Ruth Tamayo Hernández
Stand de México en
Berlín, pobre y gris
Mis
estimados, los internautas hicieron hartas críticas al secretario de Turismo federal,
Miguel Torruco; algunos no muy simpáticos, sino más bien fueron negros y
ofensivos. Todo esto sucede por la pobre, desafortunada y horrible
participación de México en la Feria Internacional de Turismo de Berlín,
Alemania, que es la Feria más importante a nivel mundial.
Sin
embargo, el secretario de Turismo federal se mostró muy mezquino con el stand
que presentó México en esa feria. Fue muy pobre, paupérrimo, sin ideas, con colores
de bajo presupuesto y carece de creatividad, diseño, con un letrero sin chiste,
se quejaron promotores turísticos. Pues más vale que se tranquilicen, señores agentes
turísticos; recuerden, pues, que este gobierno de Morena, es austero, no va a
gastar dinero y menos en stands, pues siendo sinceros en materia turística nos
va ir literal “como en feria de rancho”, pues la cosa en ese rubro en el país
se pinta más gris que el dichoso stand de México en Berlín.
Ellos
no van a gastar recursos y menos en un pabellón. Si no promueven los destinos
de México ante el mundo, menos van a gastar en un arreglo de ferias, y lo peor es
fueron a mostrar su tacañería a Berlín, Alemania. ¡Qué mala puntada! ¿Allá qué
canijos les importa si son un gobierno ahorrativo? Se vieron irresponsables con
un pabellón desangelado, escondieron el potencial que tiene nuestro país, el
mercado importante que tiene, y debieron resaltar, ofrecer y mostrar con
fotografías y videos todos los aspectos del México cultural, gastronómico,
histórico, turístico y un largo etcétera.
Hasta
la Guelaguetza hubieran presumido en Berlín, Alemania. ¡Caray!, qué poca visión
tiene el secretario de Turismo federal. En serio se vio miserable Miguel
Torruco.
Pero
todo esto ocurre porque lo quieren hacer todo ellos, no les gusta pagar personal
experto en esa materia para que realicen esas actividades, lo hacen ellos, por
eso sale chambón, además se dejan el dinero, porque los gastos siguen siendo
los mismo, sino es que hasta más.
Sin
embargo, en Twitter, el secretario de Turismo federal, Miguel Torruco, no se
quedó callado ante la crítica y publicó defendiendo su obra: “Nada de
comparaciones aquí solamente la verdad. Inauguración del Pabellón de México en
Berlín, acompañados de ministros de Economía y Turismo de Alemania, del
embajador, secretarios de turismo y representantes del sector turístico de
México”.
Y
que lo tunden en la red los internautas. Le dijeron de todo, el mensaje más
destacado fue el de pacoCalderonCartones. “Furris, pobretón, desangelado,
improvisado, cutre y pinche. Ni a quien se le antoje visitarnos con un
escaparate así. Mejor asuma la crítica y su pabellón ni lo presuma”.
Otros
críticos fueron más suaves y señalaron que el secretario de Turismo, en lugar de
evadir la crítica, la asuma, pues fue a Berlín a participar en la exposición
sobre turismo más grande del año, y la más grande a nivel mundial, “debieron
aprovechar la ocasión, pero quedamos mal y fue muy criticado el stand mexicano”.
Y
no acabamos ahí con las críticas. Este tema del stand es como los problemas de
matrimonios, en donde la señora le saca en cara al esposo su infidelidad cada
que se pelean. Así le sucedió igual al secretario de Turismo, pues los
operadores de servicios turísticos le reclamaron a Torruco Marqués, que habían
asistido a la Feria Internacional de Berlín, Alemania, con recursos propios, que
no hubo apoyo por parte del gobierno federal para los viáticos ni los gastos de
hospedaje, ya que el secretario de Turismo desapareció el Consejo de Promoción
Turística de México (CPTM). “No nos apoyaron con recursos”, se quejaron.
¡Ira
pues! ¿Qué no entienden que el gobierno federal es austero?
¿Y
saben, mis estimados? En todos los gobiernos -llámese federal, estatal o local-
los funcionarios no quedan bien nunca, hagan lo que hagan. Siempre hay gente a
disgusto de todo. Dijera el político tijuanense, nada les embona. Bueno, dijo
de otra manera, pero es en doble sentido y no quiero que se encorajinen.
Por
cierto, mis estimados, les quiero decir, que, en Zihuatanejo, bien o mal vamos
saliendo de broncas de distinta índole. Si bien es cierto que hay aciertos y
desaciertos del gobierno municipal, no hay gobierno perfecto; sin embargo, bien
o mal sigue caminando este puerto turístico. Despacio, pero camina a Dios
gracias. Podemos decir que estamos mejor que Acapulco y Taxco; sin embargo, no
podemos cantar victoria, porque infelizmente la inseguridad y violencia sigue
golpeando los destinos de playa de la entidad suriana.
Hoy
les quiero contar una anécdota verídica: Debido a que varias personas que
trabajan en obras de peones, se quejan que las constructoras no contratan mano
de obra local; y lo que les voy a decir no es con la finalidad de ofender a
nadie, aclaro, mis respetos. La semana pasada, platiqué con un ingeniero que realiza
obras en Troncones, municipio de La Unión y me dijo que ese balneario es
hermoso y que atrae turismo extranjero, tal vez más que a Zihuatanejo, que no entiende
por qué el gobierno municipal y estatal, no invierten dinero en los servicios
básicos a esa comunidad.
“Troncones
es una mina de oro que no han sabido de tonar, pues está en el abandono”,
indicó.
Y
no sólo Troncones -le contesté-, todos los balnearios de ese municipio son
desconocidos y mientras el alcalde del municipio de La Unión, siga sentado en su
poltrona atrás de un escritorio, no creo que se detonen solos esos balnearios;
se requiere que el munícipe busque recursos para explotarlos”.
Les
decía que la empresa constructora ya hizo trabajos en esta región hace un par
de años, y le pregunté por qué traían personas de otros estados a trabajar a
Zihuatanejo, si aquí hay obreros que pueden hacer ese trabajo.
Me
contestó: “Con todo respeto, son unos huevones y mal agradecidos, siempre andas
apoyándolos para que no fallen, pero no trabajan; y si les hablas fuerte, se
van y te demandan. De los 20 trabajadores que contraté de este lugar, 8 me
demandaron”.
Y agregó: “Jamás contrato gente de aquí; los otros
chavos eran de otras regiones, pero viven en esta ciudad, de esos no tengo nada
que decir. Por eso no contrato gente de aquí para evitarme problemas. Me voy a
otro estado a traer personal, porque ya ni los chilapeños quieren venir a
Zihuatanejo, esos son unos burritos para trabajar, nunca se rajan, pero ya no
quieren venir. Me sale caro traer personal de otros estados, pero es más
seguro”.
Nada
que decir, me dejó callada el constructor. Y también en otros negocios, llámese
restaurantes o taquerías, los empleados que tienen cinco o más años de
antigüedad laborando en la misma empresa, son mal asesorados por abogados y
familiares, y les dicen que pueden obtener hasta 50 mil pesos de finiquito, que
demanden a la empresa, y los muy ingratos e infames dejan de ir a trabajar una
semana y el patrón los manda a descansar y ellos se van a conciliación, cuentan
historias por demás aterradoras: “Me corrió como un perro, hasta me empujó y
por poco me caigo”. Dicen una sarta de sandeces que en serio da rabia. Esto ocurrió
a un amigo hace poco en Zihuatanejo; por poca llora del coraje de la
impotencia. “Pagué 20 mil pesos, amiga -me dijo enojadísimo-, pero ni modo,
tuve que pagar porque dicen los de Conciliación que el trabajador tiene todas
las de ganar y que el patrón siempre pierde”.
¿Qué
tal? ¿Cómo ven a esos pajaritos nalgones de Conciliación? Puro sinvergüenza.
¡Feliz día, mis estimados!