Ruth Tamayo Hernández
Tormentas tropicales en Costa Grande, una herida fresca
“La pérdida, o la posibilidad de la pérdida, el sufrimiento y la recuperación, les brinda una oportunidad a los hombres de éxito para que aprendan quién y qué es lo realmente importante”: Jean Shinoda Bolen
Mis estimados, la tormenta tropical Lorena puso a temblar a los guerrerenses. Aun no se ha alejado de tierras de Guerrero, así que pueden continuar las lluvias pues la tormenta merodea las Costas del Pacífico Mexicano y ha causado fuertes lluvia en la entidad. Además, hay fuerte oleaje en las playas; por eso las autoridades de los tres niveles de gobierno alertan a la población, sobre todo a los que habitan zonas de riesgo, así como también a los que viven en bordes de ríos, arroyos y lagunas, para que no se descuiden y estén atentos a las recomendaciones de las autoridades. Si hay familias que buscan un refugio, deben acudir a las autoridades más cercanas a su comunidad, pero no arriesguen la vida de su familia.
La advertencia puede sonar exagerada, mis estimados, pero las constantes lluvias reblandecieron la tierra y comenzaron a desbordarse las defensas de costales de arena que la gente puso, para detener parte de cerros de esas precarias viviendas.
Esto ocurre en el municipio de Zihuatanejo, pues hay cientos de viviendas en zonas de riesgo que el gobierno municipal debe monitorear a cada rato, pues son muchas las familias que habitan esa zona de peligro y algunas de plano viven a la orilla de los arroyos; incluso, la gente teme a la presa de La Correa, que es un peligro para los pobladores. Reportan los ciudadanos que hay mucha basura y animales muertos, ya que la gente se confía que no tiene agua y la agarraron como basurero, pero ese lugar puede provocar una gran tragedia en esa comunidad y las colonias adyacentes, y hasta en el centro de la ciudad puede provocar accidentes esa presa en caso de un torrencial aguacero.
También en Barrio Nuevo, comunidad cercana a Zihuatanejo, los pobladores piden a las autoridades de Protección Civil atención para un sector que habitan muy cerca del río. Y es que en esa comunidad viven muchas familias en precarias viviendas de madera; son gente de muy bajos recursos y en caso de un torrencial aguacero no van a alcanzar a rescatarlos, pues está lejos para llegar pronto. Mejor deben llevarlos a un refugio temporal por lo menos en temporada de lluvia, dijeron.
La gente, al escuchar las alertas por parte de Protección Civil del Estado de Guerrero, y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se puso las pilas porque ya se tiene la experiencia que dejaron las tormentas Manuel e Ingrid, en 2013.
Y es que ahora no podremos decir que no supimos, pues por medio de las redes sociales corren como pólvora las noticias, y todos nos enteramos de los fenómenos climáticos y sabemos de los riesgos. Pero los jefes de familia no quieren salirse de sus hogares; aunque ellos saben que peligran sus vidas, no se salen, dicen que sólo muertos los sacan de sus casas. Pero lo malo es que ni muertos los van a encontrar, porque los arrastran las corrientes de agua y nunca aparecen. Entonces, la culpa es para el gobierno por no cuidar de sus gobernados.
Lo cierto es que somos inconscientes, sabemos que vivimos en una área altamente sísmica y también acuosa y no medimos consecuencias.
También el municipio de Petatlán, no canta mal rancheras en este tema. Ellos han tenido malas experiencias con torrenciales aguaceros, no tiene la población buenos antecedentes de prevención, se ha salido el río y ha inundado a la ciudad en temporada de lluvias, y la gente ha vivido un verdadero martirio, pues ocurren inundaciones constantes en ese municipio. Además, hay varias familias viviendo en zona de riesgo.
Pese a ello, lo grave del drama, es que las autoridades municipales no han emitido alertas preventivas a la población, sino que son los ciudadanos los que están al tanto de la tormenta tropical Lorena, y están avisando en las redes del trayecto del fenómeno. También avisan a las personas que viven en zona de riesgo, a que tomen precauciones por la constante lluvia y que busquen un refugio temporal, que hay varios en la ciudad, pues ellos recuerdan que hay malas experiencias por aguaceros cuando se desbordo el río, y por poco suceden desgracias.
Por eso, los petatlecos invitan a sus paisanos a ponerse listos y mejor irse a un lugar seguro.
Háganlo, señores, busquen un refugio temporal con su familia, pues las lluvias pueden continuar y si les agarra el aguacero por la noche, recuerden que ya no está el finado alcalde Arturo Gómez, que los iba a rescatar a la hora que fuera. ¡Cómo olvidar a Gómez Pérez, quien arriesgó su vida por la de muchas familias petatlecas! Pero ya no está, no se confíen, busquen un lugar seguro para ustedes y sus hijos, pues ustedes saben cómo se inunda la ciudad.
Ni que decir de los Municipios de Atoyac de Álvarez, San Jerónimo y Tecpan, donde los pobladores de esos lugares tienen una amarga experiencia con la tormenta Manuel e Ingrid, dos poderosos fenómenos que se juntaron en nuestro territorio en 2013, e hicieron estragos en la Costa Grande. ¡Cómo olvidar esos fenómenos que trajeron dolor, llanto y enlutaron varias familias de la Costa Grande y del estado de Guerrero!
Inclusive esa herida sigue abierta en los corazones de los costagrandeños, pero a pesar de todo no hemos aprendido, seguimos construyendo viviendas en cerros y en márgenes del río, arriesgando la vida de sus hijos.
Tal vez esta entrega llegue tarde, y ya no llueva hoy; pero las autoridades indican que puede continuar las lluvias hasta mañana viernes, así que es mejor prepararnos para no lamentarnos después.
Por cierto, hoy se cumplen dos años de sismo del 19 de septiembre de 2017, y ante los simulacros previstos por las autoridades, la gente dice que va a temblar y muy fuerte. Ya comienzan los rumores, pero ustedes no se sugestionen, mis estimados, son rumores; ya hemos dicho que un sismo no se puede predecir, aunque sí debemos estar prevenidos, pues sabemos que vivimos en zona sísmica y en cualquier momento puede ocurrir un temblor de gran magnitud; entonces viva tranquilo, pero con precaución.
En este espacio propusimos simulacros con su familia y hablar del tema sin meter temor a sus hijos, pero sí deben explicarles hacia dónde ir en caso de un sismo y explíqueles de qué se trata. Platiquen con ellos, que sus hijos tengan confianza y que se vayan a buscar un lugar seguro en caso de que ocurra algún terremoto; y dígales que después usted lo va a buscar.
Esto lo digo porque cuando fuimos a Cuautla, Morelos, donde el sismo de hace dos años derribó casas, escuelas, iglesias, oficinas y edificios de bancos, era un desastre esa ciudad; pero dentro de la desgracia, no hubo tantas muertes que lamentar, pues los estudiantes sabían qué hacer en caso de un sismo y eso debemos comenzar a practicar con los hijos y los maestros.
Además, en la Costa Grande por el océano corremos el riesgo de los tsunamis, por eso debemos decir a los hijos que si el sismo es de más de 8 grados de magnitud, eso puede provocar que el mar se salga de sus fronteras, y por eso debemos buscar un lugar seguro, un lugar alto, a donde protegernos.
Y deben platicarlo con sus muchachos, y esas medidas preventivas deben ser constantes en casa.
Ojo, señores, no estoy diciendo que va a temblar hoy; por favor no propaguemos rumores que provocan estrés en los estudiantes. Seamos serios, porque con estos fenómenos no se burla ni tampoco se juega.