Ley Nacional de Uso de la Fuerza contiene tres modelos incompatibles entre sí: especialista

Agencias

CAMPECHE. Daniel Gómez Tagle, especialista y consultor internacional en el tema de armas, uso de la fuerza y derechos humanos, afirma que la Ley Nacional sobre Uso de la Fuerza (LNUF), que se estrenó en paralelo con la Guardia Nacional (GN), contiene “casi 200 errores” por lo que resulta “inconstitucional” e “inaplicable”.

Dicha ley consta de 44 artículos, sin embargo, opina, “hay que abrogarla” y “hacer una nueva, completamente” porque de plano “no sirve”.

Esa normatividad, que se expidió en mayo de 2019, dice en su primer artículo que tiene el fin de “regular el uso de la fuerza que ejercen las instituciones de seguridad pública del Estado, así como de la Fuerza Armada permanente cuando actúe en tareas de seguridad pública”.

Pero, según Gómez Tagle –quien los últimos cuatro años se ha dedicado a investigar las deficiencias legales en materia de uso de la fuerza y derechos humanos, enfocando su trabajo en la elaboración de mecanismos de control–, esa ley, tal como se redactó, impide establecer con base en ella cualquier protocolo de operación, de modo que no cumple sus objetivos.

Prueba de ello, dice, es que en el choque que tuvo con migrantes centroamericanos en enero pasado, “sin actuar, sólo por haberse presentado ahí con el equipamiento que portaba”, la Guardia Nacional violó ocho artículos de la LNUF.

El especialista ha sido asesor para la adquisición de dispositivos de fuerza epiletal de policías de los tres niveles de gobierno, Policía Federal, de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar). Fue asesor del desaparecido Estado Mayor Presidencial (EMP), además de analista en foros en Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y China.

Los tres modelos

En entrevista con la corresponsal señala que el meollo está en que la cuestionada ley se engendró con base en tres modelos de uso de la fuerza, incompatibles entre sí. Además, dice, se estrellan contra el marco jurídico y de control de convencionalidad mexicanos.

Desgrana: “El principal problema es que la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza está escrita a partir de tres modelos. Se partió del modelo americano y se le integraron otros dos modelos y resultó un híbrido incompatible. El primero es el modelo del uso de la fuerza de Estados Unidos; el segundo es el Ontario, de Canadá”, explica.

El tercero “es el modelo ‘Gómez Tagle’, el mío, un modelo del uso de la fuerza que yo diseñé”. Este, dice, es el único de los tres basado en el marco legal mexicano.

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