Víctor M. Alvarado
Contribuyentes de la Secretaría de Finanzas y Administración del gobierno estatal, por medio de un reporte ciudadano, solicitaron al administrador Omar Correa Cabrera, se instale un módulo de información en sus oficinas de Zihuatanejo y se vigile las estrategias de evacuación en caso de sismo, porque con 90 centímetros de ancho de la puerta principal, convierte esta oficina en una “trampa mortal”; además hace falta personal que ayude para agilizar los trámites.
El contribuyente Ramiro Izazaga comentó que, no puede ser posible que, en un espacio de aproximadamente 20 metros cuadrados, todos los días cientos de contribuyentes deben esperar de pie, para hacer sus pagos porque son pocas sillas que hay.
Aclaró que el servicio de los trabajadores es bueno, puesto que son muy atentos y ha mejorado mucho, el problema es que son muy pocos, incluso a manera de estrategia colocan un anuncio impreso en una hoja de papel para informar que el sistema de cómputo no sirve e invitan para que regresen otro día.
Reconoció el trabajo de la señora Irma, misma que va y viene de su escritorio para agilizar el trámite y al parecer es la única que debe atender a todo el que llega, por lo que, debieran asignarle un ayudante para que pueda avanzar.
La señora Esmeralda Torres Gutiérrez, comentó que es necesario un módulo de información para que oriente a las personas que van llegando sobre el procedimiento que debe hacer, porque en su caso, esperó en una fila para ver el problema de un predio y resulta que no era ahí, sino en una oficina adjunta a este edificio.
Agregó que otro problema muy delicado, es la salida principal que sirve también como de emergencia, siendo una puerta de vidrio de dos hojas de las cuales una está asegurada y no abre, por lo que, en caso de sismo u otra emergencia, los trabajadores y usuarios deberán salir por un espacio de aproximadamente 90 centímetros, lo que convierte a esta oficina en una “trampa mortal”.
Cabe agregar que este reportero acudió al lugar y se observó la llegada de extranjeros que al igual que algunos habitantes del puerto no sabían con quién dirigirse para realizar sus trámites.