ALDO VALDEZ SEGURA
Hace un par de semanas, Daniel “el rayito” Olea voló a tierras norteamericanas, para encarar un compromiso ante un boxeador de Nicaragua, en la florida, que, fue la gala boxística en donde el costeño hizo acto de presencia, el resultado final de su combate no le favoreció, perdiendo la pelea por decisión dividida, esto, lejos de mermar al “rayito” en sus ánimos, le dio para arriba, se inyecto una dosis de “fortaleza”.
Una vez que aterrizo de nueva cuenta en tierras azuetenses, por mucho se tomó dos días de descanso, para posteriormente volver a los entrenamientos juntos a su entrenador, Ulises Padilla. Hablar de Daniel Olea es sinónimo de humildad, trabajo, constancia, disciplina, perseverancia, garra, entrega, determinación, en fin, podemos enumerar muchas cualidades de este joven, en resumido, no quita el dedo del renglón, se aferra a su sueño, a lo que le apasiona.
Los entrenamientos los realiza a marcha forzadas en el gimnasio que se ubica en el interior de la unidad deportiva, sabe que no hay tiempo que perder, es momento de corregir sus errores, trabajar en ellos, y hacer aún más fuerte, sus cualidades, tiene pensando pelear de nueva cuenta en su tierra y ante su gente, si esto no se llega a dar, de nueva cuenta volver a los Estados Unidos, todo esto se dará en el mes de diciembre.