IRZA
CHILPANCINGO. El gobernador Héctor Astudillo Flores consideró que el nuevo dirigente nacional del PRI “tiene la obligación política y moral” de convocar a la participación e inclusión, para perfilarse después a la construcción de un partido fuerte para los comicios del 2021.
“Lo que hoy puede ser débil, mañana puede ser fuerte (…); son circunstancias políticas, sociales, económicas. La política se mueve así, la política no es estática y especialmente la política electoral se mueve permanentemente”, dijo en entrevista.
En uso de sus derechos políticos, el gobernador Astudillo acudió este domingo a la sede municipal del PRI, donde emitió su voto, en el contexto del proceso interno que organizó su partido para la renovación del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), en el que participaron dos fórmulas: la de Ivonne Ortega y la de Alejandro “Alito” Moreno.
Abordado después de sufragar, criticó el padrón de 53 mil 240 militantes priistas en Guerrero. “Realmente es muy limitado (y) hay que ver cuántos votan, eso permitirá decir si hubo realmente una convocatoria correcta. Hay que ver cuál es el resultado”.
No obstante, opinó que el triunfador de esta contienda “tiene la obligación política y moral” de sumar a todas las fuerzas políticas del priismo nacional, porque “no estamos en condiciones de pensar en que el triunfo va a ser como para no darle participación a los demás”.
Consideró que quien no resulte electo debe integrarse a la suma de fuerzas y voluntades “para que pueda existir un partido que pueda reforzarse y relanzarse de acuerdo a las nuevas circunstancias que vive el país”, pues reconoció que este proceso se efectuó en un contexto complejo porque “los momentos de adversidad traen como consecuencia que el estado de ánimo para quienes militan en un partido no sea el mismo que cuando se gana”.
Sobre la denuncia de Ivonne Ortega en relación a la presunta “cargada” de los gobernadores priistas a favor de “Alito” Moreno, Astudillo señaló que ha sido “muy cuidadoso, muy responsable y muy respetuoso” en todo este proceso.
“Yo mismo he dicho que participe quien haya participado, hay que respetarle, hay que entender que este es un asunto interno y no es una guerra. Seguramente la próxima semana habrá una nueva dirigencia”, dijo y enseguida enfatizó: “espero que quienes ganen (la elección interna) abran los brazos y sumen a todos y quienes no ganen comprendan que el partido es de la militancia y somos muchos, me cuento yo, en uso de mis derechos políticos”.
En ese sentido, consideró que el nuevo PRI tiene que ser abierto a la convocatoria y a la suma: “el ganar no representa que se divida un partido (porque) si ya de por sí traemos el ambiente del (la derrota electoral) 2018, la circunstancia adversa. Tienen que venir acciones inteligentes que permitan que el partido sume y realmente sea un contrapeso necesario en este país, hablando políticamente”.
También opinó que, superado el proceso interno, el PRI debe comenzar a reconstruirse para convertirse en una oposición sensata y responsable, como siempre lo ha sido, que fije posiciones cuando sea conveniente y critique responsablemente con fundamentos, pero también que razone sobre las acciones del nuevo gobierno federal emanado de Morena, cuando beneficien a la generalidad, porque insistió en que a su partido le debe interesar el beneficio del país.
De acuerdo con el gobernador Astudillo, en Guerrero se instalaron 90 centros de votación en los que, hasta las 13:00 horas, no se habían reportado incidentes o anomalías que pusieran en riesgo el desarrollo de este proceso.
“Este debe ser un ejercicio y lo digo en el uso de mis facultades políticas, creo que debe ser un ejercicio que debe servir para que el priismo haga sus replanteamientos internos y mire al futuro hasta con otro estado de ánimo. En esta circunstancia no siempre se pierde, también se gana, y pensar que la derrota es para siempre es un pesimismo absoluto”, dijo.
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