Ruth Tamayo Hernández
Causa enojo el cierre de accesos a pueblos de la Montaña
“Cuándo el amor se reprime, el odio ocupa su lugar.” Havelock Ellis
Mis estimados, en tiempo de aislamiento cuide usted su salud mental. Compartiré un texto planteado por expertos en la materia, pues ellos aseguran que, por la expansión de la pandemia por coronavirus, habría problemas de estrés excesivo. El virus traerá en nuestro municipio, estado y país, graves consecuencias a las personas, pues además son excesivas las medidas que los gobiernos toman, incluidos otros grupos, medidas que generan pánico, miedo, ansiedad, y pueden provocar enfermedad en la población.
Los expertos añaden que cuando vivimos estos escenarios, el estrés sube, y las glándulas suprarrenales -unos órganos pequeñitos ubicados en cada riñón que producen hormonas imprescindibles para los seres humanos-secretan adrenalina, la hormona que pone en alerta nuestro cuando estamos en peligro. La adrenalina se secreta constantemente, lo que no ocurre en situaciones normales. Esto provoca un aumento en la frecuencia cardiaca y la presión arterial. La sangre, en lugar de dirigirse hacia la cabeza, el estómago y los genitales, se dirige hacia brazos y piernas. Este mecanismo nos salva en situaciones de extremo peligro, en las que requerimos luchar o huir.
Sin embargo, refiere el médico internista, Andrés Contreras, si esto se prolonga, podría tener efectos nocivos, si este factor estresante es permanente va haber un agotamiento de los mecanismos de defensa.” Es decir, que se pueden mostrar signos en el cuerpo como dolores de cabeza frecuentes, salivación excesiva, dolor en pecho, diarrea, dolor abdominal, dolores musculares y aparición de tics.
Sin duda, mis estimados, el coronavirus vino a mostrar a la humanidad cuán vulnerables somos los seres humanos; tenemos miedo de todo: a sufrir, enfermar, y sobre todo a morir. Hoy en día, no sólo los empresarios están padeciendo estrés por la caída de sus empresas, también las familias están sufriendo enfermedades por el estrés inducido por la alerta ante el virus. Hay personas con crisis nerviosa, otras con derrames en los ojos y otras con ansiedad, encerrados en sus cuartos con frascos de desinfectantes para rociar a cualquier persona que entre a su habitación. Otras más, desde el 23 marzo sufren insomnio y dolor de cabaza insoportable pues no poden dormir.
Me tocó ver una persona con sus ojos lleno de sangre, porque tuvo un derrame, pues en su municipio cerraron las entradas personas ajenas al gobierno y no dejan entrar ni salir a nadie; y eso a ella la angustia mucho, pues tiene sus hijos y siente que algo malo les va a suceder, pues los muchachos no miden el peligro. Ese pánico causó un estrés elevadísimo en la señora, provocando un derrame en sus ojos que por poco la lleva a la muerte. Y lo peor es que no puede salir del pueblo para ir al especialista, porque no hay trasporte en esa comunidad.
Y estos casos son apenas de los que conocemos por la cercanía de donde ocurren; sin embargo, conforme esto avance y se alargue la pandemia del coronavirus, habrá una nueva peste sanitaria que ningún gobierno podrá controlar.
Cabe hacer mención, que funcionarios de la Secretaría de Gobernación, expusieron a autoridades estatales y municipales, que establezcan un diálogo para alcanzar acuerdos o estrategias, así como determinar las medidas de movilidad y actividades económicas permitidas durante la vigente fase 3 de la emergencia sanitaria por expansión del coronavirus. Pues, según el gobierno federal, hay diferencias de acciones que no coinciden con la circunstancia sanitaria nacional y local.
Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, expuso que ese tema lo había hablado con los municipios que han cerrado sus límites y coloquialmente sus fronteras, impidiendo la libertad de tránsito. Por ejemplo, dijo la funcionaria, “estoy hablando con los gobernadores y con los presidentes municipales diciéndoles que no pueden cerrar sus municipios.
Sin embargo, algunos municipios se han pasado por el arco el triunfo la orden. Agregó Sánchez Cordero que, desde el inicio de la fase 3 y hasta el 21 de abril, Gobernación detectó que en diversas regiones las autoridades locales disponen medidas dispares, como la ley seca, con la que se prohíbe la venta de bebidas alcohólicas, así como que los pueblos multan con varios miles de pesos, a quienes violan la prohibición de entrar. En cambio, ellos sí pueden salir hacia las ciudades cercanas por sus víveres, y sin acatar las medidas de higiene y sana distancia.
Ante estas medidas, la funcionaria explicó que el país no se encuentra en un estado de excepción y tampoco está considerado suspender la libertad de tránsito, sobre todo ahora que es necesario trasportar mercancías, para evitar el desabasto en los pueblos.
No obstante, en algunos municipios las personas justifican que bloquean los accesos al pueblo para proteger a su gente de contagios de coronavirus, pero con esas medidas represivas están creando otros problemas de salud, también graves, y sobre todo problemas económicos.
Por ejemplo, en Chilapa de Álvarez, el pasado miércoles los pobladores iniciaron inicio un operativo por el Covid-19, y cerraron los accesos. Entonces jornaleros que vuelven de los campos de cultivo, ya no pueden ingresar a sus lugares de origen, pues piensan los bloqueadores que estos jornaleros traen coronavirus y van a contagiar a la gente. En cierta parte tienen razón, pero no son los modos con los que están tratando a los campesinos. De por sí el miedo a contagiarse del virus ya es un problema, que se agrava con el rechazo en su propio pueblo.
Deben tomar otras medidas, como el aislamiento por 14 días, y la supervisión médica. Pero debe haber condiciones, no los traten como animales o forasteros, somos los mismos, caray, y somos paisanos.
Abel Barrera Hernández, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlalchinollan, pidió apoyó para los jornaleros agrícolas indígenas, pues llegan de estados de norte del país a la ciudad de Chilapa, en la Montaña Baja. Por ejemplo, el día del operativo llegaron 15 autobuses con campesinos. Y los días jueves, viernes y sábado estuvieron llegando autobuses con campesinos, a la entrada del bulevar de Chilapa, como de costumbre, pero desde ese día del operativo elementos de la Guardia Nacional, corporaciones policiacas y Protección Civil, bajaron de los autobuses a los campesinos y los llevaron a la Casa del Campesino, ubicada en la colonia Zapata de esa ciudad, donde les dijeron que ya no pueden estacionarse a la entrada del pueblo; incluso, les avisaron que tienen que llegar directo a la Casa del Campesino.
La desinformación lleva a la discriminación de la gente; es verdad que deben tomar medidas para evitar contagios, pero estos jornaleros campesinos se quejan de que los dejan muy lejos para ellos desplazarse a sus comunidades de origen; y de por si traen muchas cosas como cartones, maletas, costales; y que los hagan caminar es un crimen.
Neta, los gobernantes cada vez son más inhumanos, de corazón duro, están sintiendo el temblor y no se hincan los canijos, deberían tener una poca de consideración con estos indígenas, al menos proveerles transporte y llevarlos hasta sus comunidades de origen, esos pobres hombres vienen deshidratados, mal comidos, jodidos y luego sufren rechazo, no pues jodan.
Sánchez Cordero exhibió a algunos municipios en donde por órdenes de los alcaldes cerraron los accesos a la ciudad. Figúrense. Y los presidentes se justifican que no son ellos, que es la gente, avientan la piedra y esconden la mano. Pero Sánchez Cordero les envió la misiva sin derecho a réplica a los alcaldes en estados como Veracruz, Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León (aunque le faltaron varios por mencionar), donde los policías son exhibidos dando macanazos a los desobedientes; a otros son trepados en patrullas y los llevan a dar un paseo por el parque y luego los llevan a casa y quedan educados.
Los funcionarios municipales justifican sus acciones diciendo “no queremos contagios de coronavirus en nuestros municipios”.
Sin embargo, la funcionaria de Gobernación advierte: No se debe restringir la libertad de tránsito; en vez de hacer eso, mejor tomen la temperatura a la gente y lleven cubrebocas para regalarles, y que inviten a las personas a ponerse gel antibacterial, o que ellos vayan a sanitizar lugares, en vez de estar restringiendo los accesos a sus comunidades, por órdenes de presidentes municipales, ¡Glub, glub, glub! Ahí les hablan muñecos de cartón… ¡Feliz lunes para todos!