; así que no se esponjen. Si no quieren leer, no lean y sigan como van.
La misiva va a los dirigentes del PRI y PRD. Es un comentario sin el afán de molestar a nadie, porque están muy sensibles todos y tienen razón, ya que perder una elección debe ser terrible. Su servidora, cuando pierde mi equipo de futbol Las Chivas, me siento fatal y eso que no pierdo dinero, ahora imagínense perder una elección donde se pierde tiempo y dinero. Los entiendo.
Sin embargo, comprendan que de lejos se ven mejor las cosas y por eso opino; por si le sirve, tomen nota.
Además, a todos nos interesa que en el tema político haya equilibrios entre los poderes, no es bueno que el poder se concentre en una sola persona, como ya ocurre en los congresos. Por eso es que deben innovar los partidos políticos, los dirigentes deben renovarse y formar nuevos cuadros que suplan a los viejos y arcaicos que tienen, pues esos ya están cansados, no tienen ideas frescas, y menos quieren entrar a la tecnología, quieren seguir en el pasado y para las nuevas generaciones tiene que haber gente nueva. Y ojo, no me refiero precisamente a sus hijos. Al contrario, se tiene que dar accesos a otras personas con otros brillos, porque de continuar así como van, tanto PRI como PRD van a desaparecer, otra elección no la aguantan, van a perder el registro. Sobre aviso no hay engaño, señores.
Otra recomendación es que suelten el partido, formen nuevos cuadros, pues el PRI se volvió una empresa privada de dos o tres familias, y no permiten que ingrese ninguna otra persona que no lleve su apellido a los cargos, y menos que no lleven la palomita de los que ya se hicieron dueños.
Incluso en Guerrero son a lo muchos cuatro grupos los que deciden los movimientos en el tricolor. y no han querido aceptar que ya los desplazaron, que son oposición; pero en vez de aprender de sus errores vuelven a cometer los mismos, corregidos y aumentados, no saben ser oposición los del PRI.
Mire porqué les digo que tanto el PRI como el PRD bailan la cuerda floja del olvido. En la pasada elección del 6 de junio, el PRI contendió por 15 gubernaturas y las perdió todas, incluidas las ocho entidades donde eran gobierno. ¿Y saben lo que hicieron los priistas? Premiaron a sus dirigentes con las diputaciones plurinominales, a todos, incluso al ex gobernador de Coahuila, Rubén Moreira. Este tipo marca vividor se perfila para ser líder de la bancada priista en la Cámara de Diputados.
¡Neta que da coraje! Bueno, me enoja a mí que no estoy buscando ningún cargo en el PRI, imagínense al resto de la militancia.
Y por ese camino van los dirigentes del PRD, sólo que los del Sol Azteca sí están más fregados que los tricolores, pero de los dos no se hace uno, porque los dos van rumbo al olvido mexicano.
Es que son modelos antiguos y, por lo tanto, los desplazaron y gacho, pues esta generación exige demasiado y si no se preparan los priistas y perredistas, y se abren a nuevos valores, a nuevos cuadros, van a quedar en el olvido. Deben formar gente nueva que compita con los nuevos de Morena, que son perredistas y priistas que se formaron dentro de sus filas, pero a los que nunca les permitieron crecer en esos partidos. Entonces, al haber otra opción para ellos, se fueron al partido guinda en donde sí les dieron entrada.
Hoy, esos mismos personajes que ustedes formaron, los están humillando en las urnas. No de en balde el presidente Andrés Manuel López Obrador está demasiado molesto, enfadado, porque un gran sector de clase media como él mismo lo etiqueto, según más de 3 millones que no dieron el voto a Morena en la elección del pasado 6 de junio en la Ciudad de México, y eso desequilibró al mandatario federal y se fue contra este sector de la sociedad que no votó por su partido en la Ciudad de México, lo que los llevó a perder cuatro alcaldías en la capital del país.
Y en serio, el resultado negativo tiene enojado al mandatario federal, porque pudo haber perdido cuatro gubernaturas, pero no las alcaldías en la Ciudad de México. Y ese tema lo tiene enfurecido al presidente AMLO, porque para el 2024 la capital del país puede ser el sitio más importante para derribar a Morena y quitar la Presidencia de la República.
Esos miembros de la clase media que tanto odia el mandatario, pueden ser los que muevan a los mexicanos y los hagan reaccionar. Algo que no falla. Cuidado con los jóvenes, porque estos son un peligro y más cuando les pican la cresta.
Sin embargo, este pleito apenas comienza y no sabemos en qué termine, aunque el mandatario corrigió ayer por la mañana y dijo que trabaja para sacar de la pobreza a millones de pobres y para “construir una nueva clase media más humana, más fraterna y solidaria”.
¡Jijos!, pues va a estar cañón para que logre el presidente lo que contó, sobre todo con el plan de gobierno que lleva, pues en estos últimos tres años ha crecido la pobreza en México de manera enorme. Y, además, en el país ya no hay clase media, señor presidente, en México sólo hay ricos, pobres y gente en extrema pobreza.
Miren, según Forbes, en México se considera de clase media a quienes obtienen un ingreso mensual entre 5 mil 346 pesos y 14 mil 256 pesos.
Los datos revelan que en el país el 45 por ciento de los mexicanos se ubican en este rango.
Según la OCDE la clase media de un país se define en aquellas personas que perciben un ingreso al mes entre el 75 por ciento y el 200 por ciento del promedio nacional. Y el ingreso medio de la población en México es de 7 mil 128 pesos al mes. La mayoría de este sector se emplea o trabajan en la micro, pequeña o mediana empresa, muchos de estos negocios familiares.
¿Ahora pueden entender porqué en la Ciudad de México centenares de personas precisamente de la clase media dejaron de creer en la política del presidente AMLO?
Y, en efecto, este sector es más pensante, más instruido. Es la gente con profesiones u oficios, los dueños de negocios, los autoempleados. Por eso pesó más la escasez de empleo y salud, que cualquier otra cosa y por eso ya no dieron su voto a Morena, les quedó a deber el partido guinda.
Pero pues también por otro lado el presidente AMLO se prepara para el 2024. Ya comenzó hacer campaña. No están ustedes para saberlo ni yo para contarlo, pero en los corrillos de Palacio Nacional se rumora que el delfín del presidente AMLO para ocupar su silla presidencial es ni más ni menos que Lázaro Cárdenas Batel, el nieto de tata Cárdenas. Jojojo.
Pero entonces se han de preguntar, ¿y el gran Marcelo Ebrard? ¡No la chiflen! Ya valió chichi de iguana. Jejeje.
Lo real y triste del cuadro rojo y amarillo es que los dos partidos con mayor trayectoria en el estado de Guerrero, están bailando la cuerda floja sobre el abismo. Y lo peor es que se niegan a aceptar la realidad, insisten en mantener el partido en manos de unos cuantos y seguir su modelo político, arcaico y podrido de corrupción.
Ni hablar. Decía mi madre que cada quien se labra su propia cruz. ¡Feliz martes, mis estimados!