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Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Hacienda no respaldará con recursos a empresas

“No hay nada más peligroso que la impunidad; es entonces cuando la gente enloquece y se cometen las peores bestialidades, no importa el color de la piel”: Isabel Allende.

Mis estimados, que rápido pasó el tiempo. Estamos cerca del inicio del proceso electoral, rumbo al 2021. En serio el tiempo se fue rápido. Tal vez ni cuenta nos dimos por el encierro, pues estuvimos encerrados casi cuatro meses, viendo impotentes el avance de la pandemia.

Por cierto, por eso muchos ciudadanos están desconectados del ambiente político, y también se están yendo al extremo, pues nada quieren saber de políticos rancios y menos de los que se van y sólo vuelven en tiempo de elecciones.

Varios ciudadanos buscan cómo rehacer su vida después del encierro; otros buscan cómo sobrevivir, pues están desempleados. Algunos más tienen sus negocios caídos, sin posibilidad de levantarlos, y mucho menos adaptarlos a la “nueva normalidad”.

Son centenares de personas las que no tienen trabajo, y más en nuestro medio, donde vivimos del sector turístico, el primero que se cerró a nivel nacional para el control de la pandemia.

Lo cierto es que aún no se ve el daño económico que nos dejó a chicos y grandes el Covid-19, y otro factor que vendrá a poner la cereza al pastel son las deudas de centenares de personas que consiguieron dinero para poder sobrevivir con su familia en estos cuatro meses, en espera de que llegaran tiempos mejores, que no llegan. Y como dijo Don Teofilito, “ni llegarán”.

El panorama en Guerrero y sus siete regiones se divisa desastroso. Ni con el Huracán Paulina en 1997, ni con la tormenta Manuel e Ingrid en 2013, vimos tal desastre económico. Y eso pese a que los millones de pesos destinados a la reconstrucción se esfumaron en las garras de la corrupción oficial.

Por eso quiero dejar ver a los políticos que aspiran a cargos de elección popular, que después de esta pandemia por Covid-19, nada será igual en ninguno de los ámbitos. A ellos sí les podemos decir: “Bienvenidos a su nueva normalidad”.

Ustedes tienen enfrente un gran reto, que tal vez pocos logren superar para alcanzar sus objetivos.

El gobierno federal aun no mide la dimensión del desastre económico que hay en México por el Covid-19. Y miren porqué se lo digo: El titular de la Secretaría de Hacienda, Arturo Herrera, explicó en videoconferencia al Consejo Directivo Nacional de Canacintra, que el gobierno federal no contratará nueva deuda para apoyar a las empresas, pues dijo que en caso de endeudarse el país “tendríamos que pagar intereses por 300 mil millones de pesos en 2021, lo que implicaría cancelar los programas sociales.”

Por eso no darán estímulos de 20 por ciento del Producto Interna Bruto (PIB), como lo recomiendan organismos internacionales, que representarían cerca de 5 mil billones de pesos, pues México tiene menores márgenes de maniobra para contratar obligaciones como en otros países, justificó.

Sin embargo, empresarios industriales piden que el gobierno federal sea interventor ante la Comisión Federal de Electricidad, para diferir pagos de luz a enero del próximo año.

El presidente de Canacintra señaló que una manera de cómo puede ayudarles el gobierno a los empresarios es que la CFE difiera el pago de sus facturas de luz seis meses y empezar a pagar en enero de 2021.

“Esto nos daría aire para mantener empleos y podemos reactivar”, dijeron a Arturo Herrera.

Sin duda, la preocupación por pagos fiscales, luz y agua, son el pan de cada día de la micro, pequeña y mediana empresa en el país, no sólo de los grandes industriales y hoteleros.

Sin irnos lejos, en Guerrero, la hotelería y condominios están endeudados con la CFE, además de que tienen en puerta el pago de onerosos impuestos.

La situación en la entidad suriana, repito, es triste.

En el país para el sector empresarial viene lo grave, aparte porque se rascará con sus propias uñas, no tiene el respaldo del gobierno federal, pues el mandatario sólo piensa en recibir recursos para sustentar sus programas sociales. Ya hizo público, que el mayor interés de su gobierno con la detención y colaboración de Emilio Lozoya, es recuperar el dinero que se defraudó de Pemex.

Por ejemplo, “si hubo un sobreprecio en la compra de la planta de Agronitrogenados, se calcula que fue un sobreprecio de 200 millones de dólares, éste tiene que devolverse al erario”, dijo.

Lo triste del cuadro, es que el mandatario quiere dinero para mantener sus programas sociales, no para sustentar la productividad del país. Y para eso pues no hay dinero que alcance. Falta ver, sin embargo, en qué acaba el problema del robo millonario de ex funcionarios. De que existió, ni dudarlo. De que se pueda probar y recuperar, veremos.

Primero, el gobierno federal no puede hacer planes con un dinero que aún no reciben, pues aunque Emilio Lozoya revele nombres de los ladrones, no creo que los personajes devuelvan muy orondos el billete, de plano no lo creo. Se van a defender como gatos panza arriba, aunque les apliquen la Ley de Extinción de Dominio, y aunque les congelen las cuentas, algo que ya es legal, sin que los interfectos puedan meter siquiera las manos.

Los narcos no dijeron ni pío cuando les quitaron sus propiedades, porque no les conviene exhibirse, pues los atrapa la justicia. Pero los ex funcionarios, los delincuentes de “cuello blanco”, merito se van a quedar callados.

Más bien veo ese tema como un plan magistral para acolchonar el camino hacia el 2021 a los candidatos de Morena.

Neta, soy muy incrédula para creerles ese cuento del testigo protegido. Más bien, sería un “testigo consentido”, pues opciones de dar con los responsables de los desfalcos hay muchas, basta seguirle la ruta al dinero, y de eso se encarga la Unidad de Inteligencia Financiera, así como la Secretaría de la Función Pública. No se necesita tanto show.

El caso del ex gobernador de Chihuahua, por ejemplo, fue detectado por la UIF desde tiempos de Peña Nieto. También el caso de los robos de Rosario Robles Berlanga en la Sedesol y la Sedatu, estaban plenamente documentados. Se atoraron en el poder judicial, y eso fue lo que desrabó el gobierno de AMLO, pero no es que haya iniciado este gobierno las investigaciones.

México es el país de la impunidad, y hasta dice el dicho que no hay quien escupa al cielo, que en la cara no le caiga.

Les decía que ojalá en Guerrero veamos los resultados de todos los movimientos que se están haciendo en el nivel central. Ya se escucha a varios personajes hacer campaña por todos los medios. Otros tienen sus perfiles de Facebook, desde donde tiran petardos contra los alcaldes en turno, pues tienen la de ganar los ediles si desean reelegirse. Por muy malas que hayan sido sus administraciones, llevan la de ganar contra el contrincante que les pelee el cargo, pues a como están las cosas en la entidad, se divisa que será muy difícil esta elección.

Los aspirantes que se sienten los salvadores de los municipios de donde son residentes y andan cantando fuerte que son los únicos que saben gobernar, pero estos angelitos olvidan que vivimos otros tiempos, que la gente los ubica bien y saben de qué pie cojean.

Esos aspirantes que gritan fuerte, ya gobernaron su municipio y hasta el estado. Tuvieron la oportunidad de cumplir a los guerrerenses y no lo hicieron, pero ahora dicen saberlo todo para solucionar los problemas, y pues de lengua sólo los tacos del Infonavit El Hujal, en Zihuatanejo. Se los recomiendo.

En Guerrero, como recordatorio, los guerrerenses elegirán al gobernador, 80 ayuntamientos, y un concejo que se elige por usos y costumbres (el de Ayutla de los Libres).

También se va renovar, el Congreso local, y a nivel federal la Cámara de Diputados.

Se dice en los corrillos del estado que los partidos de oposición van a unirse en alianza contra Morena, y también a nivel nacional se escucha fuerte la noticia de que partidos políticos pretenden unirse en alianza para vencer a Morena en las próximas elecciones legislativas del 2021, para arrancarle la mayoría al partido lópezobradorista, y poder revertir los cambios que está impulsando el presidente.

Pero los expertos predicen que si surge tal alianza entre los partidos políticos, será un arma de doble filo, que podría ser contraproducente para la oposición, pues con eso confirmarían lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador, de que la mafia del poder se une para acabar con su proyecto de nación.

En una plática con priistas de convicción, les pregunté de esa posible alianza con otros partidos opuestos a Morena, y me contestaron que ojalá y no lo hagan los dirigentes del PRI, pues señalaron que en Guerrero una alianza entre PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, estaría destinada al fracaso, simplemente porque el electorado no lo vería con buenos ojos.

En la entidad el priismo tiene sus votos duros, nunca se aliaría la gente con el PRD, que es un cascarón en el estado; y PAN no hay en Guerrero, son muy pocos los militantes de Acción Nacional en la entidad.

Esas debilidades del PRI, hicieron grande a Morena; y hasta dicen ellos que la oposición, ni juntándose, les ganan. Pero quién sabe, en política no hay nada escrito, todo puede pasar.

Lástima que el PRI nunca aprendió a ser oposición, creyeron que eran amos y dueños de Guerrero y del país. Dijeron. Y pues, sin el afán de molestar, los de Morena presumen que Guerrero se vestirá de guinda, que van conservar el Congreso local y van ganar varios municipios de la entidad. Recordé el refrían de mi rancho: Mi querida liebre, con brincos, pero sin pedos. Jejeje. ¡Feliz jueves para todos!

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