Ruth
Tamayo Hernández
México,
con gran número de adultos mayores en pobreza
Sin duda, mis estimados,
cualquier apoyo a las personas en pobreza y sobre todo a los adultos mayores de
65 años, es bueno, pues son personas que en su mayoría están en completo
abandono, no tienen familia o sus hijos los abandonaron, y estos adultos
mayores viven en condiciones infrahumanas.
Según datos oficiales,
en México, cuatro de cada diez personas de 65 y más son pobres, y 629 mil de
estos adultos viven en extrema pobreza. Pienso que se quedaron cortos en las
cifras. Es indignante que personas adultas que tienen una familia estén
viviendo como animalitos, en completo abandono; y lo peor, que la mayoría de
estos señores no tienen acta de nacimiento para ir a sacar su credencial de elector
y poder ingresar al programa, ya que para inscribirse sólo tienen que presentar
una identificación oficial, que en este caso es la credencial de elector. Por
cierto, también para conseguir la credencial IFE te piden tantos requisitos, que
los ancianitos salen despavoridos de las oficinas, se espantan con tanto papel que
piden, y ellos ni entienden.
En sierra y en la misma
ciudad, los ancianitos no tienen acta de nacimiento, no saben dónde los
registraron y otros de plano no fueron registrados, están mostrencos. Esa es la
otra cara de la pobreza en varios municipios del estado de Guerrero, por eso no
debieron tomar en cuenta únicamente a los indígenas. A los demás ancianitos con
el resto del país debieron ingresarlos también a los 65 años, pues 68 años es
mucho tiempo; sin embargo, como dice el dicho, a lo dado no se busca lado.
El otro problema que
está siendo denunciado por los lectores de este medio, es que no han pasado a
censar todavía a varios ancianitos de comunidades serranas. Otros fueron
dejados fuera del programa, pues no tenían su IFE; además varios de los adultos
mayores no tienen papeles, sobre todo su acta de nacimiento, y sin este
documento oficial los ancianitos no pueden adquirir su IFE. Entre esas personas
hay adultos que se bajaron de la sierra y no tienen documentos. Por lo tanto,
no los tomaron en cuenta y hay muchas comunidades que no han pasado a censar
todavía.
Y aunque la pensión es
cada dos meses, seguro para un ancianito es de gran ayuda. El gobierno de Morena,
mediante el programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores,
la funcionaria federal del Programa de Bienestar, María Luisa Albores González.
Informó que en el país
existe un gran número de población mayor. Los adultos mayores suman alrededor
de 8.5 millones de personas en este país, sin embargo, yo considero que se
quedaron cortos, pues –como lo exponemos en esta entrega-, hay ancianos que no
existen porque no aparecen en el Registro Civil.
En comunidades de Tierra
Caliente, Zona Norte, Sierra y Montaña de Guerrero, hay muchos ancianitos
viviendo en extrema pobreza; sin embargo, la Secretaría de Bienestar, dispuso
que la edad para ser merecedores de esa pensión aumentaría de 65 a 68 años.
Ayer la titular de la
Secretaría de Bienestar, Albores González, explicó que el programa hace
justicia social a los que menos tienen y que en años anteriores no se les
tomaba en cuenta, pero que ahora el gobierno del presidente Andrés Manuel López
Obrador, duplica la pensión anterior y la convierte en un derecho universal.
El monto que recibirán
los ancianitos será de mil 275 pesos mensuales, que se pagarán cada dos meses
de manera directa a los derechohabientes. Y que las personas de entre 65 y 67
años de edad que actualmente están registradas en el programa, mantendrán su
derecho, al igual que las que reciben pensión del IMSS y del ISSSTE.
Cabe hacer mención, mis
estimados, que este programa en la administración pasada se otorgaba a los
adultos mayores de 65 años, pero la nueva disposición aumentó a 68 años. Eso no
les gustó a los adultos mayores que cumplieron 65 años y habían tramitado su
pensión, ya que a decir de ellos pensaron que quedaría de 65 años o menos la edad
para inscribirse al programa, pues el listado de personas mayores crece cada
vez más y muchos no son pensionados y no cuentan con ninguna entrada de
recursos; y lo peor es que no pueden trabajar y no los emplean en ninguna
empresa por ser personas mayores.
Sin ir muy lejos, en el
municipio de Zihuatanejo hay personas adultas que no tienen ningún ingreso para
sobrevivir, y en serio viven peor que animalitos; sin embargo, algunos de ellos
ya se acercan al DIF municipal, donde reciben una despensa bien nutrida y hasta
comentan contentos que contiene cereal y leche para comer varios días.
No nos damos cuenta cómo
vive la gente, hasta que hablamos con ellos. Antes dudábamos que hubiese gente
que sólo come una vez. Y si esto sucede en el municipio de Zihuatanejo,
imaginemos lo que sucede en el resto de los municipios y comunidades. Me apena
decirlo, sin que se ofenda ningún ex funcionario del gobierno, pero se han
vuelto muy in sensibles. Al recorrer algunas colonias y comunidades del
municipio nos damos cuenta de cómo se propagó la pobreza. En serio, mis
estimados, en los últimos tres años la pobreza empeoró en este municipio; no
vamos a negar que había pobreza, pero empeoró todo en ese periodo, al grado de
la miseria.
En varias comunidades
del municipio de Zihuatanejo, si usted sale y mira a su alrededor, se dará
cuenta en qué nivel están varias familias. Y en cada hogar hay un ancianito
enfermo, desnutrido y en completo abandono. Te dicen no hay dinero para curarlo,
ni para comer. Terrible, situación.
Hay una señora en Barrio
Viejo que trae a su hijo inválido en una silla de ruedas que una persona
caritativa se la hizo con llantas y tablas. Vino a esta empresa a pedir trabajo
para vender periódico. ¡Me dio tanta ternura! Le dije ¿de dónde eres? De la Sierra
–me contestó- pero nadie me da trabajo y menos en estas condiciones.
Le pregunté si ya lo
habían censado los de Morena para darle una pensión como persona discapacitada,
como lo ordenó el presidente AMLO y refirió: “Es que no tengo papeles, nunca me
registraron, ya soy grande no voy a buscarlos, quiero vender periódico para
poder sacar dinero”.
En serio me dio mucha
ternura esta persona. Espero que los funcionarios del DIF puedan conseguirle
una silla de ruedas. El doctor Onassis Pinzón que es una persona de buen
corazón y dijo a esta escribidora “yo se la voy a conseguir, espere unos días y
se la entrego, dígale por favor que me espere”. Pues el señor no tiene papeles
y sin IFE no le dan nada, pero sí agradezco a la directora del DIF, Ingrid Lara
Jasso, que le otorgó unas despensas al señor, que se fue feliz a su casa.
Y éste es apenas un caso
de muchos. Como este señor hay muchos aquí en el puerto, se trata de adultos a
quienes les cortaron sus piernas debido a enfermedades, y están en completo
abandono. Incluso en muchos casos sus familias lucran con ellos, los sacan a la
calle para que pidan dinero y lo que reciben de caridad se lo quitan.
Por eso los funcionarios
encargados de censar a los adultos mayores deben tomar en cuenta que en Guerrero,
un gran número de personas adultas no cuenta con documentos oficiales y el
delgado de Gobierno, en vez de andar azuzando gente y buscando cómo hacer
capital político para que lo meta a la jugada en 2021, que se ponga a verificar
los registros, los censos, para que incluyan en la pensión de Bienestar a los
adultos mayores que en verdad necesitan el apoyo, pues sin el afán de ofender a
nadie, no ingresaron a varios de ellos, que en verdad necesitan el recurso.
¡Feliz día, mis estimados!