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Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

*Ahoga pandemia al sector turístico

*Cancelan vuelos de Canadá a destinos de Guerrero

“Vayas a donde vayas, no importa el tiempo, lleva siempre tu propia luz”: Anthony J D’Angelo.

Mis estimados, hace meses expusimos en este espacio las millonarias pérdidas que había provocado la pandemia por Covid-19, y dijimos que la situación que se visualizaba para próximos meses es que sería peor.

Aunque muchos opinaron diferente y pensaron que se calmaría la situación del coronavirus, lo cierto es que el virus tiene de cabeza y con el Jesús en la boca a los mexicanos, pues cada día el Covid-19 mata a muchas personas. Pero no sólo quita la vida, sino que también el sustento de la gente.

La noticia de que Canadá cancela los vuelos hacia los destinos turísticos de México, es un duro golpe al sector turístico, pues según el secretario Turismo federal, Miguel Torruco, son alrededor de 791 mil turistas canadienses que no viajarán a los destinos del país. Entonces ya podemos imaginar la pérdida económica que representa para el sector esa decisión.

Aunque Torruco Marqués expuso que el puerto de Acapulco es el más afectado por la preferencia a ese destino del turismo canadiense, lo cierto es que también afecta directamente a Ixtapa-Zihuatanejo, a donde los canadienses habían estado llegando en vuelos programados.

Pero lamentablemente por el progresivo aumento de contagios del coronavirus, los turistas decidieron suspender su viaje a México.

Incluso, la cancelación de vuelos procedentes de Canadá comenzó desde el pasado mes de diciembre, cuando se registraron cancelaciones de hasta en 90 por ciento, y eso puso en riesgo la temporada invernal en Ixtapa-Zihuatanejo y destinos circunvecinos, sobre todo Playa Troncones, ya que estos turistas eligen para vacacionar lugares alejados del ruido y habitan entre nosotros hasta por seis meses.

Por eso insistimos a las autoridades de la Federación, junto con los funcionarios de turismo, que maquinen un plan para rescatar al sector turístico, entre otros, antes que se cargue el payaso a todos juntos.

Una de las prioridades debe ser la vacuna, para controlar los contagios del coronavirus. Si bien es cierto que con eso no se contiene el avance de la pandemia, es verdad que van a disminuir los contagios y las muertes por Covid-19, porque se está dando prioridad a los grupos con mayor vulnerabilidad.

Y es que ahora el virus está matando a tanta gente como no ocurrió en la primera oleada de la pandemia, cuando llegó el virus a México y se expandió por estados y municipios. En Guerrero, por ejemplo, los días más duros fueron junio y julio, y las autoridades señalan que hoy estamos peor, pues en el mes de enero se dispararon los contagios y las muertes.

Tenemos, de hecho, 20 días decretados para estar en semáforo rojo, tiempo en el que se espera que la pandemia se aplane un poco y podamos comenzar el descenso. Pero eso implica que todos colaboremos de manera decidida, para que no se extienda ese proceso. De lo contrario, todo huele a que también las vacaciones de Semana Santa abortarán, como ocurrió en 2020, y ahora con mayor razón, porque ya tenemos la pandemia encima y acelerándose.

Es bien preocupante lo que está pasando; y lo grave de todo es que la gente sigue jugando al valiente y toreando al coronavirus. Hasta que no muere un ser querido toman en serio la pandemia, somos cabeza dura.

Y a estas alturas miles de personas no han entendido ni comprendido la gravedad de los contagios, y estos empeoran cada día. Sobre todo, el más grande drama se vive en las comunidades alejadas, donde los servicios de salud son altamente deficientes, máxime ahora que no se tiene acceso libre al oxígeno, pues solamente hay 3 empresas que lo producen a nivel nacional, y la producción de éstas fue acaparado por los hospitales. Infra, por ejemplo, está dotando de 2 tanques de oxígeno cada 15 días a las clínicas privadas. Hay otras tiendas que lo venden, pero lo tienen que ir a conseguir a Puebla, Querétaro y otras ciudades, y obviamente vienen a ofrecerlo acá hasta en 40 mil pesos por tanque; o bien ofrecen rellenos de tanques de mano a precios que van desde los 500 a los 4 mil pesos.

Es grave lo que está pasando en México con el Covid-19. Y como lo expresamos anteriormente, el panorama en nuestro país pinta muy desalentador y todo indica que seguirán muriendo por coronavirus muchos mexicanos.

Mire porqué se lo digo: Tristemente nuestro país es el más afectado con esta pandemia, por donde usted quiera verlo. Imagínese sólo un dato para que se dé una idea de lo que le quiero decir; México tiene 126 millones de mexicanos, contra una nación como Chile, que tiene apenas 19 millones de habitantes. No es comparable nuestro país con ninguna de esas naciones. Comparar a México con esos países es irresponsable.

Sin embargo, el país, aunque saturado de gente, había logrado salir de los baches no sin pérdidas, claro; pero ahora todo indica que cada vez México se aplasta más en el suelo. ¿Y saben cuál es el peor cuadro? Que va a seguir muriendo mucha gente, aún faltan muchas personas por morir de coronavirus en nuestro país, porque la pandemia no ha cesado; al contrario, se acelera. Solamente Campeche está en semáforo verde, pero es una isla en un océano.

Lo más triste del cuadro es que los pobres van a engrosar la lista de los muertos, ya que este sector no cuenta con recursos para curarse, porque el sector salud no tiene medicina; aunque quieran los doctores apoyar a la gente, no hay espacio en los hospitales ni tampoco medicinas, y la historia es terrífica y traumática para cualquier persona de escasos recursos.

Por otro lado, ningún hospital tiene con qué responder a tanta gente infectada. Y hay estados más pobres que otros, entre ellos Guerrero, que es bastante grande, con 81 municipios -y para no variar agrupa municipios pobres y en extrema pobreza a niveles comparados con África-.

¿Se imaginan? Simplemente no hay para cuando nos vacunen a todos. ¿Me van entendiendo, mis estimados? Ahora sí podemos hablar más claro: entre más pobres hay, más se complica la situación; eso real.

Lo que estamos viendo en México es real. No crea que es cuento. Está muriendo mucha gente joven que no rebasa los 50 años, y es muy preocupante la situación. El que no quiera ver la realidad que vive México en este momento, morirá engañado, abra los ojos, estamos en el centro de un huracán llamado Covid-19, y está arrasando con todo a su paso.

Es una pandemia desastrosa y mortal, y sería muy doloroso que le toque la puerta de su corazón y lo agarre desprevenido.

El que el estado de Guerrero haya regresado al semáforo epidemiológico rojo, es porque todos somos responsables. Cuando tomemos cada uno la parte que nos toca, las cosas van a cambiar.

En Zihutanejo, los contagios por Covid-19 han ido al alza, pero, mis estimados, en algunos municipios de la Tierra Caliente el coronavirus está matando mucha gente. En verdad, bastantes paisanos están muriendo y pese a ello las pachangas no cesan. Eso es ser una persona inconsciente e irresponsable.

Sin embargo, cada cabeza es un mundo, dice el dicho, pero una cosa no debes olvidar: cargarás en tu conciencia que por tu irresponsabilidad contagiaste a algún familiar tuyo y murió. Ahí sí vas a sentir horrible que el virus te quite un familiar y vas a desear que te trague la tierra. Aunque seas de corazón de piedra, cuando ves el muerto tendido, te doblas.

Perdón, si fui dura. Cuídense y cuiden a su familia, mis estimados, pues en menos de una semana supe de la muerte de familiares, papás y mamás de personas queridas, y se siente feo no poder acompañarlos en esos momentos tan duros, y que de la noche a la mañana tu papá, mamá o hermano, estén en un ataúd. Por eso, insisto, cuidémonos todos. ¡Feliz martes, mis estimados!

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