Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

*Disminuyó la inseguridad en México: INEGI

*Federación presume cifras alegres en Turismo

“Los tiempos de los gobiernos son muy cortos y los de la delincuencia largos y azarosos.” Álvaro Uribe Vélez.

Mis estimados, de plano sorprendió a los mexicanos la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana presentada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El sondeo subraya que la percepción de inseguridad es menor a las registradas hace tres meses, durante la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, contra la administración en septiembre todavía del gobierno de Enrique Pena Nieto.

Según el INEGI, el porcentaje representa un cambio significativo respecto al mes de junio de 2019 y a septiembre de 2018, pues señalan que un 71. 3 por ciento de los mexicanos mayores de edad consideran que vivir en su ciudad es inseguro; es decir la cifra representa 2.6 menos respecto al pasado mes de junio.

Asegura el INEGI que ésta es la segunda baja en percepción de inseguridad que se reporta desde que inicio el gobierno de AMLO; sin embargo, sin el afán de desdecir al organismo, la percepción de inseguridad no baja en México, sobre todo por los sucesos sangrientos que vivimos en estados y municipios, y que relatan una desgracia permanente para el país.

Es mentira que están combatiendo la inseguridad y violencia que azota a los mexicanos y que tiene al borde del colapso social a México.

Para no variar, el INEGI señala a dos ciudades con mayor percepción de inseguridad: Acapulco, Guerrero; y Uruapan, Michoacán. Estas están enlistadas como ciudades inseguras y son las que nos incumben a nosotros por la cercanía con Ixtapa-Zihuatanejo, porque son varias las ciudades que engrosan el listado como inseguras y los porcentajes son altísimos, de 73.2 a 80.9 por ciento, pero nos ubicaremos en lo local.

Por cierto, tanto hombres como mujeres señalaron que se sienten inseguros en su ciudad, y marcan los lugares que más temen y que son cajeros automáticos, transporte público, bancos y caminar por las calles.

Sin embargo, la encuesta revela a la ciudad insegura pero no da datos de las personas secuestradas o asaltadas, aunque en los últimos meses se han elevado las cifras enormemente; y eso también es inseguridad.

No vamos a ningún lado escondiendo la realidad que vivimos los mexicanos; es mentira que bajaron los índices de percepción de inseguridad y violencia en el país, sobre todo por los hechos que agitan a los ciudadanos en Guerrero y Michoacán, esta semana, vivimos sucesos horribles pero no todos se divulgan en medios impresos.

Los únicos que se atreven a publicarlo son perfiles falsos del Facebook y eso no lo revela el INEGI.

Aunque el organismo asegura que es la segunda baja en la percepción de inseguridad durante el gobierno del presidente AMLO, no es cierto. La inseguridad cada día gana terreno, violentando con fuerza a la sociedad mexicana. Sin duda, que estos son de los sucesos que no se pueden esconder, pues los ríos de sangre corren diariamente por avenidas de ciudades y municipios, y no los pueden ocultar.

Es terrible la situación que viven los mexicanos en materia de seguridad, al igual que en materia de turismo, pues si no hay seguridad tampoco hay turismo en México.

Aunque el mandatario insiste que sí hay inversión en el país, que el tema de la seguridad está pendiente pero la inversión garantizada. “Vamos ir avanzando en esa materia pero hay signos de confianza, vamos a resolver los problemas de inseguridad, pues si no hubiera seguridad no habría inversión”, refirió el presidente.

Reiteró que en Acapulco están trabajando en las colonias del puerto. “Se trabaja en Renacimiento con la inversión de 600 millones, mejorando las colonias populares; y se van a destinar 600 millones más, en total mil 200 millones de pesos. Lo mismo en Cancún, con 600 millones con ese propósito de combatir la inseguridad. No deja de haber problemas pero soy optimista”, expresó el mandatario.

Ahí mismo dio la palabra al secretario de Turismo, Miguel Torruco, quien insiste que el país va viento en popa en materia turística. Primero el presidente Andrés Manuel López Obrador, expuso que se sigue invirtiendo en materia de turismo y expreso que el sector turístico no sólo crea riqueza, sino que distribuye riqueza y reactiva por completos la economía.

Destacó el mandatario la inversión en la Riviera Maya, en Cancún, y que esos destinos crecieron en un 8 por ciento. Que fueron los únicos que crecieron en el periodo neoliberal. Y afirmó el presidente AMLO que en Cancún tienen las playas más limpias en general en Quintana Roo y ahí siguen llegando millones de turistas.

“Cancún y la Rivera Maya son el mejor centro turístico del mundo y se va a completar con el Tren Turístico Maya”, presumió.

Sin embargo, en la vida real en materia turística en México no hay resultados positivos, no se ven por ningún lado, y Cancún hace meses que lo inundan ríos de sangre, que lo tienen muy lejos de las cifras que señala el mandatario federal.

Donde no podemos negarle es que Cancún y Rivera Maya son el destino más hermoso del mundo, en eso tiene razón el presidente AMLO; no obstante, cuando un destino de playa se tiñe en sangre, pierde su hermosura.

Lo grave del tema es que el secretario de Turismo, Miguel Torruco, continúa presentando cifras alegres de inversión turísticas que ni ellos las creen. Presentó en la mañanera del presidente números que se han dado en los últimos años; es decir, el titular de la Sectur presume cifras que no son de su gobierno; de hecho, hace meses que Torruco Marqués viene presumiendo cantidades en esa materia por demás alegres.

Por ejemplo, dijo que han visitado al país 29.8 millones de turísticas internacionales, que representan una derrama de 17 mil 250 millones de dólares, y que se generaron 4 millones 326 empleos y que cerraran el año con 53 millones 300 mil turistas internacionales y 34 mil 400 millones de dólares.

El prometer no empobrece, dice el dicho popular; lo cierto es que no hay resultados en el sector turístico internacional y menos nacional, que son los que siempre llegan a los destinos aunque están toreando la muerte.

El panorama para México y sus destinos turísticos no es halagador para la próxima temporada de invierno, y no porque lo deseemos así, sino porque no hay publicidad a nivel internacional y el gobierno de Estados Unidos no para de dar alertas a sus connacionales para que no viajen a México, especialmente a los destinos turísticos más violentados del país; y tristemente son casi todos los puertos turísticos los que padecen de grave inseguridad y violencia; los azota con furia la violencia desde hace ya varias lunas y las autoridades no garantizan seguridad al turista. Esto es lo grave de la trama. 

Y lo peor del cuadro es que no hay un organismo que se ocupe de la publicidad para los destinos mexicanos y de limpiar la imagen de ellos. Por eso decimos que no habrá turismo en la próxima temporada, pues como nunca se ha manchado la imagen del país en el extranjero con el tema de la violencia.

Insisto también que la economía en México sigue estancada. Aunque no lo quieran ver los funcionarios, estamos en problemas los mexicanos; y si dudan que no habrá turismo la próxima temporada, ya no falta mucho para corroborarlo. Al menos el turismo internacional no vendrá a los destinos de playa, por los sucesos de inseguridad y violencia que se han desencadenado en distintos destinos turísticos del país, no sólo de Guerrero, también Cancún y su Riviera Maya están sufriendo embates de la delincuencia organizada, así como los destinos de Colima, Manzanillo, incluso de Jalisco.

No es mi intención quitar el buen ánimo del secretario de Turismo, Torruco Marqués; pero se requiere más que positivismo para alcanzar las cifras que dio ayer el titular de Sectur.

 Aunque El presidente AMLO, insiste que no tienen descensos, no hay estancamiento.

“La economía nacional tiene buen desempeño en cuanto a la entrada de divisas en comercio exterior, sobre todo en la industria automotriz, manufacturas, y la llegada de remesas y el turismo, otra actividad muy importante fundamental” puntualizó el presidente.

En discurso se escucha muy bonito todo esto, pero en la vida real no se divisa el crecimiento. Con todo, deseo que alcancemos al menos la mitad de las cifras en turismo que presumió el secretario de Turismo.

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