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Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Estancias infantiles: Se acaba el negocio

Guardia Nacional, la quieren echar abajo

Mis estimados, en relación a la disminución del subsidio federal a las estancias infantiles por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pronto salió a relucir el peine. Y es que bien dice el dicho, que en todos lados se cuecen habas.

Resulta que los funcionarios de la Secretaría de Bienestar, al ver que se les viene encima un problema por reducir el subsidio a las estancias infantiles -pues esto generó una reacción tanto de los padres de los niños que hacían uso de esas guarderías, como del personal que labora en ellas, se unieron todos y se manifiestan contra la medida- se lavaron las manos y le echaron la bolita a los diputados federales.

A su vez, los legisladores, muy monos, cayeron redonditos en la trampa y dijeron que se redujo el presupuesto para el Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras, porque descubrieron que las estancias habían sido entregadas a amigos y familiares cercanos de los funcionarios en turno. ¿Qué tal?

Eso es cierto, no es mentira lo que dicen los diputados, pues de esa manera se maneja el poder y hasta ellos deben tener su guardería, escuela, notaría o despacho en sus lugares de origen, u otro negocio que no les costó ponerlo y les deja billetes sin sudar la gota gorda; sin embargo, existen programas que no deben politizar los gobernantes, aunque sean administrados por familiares de funcionarios, pues esos programas traen un bien a la sociedad. Sólo por eso no deben hacer un botín político con las guarderías y menos con niños.

Si hay corrupción en el reparto del recurso, pues que pague quien haya desviado el recurso. No pueden generalizar.

Es verdad que habiendo dinero de por medio, se funda la corrupción, pero no se debe combatir este mal limitando o desapareciendo un programa tan noble como el de las estancias infantiles, sobre todo en ciudades grandes donde los padres trabajan y dejan sus hijos en guarderías.

La fenecida Sedesol otorgaba como subsidio a las estancias infantiles de 950 pesos por niño, y ahora el presidente AMLO anunció que se acaba el programa como ahora lo conocemos, pues el subsidio se entregaba a las administradoras de las estancias infantiles. En lo sucesivo, dijo el mandatario, el recurso se entregará de manera directa a las madres de familia, en razón de 1,600 pesos bimestrales por niño (800 por mes), para que ellos paguen a sus abuelitos u otro familiar para que les cuiden a sus hijos.

No obstante, los trabajadores de las estancias pegaron el grito al cielo y se dicen engañados. Sugieren que sí, que se le entregue a los padres, pero que estos se obliguen a contratar los servicios de sus guarderías. Entonces, pues aunque lo nieguen, sí está de por medio el negocio. Le piden al mandatario que los ayude, que no los deje sin empleo, pues ellos también tienen hijos y el subsidio que pretenden darles a los padres de 1, 600 pesos bimestrales no alcanza, pues una escuela privada con estancia cobra 2 mil pesos mensuales, contra 450 pesos que piden las estancias infantiles a los padres de familia.

“Desde aquí les pedimos su apoyo, señores padres de familia; que se vea que somos muchos para que el presidente AMLO reaccione y nos devuelva el subsidio federa a las estancias infantiles”, suplicaron los trabajadores.

Cabe hacer mención, mis estimados, que el Programa de Estancias Infantiles fue una iniciativa del gobierno panista de Felipe Calderón, y continuó con el gobierno priista. Sin duda es buen proyecto, insisto, por tratarse de un bien a la sociedad, y cada estado tiene un número considerable  de estancias infantiles. Veracruz, por ejemplo, tienen 613 guarderías y agrupan al menos 23 mil niños.

En el estado de Guerrero, hay alrededor de 300 estancias infantiles. Tan sólo en el municipio de Zihuatanejo hay 20 de ellas, atendiendo decenas de niños. Por eso los trabajadores y madres de familia se lamentan de lo que está pasando y hasta dicen que fueron engañados por los promotores del voto de Morena, “pues nos dijeron que nos iría mejor con Obrador, nunca imaginamos que perderíamos nuestro trabajo de más de 12 años”, dijo una administradora.

Otra agregó: “El gobierno se justifica con el argumento de que hay corrupción en las estancias infantiles. Yo no digo que no sea cierto, yo sólo habló por mí, que vayan pues y auditen y cierren esas guarderías corruptas y no que nos involucren a todos. Yo sí estoy muy dolida y desilusionada con las decisiones del presidente López Obrador; aunque los padres nos piden que no cerremos, que ellos nos van apoyar, pero no se puede, porque nosotros no podemos seguir pagando de nuestro dinero a los trabajadores, porque ya no nos llegó el subsidio, por eso cerramos. Y lo peor, amiga, es que nadie nos puede ayudar, ni nos van ayudar, pues el Congreso de la Unión es mayoría de Morena y entonces estamos perdidos, no tenemos opción, más que manifestarnos y gritar que nos devuelvan nuestro trabajo.

¡Charros pero no panzones!

En efecto mis estimados, nada podrán hacer, pues ya dieron su argumento y veredicto los diputados y donde manda capitán no gobierna marinero. Aunque ustedes vayan y le pidan ayuda al diputado René Juárez Cisneros -que por cierto estaba furioso por el fallo del Congreso; y explotó el Brody, y dijo quitar el subsidio a las guarderías es un acto de rabia de soberbia”.

Tal vez tiene razón el ex gobernador guerrerense, pero nada pueden hacer ante la decisión tomada por los diputados de Morena, pues ellos son mayoría.

Y del mismo modo que están actuando con la medida ruda de desaparecer las estancias infantiles, millones de mexicanos decíamos que los legisladores den un veredicto positivo al proyecto para la seguridad la Guardia Nacional. Sencillamente no pueden jugar con un tema que tiene al borde del abismo al país entero.

Los gobernantes están obligados a brindar seguridad a sus gobernados; y hasta hoy no han cumplido con ese cometido. Queremos y exigimos seguridad, y si esa seguridad viene por parte de la Guardia Nacional, que venga y que venga ya. No podemos seguir viviendo en un estado ingobernable, donde los criminales asientan su potestad provocando el pánico de la sociedad.

Existe un desorden, todos mandan y los que en verdad son autoridad no los vemos ejercer ese mando; y ese sí es un problema grave, señores. Insisto: La seguridad de los mexicanos no se politiza, esa no tiene colores ni partidos.

Es cierto que grupos de poder anhelan que el gobierno de AMLO falle en la seguridad de los mexicanos, pues ese fue el talón de Aquiles del PAN y PRI, que nunca pudieron con el paquete; sin embargo, y esto es cierto, el presidente López Obrador tiene la sartén por el mango, el pueblo mexicano le puso la charola de plata en sus manos, tiene todo para que le autoricen la Guardia Nacional, por si quiere echarse para atrás, ya que ayer dijo “me están queriendo echar abajo el plan de la Guardia Nacional”.

No obstante, si el presidente ordena que vaya, aunque se paren de cabeza los demás, va. Ojalá el plan entre pronto en acción, al cabo -como dice una amiga periodista-, ya estamos en el fondo, ¿qué más nos puede pasar? Si falla el plan, de todos modos estamos amolados, pero ¿y qué tal si funciona? Recuerden que un perdido a todas va.

No hay opción. O le entramos o nos terminamos de joder. De una vez que lo aprueben y que entre en todo el país. Pero como dijo Obrador, que encabece la Marina.

Pues sí, nosotros arreglamos el mundo en pláticas pero como dice el gobernador Héctor Astudillo Flores, es difícil gobernar Guerrero, ¿ahora se imaginan gobernar 31 estados más? Está cañón, como dice el curita del pueblo.

Sin embargo, esperamos que los legisladores lleguen a acuerdos para aprobar ese plan de seguridad. En estos casos son necesarios los acuerdos y dejar de lado los intereses de partidos y personales, pues con ese plan está en juego la seguridad de los mexicanos y deseamos que todo sea para bien, ya que la violencia está imparable en algunos estados y municipios del país.

Decía un profesor que impartía administración: “Si te caes, te levantas, ni modo que te quedes tirado; y si tu empresa no te da dinero para pagar los empleados, cierra, no es negocio. Lo mismo emplea para tu casa, el orden y la disciplina aplica para todo”, expresaba mi profe.

Y creo que el gobierno puede poner este consejo en práctica  para México, ya que el país no tiene otra alternativa, más que alzarse y hacer uso de lo que tiene en mano para impedir que siga creciendo la criminalidad, dándole en la torre a estados, municipios y apoderándose del territorio mexicano. 

¡Feliz día mis estimados!

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