Palabra de Mujer 

Ruth Tamayo Hernández 

Panorama desalentador para reactivación turística 

“Ten siempre una mente ganadora. Confía en tus posibilidades y cree, firmemente, que lo mejor está por venir”: Jorge Álvarez Camacho- 

Mis estimados, en México, debido al Covid-19, la reactivación económica se complica día a día. Como lo reconoció el presidente de la República, la pandemia le ha pegado duro a nuestro país, pero él considera que todavía estamos en posibilidades de revertir los daños, aunque los expertos en economía y macroeconomía opinen lo contrario. 

Los expertos señalan que el virus va a continuar entre nosotros. Que pasará la pandemia, pero que estaremos oyendo de brotes y rumores de brotes, tal y como ya sucede en China y en países de Europa. Incluso, en países como Inglaterra y Alemania endurecieron sus políticas de control, y a los mexicanos, centro y sudamericanos que viajan a esos países, se les exige la prueba Covid, para determinar que están libres del virus. 

Por lo tanto, debemos cambiar la forma de vivir, sobre todo en nuestra manera de alimentarnos e higiene. El subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, levantó ampolla la semana anterior, cuando dijo que México lleva 40 años de sostener a una industria alimentaria farsante, que en realidad nos ha envenenado con azúcares, grasas, harinas y sal en exceso, y que a eso se debe la alta mortalidad por coronavirus. 

Tiene razón Gatell. Tenemos una subcultura alimenticia, que nos ha colocado en primer lugar a nivel mundial en casos de obesidad infantil, y eso es algo que denunció el médico Lázaro Mazón Alonso desde que era senador de la República, desde donde promovió que se prohibiera la venta de comida chatarra en las escuelas, que siguen siendo los lugares donde más se fomentan. 

Para darnos una idea de lo que estamos hablando, si alguien consume 4 coca colas o cualquier refresco en un día, estará consumiendo 500 por ciento más del azúcar que su organismo puede tolerar en un día. A esto agréguele los jugos, el yogurt y todos los demás alimentos procesados, la grasa y las harinas que esas personas suelen comer cada día. Los expertos en nutrición se preguntan cómo es que no caemos muertos, porque la verdad es que nuestro cuerpo no está diseñado para tolerar tan altos niveles de carbohidratos, menos el azúcar, que además de que en nada nos nutre, es una especie de veneno, que se traduce en obesidad, en diabetes e hipertensión. 

Volviendo al tema, mis estimados, existe la esperanza de que a fines de año llegue la vacuna del Covid-19 a México, pues ya hasta precio tiene, pero lo que importa es que sea probada y pueda salir al mercado pronto, porque este canijo virus metió a los mexicanos en un callejón sin salida, dejando pérdidas millonarias y una caída económica sin precedentes, además de que ha cobrado la vida de casi 45 mil personas en el país, y de más de 600 mil en el mundo. 

Por eso sigamos clamando al Eterno Dios para que esa vacuna sea una realidad y pronto llegue a nuestro país.  

En México vivimos una situación crítica y preocupante, mis estimados. De aquí a diciembre, cierre de 2020, el panorama es muy desalentador para todos en general, no se escapa ninguno, incluso ni los ricos, pues también está en riesgo su fortuna.  

Miren porqué se los digo: Desde un principio de la pandemia por Covid-19, se dijo que el sector más afectado por el coronavirus sería la industria turística; sin embargo, conforme pasan los meses, se van revelando daños en otros sectores, donde también ha habido desplomes de ingresos. Por ejemplo, en las actividades recreativas son incuantificables las pérdidas y será imposible su recuperación a corto plazo, como prevén empresarios. 

Sin embargo, la reactivación económica en los destinos nacionales enfrenta obstáculos enormes que el sector no podrá vencer con facilidad, sobre todo si no hay el respaldo del gobierno federal, pues según cálculos de la Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (Cicotur), para el cierre del año, el sector turístico habrá perdido 1 millón de empleos y una derrama de 1.6 billones de pesos en el país.  

Pero no se achicopalen, pues el golpe no es sólo nacional, es a nivel mundial. La Organización Mundial de Turismo (OMT), registró 67 millones de turistas internacionales menos. Eso representa la pérdida de una derrama de 80 mil millones de dólares.  

El problema es que en México varios estados siguen cerrados los destinos; algunos abrieron las actividades al 30 por ciento, ni siquiera al 50 por ciento para que se comience a ver una recuperación. Y si siguen aplazando la reapertura, las caídas van a ser desastrosas e irrecuperables.  

Incluso, en algunos estados se habla que hay en quiebra 200 restaurantes, lo que representa la pérdida de 2 mil empleos, esto en Baja California Sur.  

Siempre se ha dicho que, en el país, la actividad turística representa el 8.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y la generación de 11 millones de empleos directos e indirectos, con la llegada de 45 millones de turistas y un ingreso 24 mil 600 millones de dólares en divisas. 

Varios estados como, por ejemplo, Quintana Roo, Nayarit, Jalisco, Colima, Sinaloa, Nuevo León, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas, entre otros, acordaron que la reactivación de sus estados partiría de tres factores. Lo comento, mis estimados, porque algunos de estos estados ya están trabajando a más del 50 por ciento en la reactivación turística. Cierto que no les fue del todo bien a todos, pero siguen picando piedra. Ellos vencieron el miedo al virus, porque a la mayoría de mexicanos no paniqueó el miedo a los contagios, además de que en eso influyó la desinformación en redes sociales. Tristemente, el miedo y la desinformación en torno al virus mató a mucha gente. Por eso, lo que debemos hacer los guerrerenses es no tenerle miedo a este canijo coronavirus, pues el miedo a infectarnos nos tiene paniqueados y encerrados, enfermos de nervios y estrés, y hasta tomando medicina para dormir, muertos de miedo.  

Y es que en parte varios tienen razón; por ejemplo, en el municipio de Zihutanejo murió mucha gente que conocíamos; y pues, aunque no queremos creer que fue de Covid-19, varios descansan. Entonces nos enfermamos de miedo, pensando que ya seguimos nosotros.  

Lo cierto, mis estimados, es que la vida sigue, y tenemos que continuar en el camino. En el municipio de Azueta, vivimos del turismo, no hay otra actividad que realizar, así que tenemos que prepararnos para recibir a los visitantes, pues están arribando al destino. 

Empresarios hoteleros en Ixtapa y Zihutanejo, señalan que la ocupación en el destino podría alcanzar el 50 por ciento de sus flujos normales en estos meses, y en diciembre esperan que vuelva el turismo internacional. Ellos presagian que regresen un 40 por ciento de turismo internacional, pues aún hay temor del visitante de viajar a cualquier destino por el Covid-19, pero en el puerto sólo estamos autorizados para un 30 por ciento por ahora, y no sabemos hasta cuándo nos darán la autorización del 50 por ciento. 

Ojalá sigamos en el semáforo epidemiológico naranja, y logremos cambiar al otro color, para ya no seguir perdiendo, porque el 30 por ciento no nos ayuda mucho. 

Con todo, empresarios auguran que los turistas arribarán al destino en estos meses, aunque el miedo a viajar seguirá siendo latente este año, mientras no haya una vacuna contra el Covid-19.  

Viajarán los turistas, en menos cantidad, pero van a viajar. Nosotros sabemos que va a mermar mucho el turismo este año, porque así ocurrió cuando derribaron las Torres Gemelas, el turista tenía miedo de subirse a un avión. Nos mermó mucho en ese tiempo el turismo, pero luego se compuso. Eso sí, nada comparado con este Covid-19, pues ya llevamos cuatro meses con puras pérdidas. 

Al menos no nos regresamos al semáforo epidemiológico rojo, mis estimados, pues los contagios del coronavirus en el muncipios de Zihuatanejo van al alza cada día. Hay 477 casos positivos, y 54 muertes. Sin duda estamos en momento complicados en Zihuatanejo. Lo bueno que la ocupación de los hospitales está en 18 por ciento.  

Por cierto, las quejas de varias personas en el puerto son los constantes robos a casa habitación y negocios. El problema es grave, pues los asaltantes traen arma de fuego y según los afectados son chamacos que hasta les tiembla la mano cuando levantan el arma para exigir el dinero. Lo malo es que son varios los ladrones y antes que ocurran tragedias, pónganse a hacer su chamba señores de la policía municipal, atrapen a estos ladrones de dos patas que ya les dicen el terror de Zihutanejo. ¡Feliz martes para todos! 

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