Luvos C. Amaro
Moroleón, Guanajuato.- Más de mil quinientos ciclistas de todo el país y del extranjero participaron este fin de semana en el Reto MTB Amoles 7, uno de los eventos más destacados para los entusiastas del ciclismo de montaña en México. Organizado por Evo Producciones y liderado por Moisés Gutiérrez, la edición de este año dejó grandes recuerdos entre los participantes, quienes vivieron una experiencia única en los senderos y descensos que rodean el Lago de Cuitzeo.
El evento comenzó el sábado 25 de enero con la Rodada Nocturna, un recorrido de 25 kilómetros que atravesó las principales calles de Moroleón. Los ciclistas más experimentados desafiaron las escaleras del Santuario de la Virgen de Guadalupe, en el Cerro del Tepeyac, brindando un espectáculo para los asistentes. La jornada concluyó en el Bunker (Juego de Gotcha) con la entrega de medallas y un refrigerio para todos los participantes.
Al día siguiente, el domingo 26 de enero, los ciclistas llegaron temprano al Centro de Exposiciones de Moroleón, donde recogieron sus kits y recibieron un breve refrigerio antes de embarcarse en la esperada rodada. A pesar de la baja temperatura, que alcanzó los 7 grados centígrados, los participantes se enfrentaron al reto con entusiasmo, marcando su salida de la zona de confort en busca de nuevos desafíos.
El recorrido de la ruta corta, de 35 kilómetros, incluyó el paso por Charandaro, La Soledad, Cepio, la presa de Cepio, la pista de Evolan, Rancho del Rincón, Piñicuaro y la Casa Embrujada, para regresar finalmente al Centro de Exposiciones. Además, una ruta larga de 55 kilómetros estuvo disponible para ciclistas intermedios y experimentados, quienes se enfrentaron a una mayor dificultad y descensos técnicos.
La jornada culminó con la llegada de los ciclistas al centro de exposiciones, donde fueron recibidos con música en vivo, cortesía de la banda Uriangatense y un grupo de rock de la Ciudad de México. Como cierre del evento, el staff de Amoles 7 ofreció un suculento refrigerio con más de cinco opciones de comida, entre ellas carnitas, barbacoa, carne asada y barbacoa de chivo.
Uno de los momentos más especiales fue la presencia de los ciclistas de Zihuatanejo, quienes cada año recorren más de 400 kilómetros para asistir al evento. Representados por grupos como ThunderBikers, Costeñitos y Lunatikos, trajeron consigo tiritas de pescado artesanal, un platillo tradicional de la región de Ixtapa-Zihuatanejo, para compartir con los organizadores y participantes, promoviendo la gastronomía local.
La jornada concluyó con la entrega de reconocimientos a los ciclistas más destacados y al equipo organizador. Moisés Gutiérrez, quien agradeció a su familia y colaboradores, recibió un emotivo reconocimiento por el arduo trabajo en la organización del evento. Asimismo, el profesor Rutilo Castejón Casarrubias fue homenajeado por su lealtad al participar en todas las ediciones de Amoles, recibiendo un medallero con las medallas de cada reto desde su primera edición.
Con un saldo blanco y el respaldo de las autoridades locales, Amoles 7 se consolidó como un evento exitoso que sigue marcando la pauta en el ciclismo de montaña en México, dejando grandes recuerdos y experiencias en todos los participantes.