Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Federación ajusta cambios a semáforo preventivo frente al Covid-19

“No es la vida la que separa a la gente; es la maldad, la hipocresía, la traición, el egoísmo y la falta de respeto”: Maribel Vázquez.

Mis estimados, la pandemia del Covid-19 también dividió al pueblo, pues lo único que nos faltaba eran pleitos pueblo con pueblo, pues aunque no nos guste a muchos el gobierno municipal es pueblo, emanó de entre nosotros; y entonces, lo que tenemos que hacer es articular propuestas que surjan del gobierno, el comercio, los empresarios, y la sociedad en su conjunto, porque todos somos pueblo.

No es tiempo de peleas y menos de insultos. Bastante se ha perdido en estos tres meses de confinamiento por el coronavirus, como para seguir de bajada. Olvide el dinero, se perdieron vidas humas y siguen falleciendo personas por el mismo virus, y seguirán muriendo más, si la pandemia sigue fuera de control.

Por eso el gobierno tiene que tomar medidas para evitar que el Covid 19 se vuelva una peste en el estado de Guerrero, porque es de todos sabidos que la entidad no tiene la infraestructura hospitalaria para un aceleramiento de contagios del nuevo virus, para el cual no hay cura.

El estado de Guerrero se ubicó bien rápido en el ojo del huracán por el coronavirus. Simplemente no estábamos preparados para esta pandemia en ningún sentido. Por eso la exigencia de quedarse en casa.

Y aunque las exigencias de los comerciantes y empresarios con actividades no esenciales en el país son justificadas, han subido de tono y exigen abrir sus negocios ante la crisis económica que están pasando, además de los cobros de los recibos de agua, luz, renta e impuestos que llegan cada mes.

Piden comprensión del gobierno estatal de cada entidad. Piden que les permitan abrir sus locales y vender sus productos.

Luego de tanta exigencia, finalmente el gobierno federal, en voz de la titular del Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, en una videoconferencia con los 32 gobernadores del país, analizaron cambios al semáforo. En lo sucesivo, ya no será general, sino de acuerdo a las necesidades de cada entidad federativa.

Los funcionarios de salud federal explicaron los cuatro elementos que se deben considerar para un cambio en color del semáforo. El más importante es el número de contagios y casos sospechosos del Covid-19, y en segundo lugar la disponibilidad hospitalaria para su atención.

Cualquier apertura no planificada, se traducirá en más contagios, más consultas médicas y más hospitalizaciones. También más muertes.

Y es aquí donde tuerce la puerca el rabo. El estado de Guerrero está en pañales por su baja disponibilidad hospitalaria. Se dice que tenemos pocas camas disponibles, y que no se necesitan más espacios, sino menos casos.

Y la mera verdad, eso es una media verdad, y también una media mentira. Estamos ante una pandemia, señores. El enemigo es invisible. Los casos son los que son, pero la infraestructura que tenemos es la que debe tener el estado más pobre del país. Punto. Se nos está comparando con las urbes del Valle de México, donde se concentra todo el dinero del país, y de ahí nos mandan migajas a los estados, sobre todo a los que nos ubicamos en el Sur-Sureste.

Ayer, los hospitales del ISSSTE, Sedena y Semar en Guerrero, así como el de Chilpancingo e Iguala, estaban al tope. Un enfermo más, y es paciente muerto.

La delegada del gobierno federal en Guerrero para coordinar las tareas de lucha contra la pandemia, dijo que ya habló al ISSSTE nacional, para que habilite más camas, pero que no hacen falta más espacios, sino menos enfermos.

Eso es un comparativo barato. Si es necesario que se abran un nuevo hospital, debe hacerse. Punto. Dejémonos de frases rimbombantes y politiqueras. A la señora delegada la mandaron a resolver problemas, no a evadirlos.

Volviendo al tema, la Federación cede y deja al arbitrio de las entidades el manejo del semáforo. Es decir, que cada gobernador deberá determinar si abrir sus actividades económicas, o mantenerlas cerradas.

El subsecretario de Salud federal, Hugo López Gatell, en su intervención expuso ante los gobernadores, la metodología para calcular el semáforo Covid semanal, para cada entidad federativa. Contó que en la Ciudad de México se notó una notable tendencia a la baja de casos en la comunidad, aun cuando el grado de hospitalización permanece casi sin cambios; es decir, ni sube ni baja.

López Gatell usó el ejemplo de la Ciudad de México para explicar a los gobernadores los criterios que van a utilizar para definir el semáforo para cada entidad. Dijo que estos criterios son estrictamente técnicos, no políticos, mediáticos o de alguna otra naturaleza.

Lo grave del asunto es que, de nueva cuenta, los 16 estados que están en semáforo rojo y seguirán en rojo.

El nuevo semáforo entra en vigor el próximo lunes, pues se cambia cada domingo.

Haz un último esfuerzo, guerrerense, quédate en casa.

Ahí mismo López Gatell, pidió a los mandatarios estatales designar a una persona que vigile la actualización de datos que se envían a la base nacional; es decir que dé información de casos del coronavirus de manera oportuna, para mantener al día los mapas y estadísticas nacionales, así como también se informe de porcentajes de camas ocupadas en los hospitales Covid, tanto las generales, como las adaptadas para tener ventilador y de terapia intensiva.

Son 16 entidades que están en color naranja. Son los que reactivaron actividades con los protocolos sanitarios establecidos. Sin embargo, en la reunión entre gobierno federal y los gobernadores por videoconferencia, Sánchez Codero aseguró que el camino y la lucha frente a la pandemia aún es largo, por eso expuso que el gobierno federal busca ser flexible frente a la necesidad de cada entidad. “No se trata de imponer desde la federación un semáforo único, ni mucho menos. Sino de proponer y generar sinergias entre todos para salir adelante”, dijo.

¡Vaya!, hasta que reaccionó la encargada de la política interna del país. Claro, señores funcionarios, no pueden controlar desde un semáforo a las 32 entidades federativas, pues cada estado con sus municipios enfrenta sus propias necesidades; y lo más cerca que tiene la población es al presidente municipal, y luego al gobernador. Por eso la gente recurre al alcalde para exponer sus problemas, tienen que haber acercamiento entre funcionarios, con empresarios y comerciantes, y juntos analizar los pros y los contras antes de tomar la decisión de la reapertura de los negocios con actividades no esenciales.

Ningún funcionario, ni local estatal ni federal, tiene culpa de lo que sucedió o de la crisis que hoy vivimos. No es tiempo de pleitos, en serio, estamos en problemas graves en Guerrero, como para andar en pleitos.

Hoy pretenden los comerciantes manifestarse para exigir al gobierno municipal que les permita abrir sus negocios; sin embargo, el cierre no fue una disposición del presidente municipal, fue del gobierno federal.

Como le dije a principios del mes de junio, cuando se alargó el confinamiento, mis estimados, el tiempo vuela. Aguanten, guárdense en casa. Falta poco, no se rinda. ¡Feliz fin de semana!

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